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Retos y Batallas: Reto al Búfalo de Oro
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| De: Sharingan (Mensaje original) |
Enviado: 14/05/2011 16:57 |
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Si tienes el valor de enfrentarte a mí...Aldebarán de Tauro
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Solo sino te molesta que conteste con retrasos, estoy un poco atorado de tiempo y trato de darme momentos para los eventos en los que estoy, además tengo un post de combate pendiente y aun no lo puedo contestar… > >U… sino te molesta que obviemos la regla de manipulación acepto el combate.
 "¡Caballero admiro tu valor!. Su fe y su fidelidad hacia Atenea es increíble, nunca he tenido adversarios tan capaces. ¿Por qué me veo obligado a enfrentar tales hombres?, los respeto, los admiro" (Siegfried de Dubhe ALPHA) |
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Así será, aceptadas tus condiciones espero que un Juez interventa en este combate para iniciar
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De: Hiei |
Enviado: 17/05/2011 04:40 |
Lugar: Casa de tauro
Condiciones: Proximo amanecer. Ligero aparecer del sol, clima calido
Contexto: A crear.
Inicia: Shion de Aries
...:::ROLL ON:::...
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**El tiempo de la lucha, el dolor y la sangre llega nuevamente a esta tierra con el despertar del Dios Primordial Hades que ah desencadenado del mundo de los muertos a un sujeto cuyo poder es comparable con el de las fuerzas cósmicas más antiguas. Regente alguna vez de Athena que ahora se traslada hacia el mundo de los vivos una vez más. Donde la noche agoniza al tiempo del pasar de sus últimas horas sobre el mediterráneo griego en las tierras occidentales. La frescura de la atmósfera desciende como un sutil rocío sobre la verde vegetación del algunas zonas, en las altas copas de los árboles de la región que adornan extensos e implacables montañas; en una de ellas se alza esplendoroso el Santuario Griego con sus columnas distintivas en blanco color mármol así como sus plazas de entrenamiento abatidas por el poder de los Caballeros. Es en aquel calmado paisaje que una oscuridad espectral se cruza escurridiza sobre los últimos instantes de oscuridad, invadiendo sin vacilo la casa primera del zodiaco Aries cuyo guardián se encuentra fuera de puesto, protegiendo Jamir y la torre milenaria; aquella casa le conduce a la larga escalinata que antecede al templo de Tauro. Pronto los escalones son superados por la sombra que oculta su presencia misma bajo las tinieblas que, amenazadas por una creciente línea carmín al horizonte anunciando el próximo amanecer, abrazan su figura totalmente ante la entrada del gigantesco Partenón griego**
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**En el ahogado sol que se extingue en aquel horizonte del Santuario mientras el reloj de fuego en la duodécima figura Pisis siente la luz culminante del astro Rey mas cercano al planeta, las pisadas metálicas del caballero dorado provenientes de su túnica que envuelven sus pies, resuenan fuertemente en su templo solitario, recinto cual posee signos de batallas pasadas, bajo la gloria de ser santo ateniense quienes son protectores contra las fuerzas del mal, aun sereno el vigoroso santo llega hasta un pilar en el centro del templo y recarga su cuerpo sobre el mismo al sentarse en la base naciente de aquel pilar, alza su mirada al techo del templo posando sus enormes manos sobre sus vigorosos muslos, tranquilamente cierra los ojos en una sonrisa carismática recordando la batalla contra Seiya y sus amigos exhala una leve risa al recordar como fue derrotado por los valerosos santos de bronce y por haber sido engañado tantos años por Saga...
.... imágenes vagas en batallas surcan la mente de Aldebaran cediéndose en una ultima imagen contra el general marino Sorrento de Siren cuya batalla bajo decisión propia de Aldebaran pierde el sentido del oído...
... bajando el rostro hacía el suelo relajado en la nocturna noche que cubre el santuario, abre sus ojos mientras alza su mano derecha con el cual escudriña dentro de la muñeca de su brazo izquierdo, tomando delicadamente una flor violeta con la punta de sus enormes dedos...
