[[ Escalinata a la Cámara Patriarcal]] - Saint Seiya Victories

[[ ESCALINATA A LA CÁMARA PATRIARCAL ]]

Has logrado atravesar las 12 casas del zodiaco, y vencer a los santos de oro. Sin embargo, una prueba más te aguarda. Antes de encontrarte con el gran maestro, una larga escalinata cubierta por rosas envenenadas tienes que atravesar. Estas rosas diabólicas reales sumen en un sueño tremendo y arranca los sentidos a quién aspire su fragancia o sea herido por sus espinas, hasta hundirlo en los brazos de la muerte. ¿Podrás atravesar el jardín mortal de rosas?

** Al quedar atras la casa de piscis, se puede ver al caballero de pegaso justo al levantar con un gran poder su puño - Ya no puedo seguir más tiempo en este lugar - y mientras habla en su mente se revuelven las palabras y las enseñanzas de su maestra Marian "Seiya, nunca te rindas aun y cuando tu enemigo sea más fuerte, tu puedes logras grandes milagros, únicamente debes de despertar la explosión de còsmo en tu corazón, recuerda cuando te pusiste por primera vez esa armadura de bronce, recuerda el poder que despertaste, úsalo, ¡despierta tu poder Seiya!" entonces, sin medir aparentemente las consecuencias y arriesgando su propia vida Seiya termina por destruir las ultimas rosas rojas mientras dice - Marin tiene razón, nosotros somos los caballeros de la esperanza - "Voy a derrotarte con todas mis fuerzas y no voy a detenerme hasta que pagues por las vidas de los valientes caballeros que se sacrificaron por Saori... la verdadera Atenea" y asì el caballero de bronce logra alcanzar la camara del gran maestro en donde librarà la batalla final en contra de este mal que se apoderò del santuario. **

**Parece haber un último obstáculo antes de llegar hasta el Salón Patriarcal, unas escalinatas que destilan olor de rosas recien separadas y arrancadas, al ver aquello la amazona de bronce medita "Eso quiere decir que Seiya logro pasar por este sitio y que se encuentra batallando... Pero, entonces, ¿porque su cosmos se ha apagado?. No hay tiempo, debo apresurarme" dirijiendose entonces velozmente por el destino trazado**