**La joven doncella de Asgard permanece inquieta e inconsolable frente del Dios Guerrero de Mizar cuyo honor y fidelidad a la familia real es tal que seguro no duaría en dar su vida por Hilda o por Flare. El valiente guerrero no se cuestiona el ¿por qué?de la precensia de Flare ante él y dentro del Santuario de Poseidón, lo único que ve es a la princesa ávida de ayuda ya que el temible espactáculo de sangre en la plaza del Pilar es indigno de su precensia, lo que seguro atravezaría por la mente de cualquier guardián es tomar a la chiquilla paralizada de miendo y sacarla fuera del peligro que también representa el posible General Marino que protege tal monstruoso pilar.**

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**La joven doncella se pone de pie dándole la espalda al dios guerrero, lentamente se da media vuelta y sonríe. -¿Cómo sabes que no soy yo Syd? tal vez si soy Flare- La ruibia mujer mira fijamente al guerrero felino, sus dos ojos celestes son tan profundos y tiernos como los de la verdadera Señorita Flare, su perfume y la manera en que cada cabello se acomoda en su frente. -¡Oh Syd tienes que ayudarme!- Se jacta con una voz melancólica con un tono indiscutiblemente suyo al pedir ayuda como si derrepente ambiara de caracter. Pero la damisela junta sus dos manos frente a su pecho y comienza a caminar directamente y sin titubeo hacia el guerrero. Su manera de andar y la posición de sus manos es la misma que le caracterizan, su terminura aunque esa sonrisa -Si crees que no soy yo Syd atrévete a atacarme.- De repente esa mujer no puede ser la tierna Flare, pero de repente es indudablemente ella. La rubia jovencita abre los brazos y sus ojos se tornan cristalinos como cuando la princesa tropezaba en el palacio y lloraba con su hermana, tal y como el corazón de Syd la puede recordar. ¿En realidad es Flare? ¿Tal vez esta poseida por algun mal o un truco de Poseidón? tal vez no lo es y se trata de una malvada ilusión... Pero, si en realidad es ella y el guerrero la asesina, ¿cómo podrá mirar a Hilda cuando se entere, cómo podrá unir su espíritu con el de sus amigos en el otro mundo, cómo poder traicionar así a Odín?... "Jajaja... El honor, valentía y la fidelidad son los sentimientos que más los caracterizan Dioses Guerreros, Fenrir tenía los mismos sentimientos y en tu corazón, tú, Syd de Mizar Zeta valoras más que nada tu deber ante la casa real, jajajaja."**

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**Syd comienza a dudar de nuevo, se debate entre el deber y la lealtad, no sabe que sentimiento seguir o si ayudar a Flara que parece tomar como una ilusión cualquiera, pero no lo es, aun sabiendo que Flare jamás se reiría tan siniestramente esa imagen de la niña preciada del palacio es inegable para el corazón de Syd, una proyección de todo recuerdo y sentimiento que tiene hacia la joven Flare, hermana de Hilda. Sin embargo el dios guerrero no se mueve y clama por que el general que protege ese enigmático pilar aparesca frente de él y mientrastanto la doncella de Asgard se acerca a él con seguridad y con los brazos abiertos con el total confort que siempre ha mostrado al acercarse tanto a él como a los otros dos guardias imperiales, Sigfried y Haggen. - Syd ayudame por favor, ese demonio me presiona el corazón.- la joven Flare con su inocensia, su ternuera y sentimentalismo derrama una lágrima que corre por su mejilla derecha y cae en su blanca ropa encontrándose a casi centímetros del guerro felino. La doncella de Asgard al dar un paso más cerca tropieza lanzado un quejido diminuto y fugáz característico de ella, comienza a caer de frente con sus brazos alzados y abiertos dispuestos a abrazarse de la cintura del valiente guardián de Asgard en un gesto inofensivo y vulnerable de una princesa necesitada de ayuda.**

