**bajo el melancólico firmamento del cual eran desatados como avisos rayos y truenos pronosticando una lluvia pesada, un joven de cabellera güera portando una armadura de bronce color plata del la cual destellaba un brillo conforme iban cayendo mas y mas relámpagos, recorre el santuario ateniense dirigiéndose al sexto Partenón resguardado por el santo de virgo, el cual decían que era el caballero más cercano a dios. En su camino entre la quinta casa y el sexto recinto el muchacho levantaba su mirada hacia el cielo gris el cual soltaba apenas algunas gotas las cuales repicaban en la cloth del guerrero en cuestión, “esta batalla la tengo que ganar, por athena y por mis amigos, sobre todo por mi madre” pensaba con decisión el chico de cabellos amarillos. Bajando su mirar de la gran jícara celeste continua su andar hacia la entrada de la sexta casa hasta llegar al portón donde puede verse dos estatuas de diversas formas de Buda con pilastras de  arquitectura griega, una combinación un tanto inusual pero sin dejar de verse bella, el de cabellera amarilla comenzaba su paso , adentrándose a un destino inseguro dentro de aquella casa**