:: Prueba de Roll & Megrez Alberich Delta ::

- Presentación -

** Súbitamente y a medida que el invasor decide adentrarse inocentemente hacia la oscuridad que ofrece el Bosque de los Espíritus es que todos y cada uno de los árboles que rodean el escenario comienzan a agitarse con vehemencia y ferocidad, haciendo que sus extensas ramas y hojas golpeen entresi provocando que una infinidad de ellas se desprendan y caigan sobre el helado suelo Asgariano ”Con que otro caballero del zodiaco ha llegado” se eleva comoun susurro entre tanta tempestad natural al tiempo en que a unos pasos más del visitante, una radiante aurora comienza a encenderse rápida e inexplicablemente -¿te has perdido? jaja - se oye exclamar desde un punto incierto cuando todo el foco de atención se centra básicamente en un gran y grueso tronco viejo que admite tener muchísimos años viviendo allí - ¿o buscas una muerte segura? - se adjuntaen forma tétrica visualizándose como poco a poco una delgada silueta se encuentra reposada sobre aquel enorme árbol, incorporándose instantáneamentepara comenzar una leve caminata hacia la posición de Seiya, denotando como su cuerpo se encuentra revestido de pies a cabezas con el sagrado ropaje de Megrez, guardián de la estrella Delta…- Mi nombre es Alberich de Megrez -anuncia con absoluta tranquilidad en el mismo instante en que detiene su avancey observa con extrema curiosidad al caballero - Y este es mi bosque, desde ahora tu tumba - finaliza con un seco acento mientras eleva su diestra para señalar su alrededor, el cual misteriosamente se ilumina completamente reflejando una infinidad de esqueletos por sobre el suelo que aumentan el miedo hacia aquel guerrero que, ocultando uno de sus ojos detrás de un mechón de pelo morado, deja entre ver en el otro el fino destello de un genio loco **

- Elevación -

** Sin embargo, las palabras del caballero de Pegaso soloprovocan la prolongación de sus ecos por sobre todo el bosque, desapareciendopor fin para volver a escuchar los hermosos sonidos de la naturaleza que elescenario ofrece - Sino estás dispuesto a cooperar conmigo, no tengo másalternativa que matarte - se escucha decir a Alberich mientras su rostrorefleja sarcásticamente signos de decepción - ¡Como lo hice con ellos dos! -afirma entre dientes manifestándose una fina aurora por todo su cuerpo que progresivamente va aumentando su densidad y poderío en el mismísimo instante enque el centro de atención se centra a un lado de ambos personajes, observándosecomo dos ataúdes de amatista reflejan los rostros cansados y desesperanzados de Hyoga, el caballero del Cisne; y Shun, el caballero de Andrómeda. Paralelamente, el rostro del guerrero de Megrez se enciende por completo y unairónica sonrisa se posa sobre sus labios, exclamando: - ¡Los irás a acompañarmuy pronto! - a medida que su cosmos-energía aumenta de forma considerable y todo su entorno comienza a contagiarse de esta explosión cósmica que lentamente va abarcando terreno y comienza a derretir la nieve que se encuentra por debajo de él y a su alrededor ”Con su muerte obtendré ya 3 zafiros de Odín…” cruza entrecortadamente su ambiciosa mente y empieza a sumergirlo en una concentración magistral que pronto acabará en una mejor aun ejecución…**

- Ejecución -

** Y como si las acciones y las palabras de Seiya ya no pudiesen hacer efecto en él, Alberich desaparece tras una infinidad de reflejos cósmicos que se producen entre la energía que exterioriza y la luminosidad desu sagrado ropaje nórdico - ¡Muere Pegaso! - exclama al unísono en que abre de par en par sus manos para que de las mismas sobresalga una extraña sustancia que lentamente comienza a materializarse en un cristal de extraño color morado, el cual empieza a distanciarse de su lugar de origen y a levitar en todos losalrededores del escenario, esperando la firme decisión de su creador - ¡ EscudoAmatista ! - a lo que, bruscamente todos y cada uno de aquellos pequeños cristales morados comiencen una frenética carrera hacia el caballero de Athena, teniendo como único fin adherirse a todos los demás cristales alrededor de laposición del caballero y así atraparlo en un auténtico ataúd. Es así que nuevamente la tempestad se hace presente en el bosque ya que la naturaleza pareciese enloquecer tras aquella acción y los ases de luz continúan imposibilitando ver claramente lo sucedido, sin embargo la altiva figura deAlberich puede verse con claridad manteniendo la misma posición de ataque y observando hacia el frente, no exactamente hacia lo sucedido con su ataque, yaque su único ojo descubierto pareciese ir más allá; delirante “Unos pocos zafiros más y yo mismo podré derrotar a Hilda y hacerme de Asgard” se presenta en su mente para luego dibujársele en la misma la imagen de él vestido con ropas de reyes, portando la sagrada Espada de Odín y siendo alabado por todos los súbditos del pueblo del Norte, declarándose así sus verdaderas y profundas intenciones **