Prueba de Rol: Dubhe Alpha - Saint Seiya Victories

** Después de tantas batallas y tanta sangre derramada, la atención se desplaza hacia el último punto de Asgard donde yace el mayor monumento del palacio y así mismo del país entero en honor al Dios vikingo: La estatua de Odín; Sin embargo, el foco principal se proyecta hacia la terraza de la plaza, en donde la brisa gélida del norte comienza a transformarse tras la llegada de los caballeros de bronce con una inclemencia y una fuerza realmente increíbles, aligerándose sobre un punto en especial donde da lugar una serie de pequeños remolinos de viento que transforman el aire en ventisca, creando un espectáculo de matices en forma de diminutos rayos los cuales varian entre la gama de los azules; Pocos segundos dura esta demostración, pues repentinamente una energía propiamente llena de calor y esencia humana comienza a detener el impulso provocando una gran onda de vapor que suplanta el movimiento huracanado generando una especie de cortina que impide revelar en primera instancia a una humanidad que se distingue justo en el epicentro... pero con el pasar del tiempo, aquella figura empieza a hacer más nítida y entonces todo su cuerpo se aprecia de una mejor forma: como si de un guerrero por excelencia se tratara, portando con terrible honor y elegancia una armadura azulada que se ajusta a las dimensiones de su físico, así es como se presenta el último guardián de Hilda, aquel que con solo su apariencia y su postura de ambos brazos sujetando su cadera, despierta consigo un sentimiento propio de leyenda - Los felicito por haber llegado hasta aquí - murmura con un tono de voz totalmente masculino, comenzando a avanzar algunos pasos hacia el frente con total despreocupación y una enorme muestra de confianza - Pero debo decirles que no tendré piedad apesar de sus heridas. Yo soy el héroe y el Dragón, Alfa es mi estrella y Siegfried mi nombre - agrega con un dejo de orgullo, deteniendo en seco su andar para lucirse enfrente de los enemigos **

** Llegado ya a determinado punto de la batalla en donde medirán más que sus fuerzas físicas, la mayor atención se desplaza hacia Siegfried quien muestra su postura completamente dispuesta - Debo reconocer que tu ímpetu es extraordinario, ¡pero no vencerás con optimismo! - murmura, cuando una serie de partículas blancas como la nieve comienzan a rodearlo de manera inmediata, dándole un aspecto aún más heroico junto a la armadura que realza sus tonos y el aspecto de la leyenda - ¡Defiéndete, Pegaso! ¡Está vez mi golpe acabará contigo! - grita con total seguridad, extendiendo ambos brazos hasta la altura de su cabeza y descendiéndolos rápidamente en una pose particular, pues en ese mismo instante en el que ambos puños se recargan de todo su poder, la guardia baja en el punto débil del Dragón dejando libre su corazón y es entonces cuando la figura del legendario Sigfrido del mito hace gala de aparición a sus espaldas... - ¡DORAGON BUREEVAESUTO BURIZATO! - pero justo en aquel momento, es cuando el silencio es destrozado por la exclamación de una bestia que se dibuja en los brazos del vikingo y al momento que este desata todo su ken, una especie de resplandor en forma de ventisca trae consigo a la peor de las tormentas, avivada por nieve y fuertes vientos que desplazan aquella energía a una velocidad increíble hacia la humanidad del Santo de Athena con la única intención de darle un golpe final y letal ante la fuerza que emana de su cosmos, sin duda sin igual y propio de un sujeto de su jerarquía; la leyenda hecha hombre, el famoso guerrero inmortal **

Siegfried de Doble Alfa // Comandante Nórdico
"Yo soy el héroe, el hombre y el dragón... Siegfried es mi nombre y Alpha mi estrella"