...observa agraciado aquella flor que le otorga sentido a su ser como caballero dorado al proteger a las pequeñas personas conocidas como niños al darles un futuro lleno de esperanza de esta manera noble caballero se sumerge en sus pensamientos transportándolo a un campo de flores acompañado de sus camaradas dorados, se encuentra completamente con su guardia baja sin esperar la llegada de aquel santo renegado que a entrado en Tauro**
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**Pasos lentos, nada disimulados, entran en aquel templo sagrado del Toro celestial. El mármol es impactado por cada uno de ellos creando, en medio de ambos, un estruendo metálico que hace resonar y vibrar la armadura metálica que presume un brillo igual de profundo al de las sombras que imperan en bajo el resguardo de las altas columnas estriadas ante toda la extensión arquitectónica de aquella casa. Pronto el ente invasor vislumbra a la lejanía, en el fondo de la estructura, a un coloso sentado en total calma y tranquilidad, de dimensiones desproporcionadas a las de un mortal cualquiera y cubierta su piel con una coraza de oro puro y reluciente de donde sobresale un cuerno del yelmo de tal ropaje -No puedo creer que existiera alguien que haya podido cortarle un cuerno al Gran Aldebarán- Menciona arrogante y presuntuoso aquel ser que envuelve su silueta con el manto mortuorio del inframundo, una capa desgastada y vieja que presume rasgaduras y pútridas puntas rozando en el suelo mientras su andar se detiene a unos metros del centinela griego**
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**El coloso dorado por medio del sentido del tacto siente cada una de las pisadas sin disimulo que se acercan a él, alza la mirada en dirección a la oscuridad de su templo en donde provienen esas vibraciones, seriamente observa el emerger de un ser oculto entre las sombras cubierto con una extraña tunica oscura, el séptimo sentido de Aldebarán se siente recorrer sobre todo el enorme cuerpo del toro dorado sin elevar brillo alguno, hace uso Aldebarán del séptimo sentido para suplantar el sentido del oído que no posee y lograr captar cada palabra del espectro invasor, entona Aldebarán el grueso sonido de su voz…
[¿Quién eres? Al parecer sabes bien quien soy, sin embargo tienes el atrevimiento de anunciar abiertamente tu llegada, debes tener una gran confianza en ti mismo]
…el fornido guerrero de Athena coloca aquella flor púrpura en el gorjal de su armadura dorada mientras al mismo tiempo se levanta en una postura simplemente de pie, sube su mano derecha por enzima de su enorme hombro izquierdo toma de su gran capa blanca, extiende su brazo derecho hacia el perfil derecho de su cuerpo quitándose su enorme capa blanca arrojándola en aquella dirección, el búfalo dorado no pierde de vista al extraño invasor, menta para si…
{Ciento una fuerza sobrenatural que aflora en este sujeto, extrañamente esta sensación me es familiar}
…a pesar de la postura simple del caballero de Tauro, refleja una potente guardia que resguarda su templo**
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(Aldebarán, las excusas sobran y las disculpas me faltan. Lamento dejarte esperando tanto tiempo. Solo espero que tengas ganas de continuar)
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**Finalmente el majestuoso astro solar llega a la cumbre del amanecer, cuando deja resbalar suavemente sus rayos dorados sobre la casa de Tauro; misma que es invadida por la sombría figura que, aún después de los vocablos autoritarios del centinela de dicho templo, continúa en paso firme y seguro hasta sofocar la distancia, quedando una escases métrica justo frente al corpulento sujeto -Aldebarán, ¿Es acaso que ya olvidaste mi voz?- Cuestiona en tono congruente mientras su rostro oculto se alza un poco, dejando que aquella iluminación amarillenta le toque por un pequeño instante dejando ver, en la brevedad del mismo, las facciones delicadas y finas que contornean el rostro de aquel sujeto. Con el particular brillo violeta de sus ojos que fijos observan al toro y distinguiéndose entre ellos dos lunares de la misma coloración dando fe de su raza -Un caballero fiel como tú...Debería arrodillase ante mi presencia- Alega finalmente dejando que su palabras resuenen por todo el templo, chocando entre los altos muros haciendo un espectral eco con aquel tono soberbio**
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**El
toro dorado observa al extraño cuando un reflejo del sol ilumina su
oscuro rostro, sin duda era parte de la descendencia del pueblo de Mu,
un leve gesto de asombro se observa en el rostro de Aldebarán, piensa
para si…
{¿Un
lemuriano? Creí que solo Mu y su discípulo eran los últimos de su
gente, esta sensación me molesta mucho, siento que conozco a esta
persona pero a la vez una macha de oscuridad invade su ser}
…el
oscuro templo de Tauro comienza a aclararse en el reflejo de la luz
solar que ya ha emergido sobre el Santuario de Athena y atraviesa las
aberturas de la magna edificación greca, el fornido guerrero al captar
las palabras del extraño da un fuerte paso al frente con su pierna
derecha el cual hace vibrar fuertemente todo el suelo de su templo, en
un estado de animo irritado Aldebaran eleva severamente su voz …
[¡Jha!
Dices que debo conocerte y sobre todo inclinarme ante ti, no me hagas
reír, soy un santo dorado fiel a Atenea y tu intruso, será mejor que me
des una muy buena razón para no hacerte pedazos ¡a hora mismo!]
…la
colosal cosmo energía aplastante de Aldebaran comienza sentirse en su
interior tornándose amenazante, el protector de Tauro a pesar de su
cambio de actitud mantiene una impecable guardia ante el renegado
sapuris en frente de si, caballero dorado que espera una pronta
respuesta que decidirá el desenlace entre ambos caballeros**
((Las disculpas estan de mas Sharingan, recuerda que yo mismo dije que mi tiempo tambien es apretado,asi que no te preocupes... n n)) |
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**Palabra alguna se abstiene de salir desde los labios del invasor quien, al presenciar la elevación cósmica del toro, hace arder su propia energía vital estremeciendo su cuerpo lleno de vitalidad, con un vigor digno de la juventud que hace conducir la nebulosa de cosmos por todo su cuerpo inundando cada parte de sí mientras su brazo diestro hace una brusca maniobra lanzándose hacia un costado para luego arremeter como una garra hacia su pecho donde apresa la capa grisácea que le rodea, tirando de ella en un movimiento feroz hace que la tela, pútrida y desgastada, se desgarre cortándose entre las partes afiladas de la armadura que a continuación se puede observar entre sombras y resplandores dorados que el escenario propicia. Opacando las sábanas de oro que el sol cierne sobre la casa de Tauro, con un brillo aún más intenso y profundo, tan inmensamente hermoso como el mismo universo con sus matices morados, violetas y azulados que componen la armadura bajo el diseño del carnero que ascendente al cielo. -¿Cómo osas desafiarme Aldebarán de Tauro?, Si no me obedeces ahora entonces...Encontrarás la Muerte- Alega en aquel instante en que su cuerpo se muestra totalmente bañado por el cosmos espectral que hace resaltar la bella coloración de sus ojos, aguardando sofocar la furia del presente con el imperial respeto que su rostro y porte dan a conocer. El del Verdadero Patriarca del Santuario**
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