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**La mujer cae al suelo sin contemplación del guerrero de Mizar, incluso en el piso esa de nuevo comienza a reir de forma siniestra, igual que tétricamente la mujer se reincorpora asumiento una posición muy rara al momento de pararse y ponerse a distancia de Syd. -Jajaja... Eres más analítico y tus apegos hacia esta jovencida son más superficiales de lo que pensé. Me ha gustado jugar un poco contigo.- La voz de Flare se vuelve ronca y poco a poco su cuerpo se desvanece tras una monstruosa figura. La identidad del general marino se revela ante los ojos del esmilodón de Asgard, un hombre demoniaco, piel blanca, ojos vacíos así como su alma, dibujando una sonrisa vil donde muestra sus colmillos afilados como un ser sobrenatural, su armadura se diferencia mucho de las demás por ser más agresiva, aunque pareciera algo dañada -Tu amigo Fenrir fué un gran entretenimiento, algo dificil de aniquilar pero al final no se necesitó de mucho, ni sus fieles lobos supieron que les pasó, jajajaja... Soy Caza de Lymnades, el General que protege el Antártico el más terrible de todos. Tu ya no necesitas presentarte, te conosco muy bien.- Caza inclina levemente la cabeza abriendo sus filosas garras a sus costados, uno de sus ojos se posa sobre el dios guerrero el cual se estrecha como si un lente enfocara un objetivo. Su mirada pesada taladra el alma viendo mucho más en el interior de Syd sin borrar su nalévosa sonrisa bestial, "Flare era solo un preludio un señuelo para ir más profundo, en tu alma y corazón hay seres a los que le debes más respeto. Eres inteligente Syd de Mizar, pero aun sabiendo la verdad nadie es capáz de eliminar a puñaladas su propio corazón...mmm... Una imagen idéntica... no, es diferente, este debe ser aquel que eliminó a Kanon en el Atlántico, debe ser un gemelo, pero su garra, jajajaja."**

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**Con su risa cínica el demonio marino se limita a escuchar las amenazas de su oponente mirando rpofundo en su corazón mientras que siente que la agresividad del guerrero estalla, pone atención a su cosmos y sus palabras así como sus movimientos, Caza entonces inclina un poco la espalda. El General Marino de Lymnades obcerva con atención como una maraña de rayos se disparan en su contra, "Jajaja, que poca cosa, su garra no se compara." medita el demonio al ver cada rayo, mueve su hombro dejando pasar uno de ellos a su lado se agacha cuando otro va de largo y utilizando su movimiento ayuda a sus piernas a impulsarse hacia arriba mientras la maraña de luz  sigue su curso de frente, pero Caza de Lymnades proyectado hacia el aire en un movimiento muy similar a los suyos donde gira en una pirueta y cae a espaldas del Syd de forma ligera y ágil como un gato, se toma del hombro en gesto de imcomodidad pero de inmediato intenta olvidar una pequeña dolencia física. -Jajajaja- al caer su malvada risa vacía se vuelve más delicada e infantil, cuando su cuerpo comienza a erguirse y a cambiar de forma a la imagen de un infante... Un niño de cabellos plateados y ojos miel, ¿a caso esa imagen es el mismo Syd cuando niño?... No, su rostro refleja enojo, sus cabellos despeinados y su andrajoso vestir no pertenecen a la forma de vestir de Syd, en su mano sostiene dos dagas doradas incrustadas en joyas que aprieta fúricamente rodeado por las orillas del bosque en Asgard donde una distinguida familia aristócrata solía pasear con su hijo. Aquella imagen del niño andrajoso busca despertar un recuerdo guardado, disparando una catarsis de memorias, un juego del corazón que apenas comienza.**

