*Entre la Penumbra y en sigilo, como la sombra del moribundo y la fe del condenado, una figura se desplaza entre la tiniebla de la Noche y la belleza de la Diana quien baña con su destello aquella imponente cascada que abraza las místicas colinas del Rozan mientras que la belleza del ultimo suspiro se pasea con elegancia, en rededor al encapuchado en baile de custodia y armonía pues las curiosas almas de blanquecina compostura se pasean curiosas por las rocas y el roció mientras el sonido del agua al caer ameniza la caminata de tan Lúgubre aparecido. – Aquí debe de ser.- Sentencia aquel ser mientras su mano diestra sale desde su vestir reluciendo la coraza espectral en cuanto esta es acariciada por el brillo de la Luna la cual parece guardar pleitesía cuando la capucha es retirada mostrando un hilar Dorado y desordenado así como unos Ojos tan profundos como el basto y vació universo.-Yo, La Estrella celestial de la Inteligencia . . .eh venido a destruir este Lugar- Culmina con una frivolidad indigna para su joven rostro mas propia para su orden pues su Naturaleza infernal le precede al ser este un seguidor de Hades, el Señor del Inframundo*
Elevación de Cosmos y Ataque
*Una hermosa aura comienza a brotar del espectro, como potentes corrientes de energía que se baten entre si para dar paso a un despliegue de luces y sombras pues sus moráceos colores dan la sensación de que el mismo cielo infernal a empezado a brotar desde el cuerpo del espectro quien sin mas levanta la mano diestra y estira sus dedos en totalidad dejando que las almas se tornen violentas de un momento a otro, arremolinándose sobre los cielos y ejerciendo una presión sobre los suelos que poco a poco son desgarrados por el aumento poderoso en la energía del lugar – Sekishiki. . . – Con furia sus palabras son sentenciadas y con ello el viento es despedazado mientras sus pies se afianzan con firmeza al ya destruido sedimento que ahora vuela en pedazos conforma un brillo platino se posa donde las almas se acumulan en tanto que la diestra es bajada con poderío y el destello se vuelve inmensidad . –¡Nioyreirin!- y asi el ultimo vestigio de existencia se vuelve poder, un poder capaz de destrozar montañas y acabar con los enemigos pues finos pilares de Luz descienden con violencia y a gran velocidad, sin clemencia alguna ante el sagrado lugar que ahora se ve envuelto en un caos destructivo al ser decenas de hilares los que caen en lluvia continua y mortífera buscando cegar con destructiva garra la vida del enemigo*
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