** Una sala silenciosa cuya arquitectura imita antiguos diseños grecos es la que custodia ahora una nueva alma en espera de su juicio, ante ella unas escalinatas se erigen demarcando el camino hacia el magistrado de aquel paraje tan imponente en el cual el mínimo ruido puede suscitar el más cruel escarmiento, dicha habitación guarda en si un personaje temible, personaje encargado de enjuiciar las desafortunadas almas que terminan allí, el concluir de dichas escaleras da comienzo a un gran escritorio de madera sobre el cual unas manos entrecruzadas reposan encima de un libro estas se separan para que la diestra tomase una pluma mientras que la siniestra pasara rápidamente las paginas hasta la última donde se puede vislumbrar un nombre… “Pobre desgraciado”… medita para si aquel que tan abruptamente como recorre aquellas páginas se alza de pronto quedando detenido ante el escritorio con ambas manos apoyadas sobre tal Mostrando apenas las yemas de sus dedos y estas contoneadas por hilos de un violáceo intenso, sin duda los primeros vestigios de su aura la cual emana terrible de su ser dando a ligeramente a luz el escalofriante poder cósmico contenido en este ser el cual con una mirada temible y llena de seriedad mira desde lo alto a su víctima, cuyo veredicto determinara a cuál de las cárceles del Mei Kai está destinado … -- Los pecados que cometiste en el transcurso de tu vida mortal son los que ahora establecerán tu lugar… Reencarnación! --… se le escucha exclamar a este rompiendo finalmente con el silencio tétrico de un panorama casi sagrado su diestra alzada en dirección a lo que quedaba de aquel que en su vida había de comportarse como desgracia sin siquiera considerar o mostrar remordimiento por las consecuencias de sus acciones, poco a poco las acciones pasadas de este ser vienen a sus recuerdos invadiendo aquella alma ya en pena, todos sus pecados mostrándose desde el primero acto errado cometido hasta el último a la vez que un halo ya se ciñe completamente a la silueta del terrible Juez quien aun se resguarda de una fina vestimenta el cual le recubre casi íntegramente, esta aparenta ser una gran capa de oscuros tonos azulinos con dos anchas líneas de rojo vino y detalles dorados que se cortan al llegar al cuello de este, la capa es expulsada por la gran emanación de aura despojando a este de ella revelando así su surplice, una armadura que imita la forma de una temible criatura demoniaca… tras ver todo aquello y dejar sumergida el alma en el remordimiento y culpabilidad de sus actos pasados sentencia…--tu avaricia te ha condenado y te llevara al infierno donde los hombre que en su vida dejaron que la codicia guiara sus actos terminan --… inmediatamente a la enunciación de estos vocablos un portal es abierto el cual parece empezar a succionar al pobre alma a su sendero miserable, este parece tomar la forma del imponente ojo de un huracán purpura que se delinea tras el espíritu para transportarle al infierno apropiado a esto aquel imponente juez se erguía, su rostro pudiendo vislumbrarse completamente deja ver unas orbes mieles y serenas enmarcadas por unos hilares grisáceos que se mecen sobre sus hombreras observando como el alma es atraída al infierno, pareciese que todo esto fuese normal el espectro no ha mostrado signos de inmutarse en ningún momento, más bien denota estar satisfecho con su sentencia dibujándose en sus labios una leve pero notable sonrisa que muestran al fin la naturaleza un tanto sádica del personaje, uno de los muchos esbirros del dios de ultratumba, La Estrella de la Excelencia, Lune de Balrog**