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**En las palabras del dios guerrero aquellas visiones del corazón se oyen simples, sin embargo su equivocación cae en su razonamiento e intelecto... "Jajaja, no importa que sepas quien está de trás de la imagen, no es una ilusión lo que ves, en los humanos el corazón, la memoria inconciente gobierna más que la razón, te darás cuenta que atacar una parte importante del alma te presiona el corazón y te destroza el alma, aun así destrozaré tu honor." La imagen del niño desarrapado se va haciendo más alta, tornándose en un espejo de Syd, poco a poco su cuerpo se va cubriendo de una armadura idéntica en forma a la del guerrero de Mizar, pero su color es blanco, sobre su cabeza aparece el casco de esmilodón que le dota de una sombra donde solo se ven sus ojos miel, la imagen de la sombra del tigre, aquel hombre que ayudó al Syd en su batalla contra Kanon que a pesar de desconocer su identidad conciente su encuentró disparó el lazo de sangre en el corazón. -Syd de Mizar Zeta, ese manto y nombre no te los mereces, eres débil, siempre que has tenido que derrotar a un oponente yo tengo que ser el que le remata por que careces de la fuerza. Fuí elegido como la sombra de Zeta solo por que no tube las mismas oportunidades que tú en la vida. ¿En serio crees que todos los guardias reales son elegidos por sus habilidades? Sigfried y Hagen, su linage siempre ha estado a un lado de la familia real, tu solo entraste por que eras parte de la familia más rica de Asgard y eres conocido como unn dios invencible solo por que yo siempre he estado ahi para cubrirte la espalda, hubieras caido en otra dimensión si no hubiera sido por mi ayuda... ¡Débil!- Las palabras del guerrero de la sombra son utilizadas por ese sentimiento que se guarda en el alma de Syd al saber que siempre ha estado acompañado. El guerrero sombra de Zeta alza los brazos en una posición de batalla muy idéntida a la de Syd, sus garras emergen como grandes cuchillas filosas y un cosmos blanco comienza a rodearle de forma amenazante.**

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**Los ojos de aquella imagen casi idéntica se posan directamente con la mirada de Syd, sus la mirada de ambos se conecta y el tigre blanco busca que el guerrero de Mizar le vea en lo más profundo de sus ojos, donde se logra mirar el alma, lo que encontraría tras el velo de color miel no sería un engaño, un reflejo de su corazón y de su lanzo de sangre con un hermano quien fué obligado a vivir a su suerte, el demonio Lymnades no existe en aquella mirada, los ojos de Caza eran totalmente negros y vacíos, sin alma, pero esa mirada proveniente del que ahora ya tiene nombre, Bud, es distinta, idéntica a la del niño con ambas dagas en las manos. El simple hecho de llamarle Caza a quel hombre de blanca armadura pareciera ilógico, nadie aun conociendo la identidad del mismo demonio había resistido tanto tiempo al ver el reflejo de su corazón... -Eres débil Syd, fuí obligado a ser tu sombra, pero ahora quien mejor que yo para ocupar el verdadero lugar de la estrella Zeta.- No pareciera que Syd le hablara al demonio del mar y este seguía la interpretación del guerrero de Alcor.

Bud sonríe y mece su cuerpo hacia atrás -Jm... Hermano, ahora conocerás el verdadero poder de la garra y el colmillo... Shadow Viking Tiger Claw- El guerrero de armadura blanca lanza su golpe contra el mismo Syd con descomunal rugido de tigre, de sus filosas garras impulsan una brillante luz blanca que se tranforma en una red y maraña de rayos luminosos, una técnica aunque parecida a la garra del Syd posee una naturaleza diferente, un odio y furia se plasman desde el corazón de Mizar en la misma garra de su hermano. Aquel que tal vez viera la ejecución de esta técnica desde un tercer plano vería que es una vil y burda imitación, pero Syd logró ver el poderío y velocidad de este ataque al ser defendido de Kanon, su memoria guarda la imagen de la Garra Sombría del Tigre y seguro la verá con su neta superioridad, una velocidad incomparable para el mismo Syd y con una fuerza que tampoco el puede lograr en su conmillo. La imitación de tal técnica busca generar el impacto contra el oponente no solo física, sino demostrando un shock emocional que seguro evitará que Syd pueda verse capáz de evitarla.**

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