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que onda leo, jaja pues te lanzo un reto que ojala me lo aceptes por que estoy intentando el ir mejorando con kanon, quien me estan resultando complicado el canjijo jajajaja, que estes bien viejo un saludo fuerte.
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Saludos, Kanon de Dragón Marino:
Con gusto acepto tu reto. Te debía uno, y espero no defraudarte en combate. Sin más ni más, esperemos un juez.
Gracias de antemano.
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De: Hiei |
Enviado: 01/06/2011 04:43 |
Lugar: Entrada al Santuario (Encuentro Argol de Perseo y Aioria de Leo)
Condiciones: Atardecer cálido Contexto: A crear. Inicia: Kanon de Dragon del Mar
...:::ROLL ON:::...
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**el atardecer sirve de telón abierto para una nueva posible batalla sangrienta contra el santuario, pues un enemigo desconocido y de orígenes grecos ha vuelto para declarar la guerra y su ambición amarga de apoderarse de los gobierno de atenea, en solitaria marcha avanza por el paraje al descubierto, sin importar que pueda ser detectado u obstaculizado ya que dentro de sus intenciones estar el acabar con quien se oponga a su voluntad, así es como se dirige el vestido con mantos negros y de salina escéncia**
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**Era una extraña tarde en el santuario de Athena. En el horizonte, un ensangrentado sol moría; iluminando con sus últimos rayos las dóricas y jónicas estructuras. Un extraño hombre avanzaba como la peste, ocultando su identidad e invadiendo el santuario de la diosa de la guerra justa.; acto prohibido y difícil para todo aquel que no fuese un guerrero al servicio de Athena, o conociese los pasajes. -¡Alto ahí!- se escuchó exclamar una profunda voz con autoridad, resonando por todos los peñascos. Desde algún risco cercano, un hombre indistinguible se lanzó con valentía para aterrizar de pie frente al intruso, con agilidad felina. Su adónico y escultural cuerpo era revestido por una sagrada armadura dorada, chispeando al roce del sol. A sus espaldas caía una elegante capa te seda tan blanca como la nieve de Asgard. Su cabeza era protegida por un yelmo dorado que imitaba a la perfección las crines de un león, mientras que un rostro serio y varonil, una castaña cabellera jugueteando con el viento y un par de centellantes ojos esmeralda completaban a aquel guerrero. Aioria era su nombre, y era un santo dorado al servicio de Athena. El quinto santo de oro, el de Leo. Impedía el paso al extranjero, y lo miraba con el ceño fruncido, mientras elevaba su brazo derecho en dirección de su antagono, señalándolo con el dedo índice. -¡¿Qué no sabes que este lugar está prohibido?!- cuestionó con fuerza el león. -¡Regresa por donde viniste y nunca vuelvas, extraño!¡Un paso más y tendré que matarte!- ordenó Aioria al oculto entre ropas negras. Y entonces quedose en silencio, aguardando la respuesta del invasor. Algo extraño había en aquel hombre, y Aioria no podía decifrar que era; sin embargo era un caballero de Athena y su misión era proteger el santuario. **
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-¿matarme?- cuestiona la palabras del enemigo que obstaculiza su marcha, - tan pronto aparecen los llamados caballeros dorados- parlamenta sin preocupación por quien se ha parado en medio de su camino, -tendré que decepcionarte pues no pienso retroceder ni escucharte, mas bien pretendo hacer mi voluntad la cual esta cerca de lograrse y si te atreves a rebelarte contra mi solo lograras ocasionar tu propia muerte- dictamina sus deseos y la suerte del greco si no cumple con sus demandas, pero para que no quede en una amenaza vacía decide acompañarla con un ataque frontal, cuyo explosivo movimiento y gran agilidad refleja un mínimo de las capacidades del invasor, quien trás su túnica oscura esconde el puño tensado y lleno de fuerza preparado para el golpe que pretende dar**
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**Osado y atrevido, el invasor contestaba las palabras de Aioria, negando su regreso al hoyo del cual había salido. Además, ahora amenazaba al caballero dorado con matarlo. ¿Quién se creía este hombre? ¿Sabía acaso a quién amenazaba? Tal vez. Tal vez no. La tensión ahora se sentía en el aire y Aioria se percataba de que aquel hombre no era un enemigo común. Entonces, adelantándose al invasor, Aioria concentró su fuerza en su puño derecho, y con una increíble velocidad, lo lanzó directamente a lo que creía que era el rostro de su enemigo. El primer golpe de la batalla. ¿Resultaría? ¡Aioria aún no sabía a lo que se enfrentaba!**
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De: Br3nd0K |
Enviado: 26/07/2011 00:32 |
No hai mucho por agregar salvo lo que pudo ser una interesante batalla que se vio opacada por la ausencia de un rival. .
Sin mas contratiempo el vencedor es: Aioria de Leo
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