Marin, creo que tenemos un combate pendiente jeje, asi que vamos a saldarlo por este asi que, Yo Oddysseus acepto tu reto, Solo esperamos a un juez y que comienze la accion
Contexto: Marín cuida de un Seiya en coma, tras la batalla contra Hades. Sin embargo, los dioses han enviado a Odysseus a asesinar a Seiya y a cualquier otro que se haga llamar un santo de Athena. Marín enfrentara a Odysseus para defender a Seiya
** El designio de los dioses ha sido dictamindado, la muerte de todo aquel que se conozca bajo el nombre del santo de athenea debera ser eliminado, es por ello que los dioses han mandado a este joven gallardo, pero su mision era especial no debia matar a cualquier santo sino al asecino de los dioses aquel que levanto su mano contra Hades y Poseidon, es por ello que este gallardo debera acabar con este insolente y con todo aquel que se interponga en su camino. Es por ello que este joven zurca los cielos y sobrevuele la tierra, hasta el punto de llegar hasta la mansion Kido, donde su adversario lo resguardia, este enviado aterriza en aquel bello y extenso jardin y en este momento se dirige hacia la entrada de aquella mansion...**
**Unos ojos
perdidos en la nada, unos cabellos movilizados por las corrientes, un ente
demostrado como un vegetal sin vida, como si su alma se hubiese escapado de su
cuerpo, un ser humano que yace en una silla de ruedas permanece inerte en la
misma posición, el mismo estado desde que… desde la última batalla que sostuvo.
Ante aquel avanza una joven que con la luz artificial se divisa como una
muchacha vestida con una armadura azulada y una máscara cubriendo su rostro,
-Seiya- expresa una vos femenina sosteniendo una manta en sus brazos, la pelirroja muchacha
cuida de su pupilo, a pesar de saber que sus palabras no son oídas continua:
-Seiya, te has esforzado tanto, todo este tiempo nunca te has rendido, ahora déjame
cuidarte- cuando extiende ambas manos desdoblando la manta y cubriéndole las
piernas cariñosamente como si se tratase de un hermano querido. De repente la
tranquilidad y el silencio son destrozados por unos vientos rápidos que parecen
cortar el aire y la pacifica noche en la mansión Kiddo. -¿Hmpm?- musita inquietada
colocándose de pie entonces haciendo puño con ambas manos, prudente y serena
desdobla totalmente la manta cubriendo al santo de Pegaso como si tratase de
ocultarlo**
** El cuerpo de pegaso parece encontrarse en el fondo de aquella edificación, según los dioses es donde Pegaso descansa, aprovechando su ventajosa posición este joven se eleva de tal forma que la casa quede a sus pies y de esta manera el cosmos de este gallardo se eleva de una manera abrupta y poderosa... Segundos después este joven con su increíble poder crea una lluvia de lanzas doradas y filosas que son dirigidas hacia aquella mansión bajo la intensión de destruirla por completo a ella y a todo lo que se encontrara dentro de la misma...**
**Aquellos movimientos no son predichos por la amazona quien solo escucha como las paredesy la eidificación en general son resquebrajadas y heridas como si se tratase de un simple papel destrozándose, a cuestas y en servicio de salvar la vida a su pupilo corre antes que aquellas lanzas perforen su cuerpo o a su protegido, ya que al hallarse cerca de la puerta, no tiene mas opción que salir de la derruida mansión a toda velocidad y casi sin aliento, "Ese no es un poder natural" piensa colocándose en guardia, -Sal desde donde te encuentras- desafía poniendose como escudo alrededor de un Seiya mas muerto que vivo**
** Las lanzas perforan por completo aquella mansion, pero una bella mujer parece salir de aquel lugar. Este gallardo manteniendose en los aires busca a el cuerpo de Pegaso "Hay estas, Pero, quien es esa mujer que lo acompaña?" Se pregunta este joven mientras que su cosmos se volvia a proyectar ahora ya con un blanco fijo, el cuerpo de pegaso y el de aquella mujer, aquella que interfirio en los planes las lanzas van a perforarle sus puntos vitales -- Lamentaras no haberte dejado matar por la edificacion, ahora moriras ante mis lanzas -- Amenaza mientras que observa como aquellas lanzas doradas son dirigidas a una velocidad sorprendente capaz de acabar con todo lo que toquen... **