Yo el lobo del norte, Phenril de Alioth èpsilon acepta tu desafio seras mi proxima presa

** Despues de la derrota de los santos de bronce a manos de los dioses guerreros de asgard, el santuario decidiò enviar a un grupo de caballeros de plata con el fin de remendar la ineficacia de los santos de bronce por no optener los safiros de odin. Es justamente uno de los mienbros de grupo que toca el foco de atenciòn en el interior de aquel bosque frondoso en el cal poco a poco se filtran los ultimos destellos de luz al caer el atardecer que a pesar del clima hostil el ambiente en el interior del bosque era raramente calido, como un mal presagio ante la llegada de uno de los caballeros plateados mas precisamente el santo de la constelaciòn del centauro, un hombre fornido de rojos cabellos y con cara de pocos amigos avanza de manera agil y rapida por el interior del bosque despertando nuevamente la quietud de aquel lugar con la intenciòn de que aquellos guerreros que se encargaron de eliminar a los inutiles caballeros de bronce se aparesca de una buena vez por todas. **

**bajo el lienzo cósmico el cual destellaba los últimos fulgores del gran astro reino los cuales iluminan el majestuoso reino de asgard. El santuario de Atenas había mandado un ataque hacia aquellas tierras subestimando el poder de los guardianes del nórdico país enviando solo caballeros del bronce, los cuales fueron derrotados sin mayor, y ahora una nueva ola de las huestes del santuario invadiendo aquellos invernales parajes.

En un bosque del cual se resaltaba la altura de los pinos, se podía ver corriendo a través del mismo diez siluetas una de ellas humana y las otras animalescas, las cuales se movían a gran velocidad como si estuvieran cazando su próxima víctima, y de tal manera se trasladaban por aquella arboleda detectando un olor extranjero parándose entre las sombras de las frondosas ramas que tapan la luminosidad solar –creo que he encontrado nuestra siguiente presa…Jinn es hora de sacar a las ratas de aquí…--dice una voz feral y llevando su mano hacia su boca pone su dedo índice y pulgar en su boca y dejaba salir un agudo oído seguido por lo que parecían aullidos los cuales rompían el silencio del lugar y las fisionomías que estaban paradas rompían nuevamente en una carrera en dirección del olor recientemente rastreado**

** El tiempo transcurre mientras el santo de plata avanza a toda velocidad evitando toda aquella maleza que se interpone a su paso agil y veloz ante la adversidad que la naturaleza le impone... en su avance el aullido de los lobos llegan a sus oidos, el santo sabe a la perfecciòn en la situaciòn en la que se encuentra, evidentemente ha llamado la atenciòn de una manada de lobos salvajes, pero no le impide que continue avanzando pero contrario a eso detiene el avance mientras que sus sentidos le permiten ubicar la direcciòn por la que de un momento a otro serà alcanzado por la manada de bestias. Sonrie de lado mientras que respira calmado, su cosmos que dominan los atomos de los aires, los manipula alterando la temperatura ambiental lo que hace que la atmosfera que en su momento era calida cambie rotundamente transformandose en un clima completamente hostil e insoportable para cualquier tipo de vida salvaje... cientos de aves revolotean el cielo avandonando los arboles ante el calor extremo al mismo tiempo en que una densa niebla la cual es producto de la evaporaciòn de la humedad cubre gran parte de aquel sector del bosque que en unos pocos instante se ha secado casi por completo y a su ves siento ocultado por la niebla impregnada incontables aromas producto de la evaporaciòn de los jugos naturales de las yerbas al igual que los arboles que se vieron afectados por el rudo cambio de la atmosfera. **

**a lo lejos se podía ver una niebla y sentir un gran calor al acercarse a ella, aquella figura humana se detiene a unos cuantos metros de aquella densa capa y sin previo aviso corre hacia un árbol trepándolo. Colocando de nueva cuenta sus dedos en su boca deja salir un estruendoso silbido y de nueva cuenta un aullido rompía la armonía de aquel lugar, y rompiendo su formación aquellos lobos se separaban en dos grupos, cinco yendo  a la derecha y cuatro hacia el flanco derecho escondiéndose a una distancia prudente de aquel que destruyo la naturaleza. –así que ya llegaron las ratas mayores….grrrr…acabo de encontrar mi nueva presa y veo que esta si sabe pelear—dice una voz rasposa y feral la cual provenía de arriba de un pino a una longitud un tanto lejana de la nube de vapor aguardando así que diera la cara su futuro oponente**