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De: ikkinofenix (Mensaje original) |
Enviado: 10/04/2012 18:31 |
Dejo este reto abierto a a cualquiera que guste cruzar contra mi su poder, vamos acérquense mi colección tiene que aumentar
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Yo acepto tu reto, Máscara de la Muerte. Te mostraré lo que un verdadero caballero de oro puede hacer.
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Aioria de Leo Vs Máscara Mortal de Cáncer
xxVsxx
Lugar: Casa de Cáncer
Condiciones: Anochecer. Propios de la Casa de Cáncer.
Contexto: Aioria se ha enterado de la traición del Gran Maestro, así como de que Máscara Mortal siempre fue un traidor al santuario. Sin perder ni un instante, baja del templo de Leo a castigar al cobarde santo de Cáncer.
Cantidad de turnos: Hasta que uno caiga, o se rinda.
Juez: Sharingan - Febo Abel
Inicia: Aioria de Leo
:: Roll On :: |
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**El sol se esconde tras las escarpadas montañas de Grecia. Sus últimos rayos ensangrentados iluminan con ternura el las 12 casas del zodíaco, hogar de lo más poderosos soldados de Athena. Los caballeros dorados. Hombres con increíble poder, que luchan en nombre de la paz, y la justicia; en nombre de Athena. Sin embargo, algo no anda bien en el santuario. Desde que una nueva figura ocupó el cargo de Gran Maestro, la corrupción ha invadido el santuario y ha manchado el buen nombre de los santos de oro. En la escalinata que conduce del templo de Cáncer al de Leo, una elegante y justa figura aparece bajando. De piel tostada y alborotada cabellera castaña, aquel hombre muestra en su galante rostro una mueca firmeza. Su adónico cuerpo es revestido por una de las doce armaduras de oro, que chispea al roce del sol; mientras que una blanca cada de seda ondea a sus espaldas. Un yelmo dorado que imita a la perfección las crines de un león corona su cabeza; mientras su mirar esmeralda se postra en el templo anterior al propio. Sus pasos son firmes y marciales, como si nada en el mundo pudiesen detenerlos. Al estar ya frente al templo del cangrejo de oro, aquel muchacho exclama con fuerza -¡Sal de ahí, Máscara de la Muerte! ¡Miserable cangrejo!- exclama. Aioria siente que es su deber poner orden al santuario, y hacer pagar a los traidores. ¡Aioria de Leo contra Mascara Mortal de Cáncer! ¡Una lucha entre santos de oro!**
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**La casa de Cáncer, sitio de temibles leyendas que surcan a
través del santuario, la cuales hablan de que la misma puerta al infierno se
encuentra en aquel recinto. Y es así que se escucha en la tranquilidad fúnebre
de aquel Partenón, un grito de reto
hacia el temido guardián de dicho lugar, el cual comienza a caminar hacia la
salida trasera dando pasos firmes, los cuales resuenan con un eco metálico en
aquella estructura. –Así que el gatito ha
bajado de su cueva…-- dice una voz tétrica y amenazadora desde el interior de
los aposentos, a la par de que cuando habla este ente, se comienzan a oír
susurros y lamentos en la escena. Y con ello aquel santo se muestra, ante el
invasor de sus dominios, denotándosele un cabello azulado alborotado, con una
mueca de maldad pura en su rostro, junto con una capa de seda blanca la cual
ondea ligeramente, y con aquella agresiva armadura de cáncer, la cual destila
pequeños fulgores gracias al ya casi escondido sol del firmamento. --¿Qué es lo que quieres aquí basura…acaso
vienes a que te de una lección en modales?—cuestiona aquel corrupto ser
mientras su visaje se tiñe de un sentimiento de reto hacia el quinto guerrero Atenienses**
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**Una expresión iracunda se dibuja en el rostro de Aioria al ver a Máscara de la Muerte. Poco a poco, una luz dorada comienza a rodear su fisionomía, haciendo ondear la blanca capa a sus espaldas y demostrando su poder. Sus músculos se tensan con fuerza, y una furia nubla su mente. El león sabe de los crueles juegos del santo de cáncer, y como ha torturado y asesinado niños inocentes, y guarda sus almas como trofeos. Como un rugido, Aioria exclama a santo dorado traidor -¡Tus crímenes serán pagados hoy con tu vida! ¡No eres un caballero! ¡Ni siquiera eres un hombre!- Entonces, su energía se concentra en su puño derecho. -¡Atácame tan cobardemente como lo hiciste con esos niños!- dice, mientras lanza su puño a una tremenda velocidad en dirección del lejano rostro de Cáncer. Un haz de luz dorada sale disparado de su puño. Una proyección de su energía, viajando cual veloz saeta, buscando impactar el rostro del cobarde. ¡Una batalla entre santos ha comenzado! ¡La justicia contra la crueldad!**
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**--Mocoso estúpido ve a lloriquear al muerto de tu hermano no a mi…son
mis trofeos y no es algo que podrás hacer para impedir que lo siga haciendo…-- y
con ello el ente maligno comienza la aglomeración cósmica de su parte, denotándose
un olor a putrefacción y muerte destilando de su ser y de tal manera en un
fugaz movimiento hacia la izquierda esquivando por completo aquel ataque de su
oponente –Eres una basura…hasta tu
hermano creo que le dio mas pelea a Shura y eso que estaba huyendo…-- dice
aquel malvado caballero y con ello en un fugaz desplante hacia atrás se adentra
en sus dominós, en aquel pandemonio denominado como santuario de Cáncer, lugar
donde él manda, y que se comienzan a escuchar gritos agónicos del interior del
mismo**
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**Los ojos de Aioria se abren furiosos, y su cosmos crece violentamente ante las palabras del cangrejo. La capa a sus espaldas se mueve con violencia, y la luz alrededor su cuerpo se intensifica de una gran manera. Incluso el suelo de piedra a sus pies comienza a resquebrajarse y partirse debido al tremendo poder de Aioria. Sin contestar ni una palabra, en un instante el león desaparece. Y un parpadeo después, aparece a escasa distancia del cangrejo. El león se ha movido tan rápido, que desaparece de la vista. Con el brazo derecho, Aioria suelta un tremendo golpe al estómago de Máscara de Muerte; e instantes después con el izquierdo uno a su rostro. El león está furioso, y el cuarto caballero aprenderá el verdadero poder y valor de un santo de oro.**
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**Con una mueca de triunfo el
caballero de cáncer enfocando su energía en su diestra detiene el primer golpe
de Aioria, y posteriormente en el mismo momento agacha la su parte superior de
su cuerpo esquivando el segundo pero no solamente eso si no que aprovechando
aquella apertura, Deathmask lanza un fuerte y extremadamente rápido puñetazo
ascendente a la barbilla de su enemigo, con aquella zurda bañada de cosmos,
intentando con ello desconcertar a Leo para así preparar su siguiente
estrategia que tiene planeada –Eres demasiado
explosivo basura, maldito gusano inmundo…te demostrare tu lugar dentro del
mundo de los fuertes…y eso es estar muy por debajo del mio…--dice
venenosamente Mascara, esperando a que su táctica de resultado**
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**Tal vez el león es impulsivo, pero no tonto. Moviendo el cuerpo hacia atrás, y por ende el rostro, el golpe de Máscara de Muerte pasa de largo. El santo de Leo logra evadir con éxito el golpe del enemifo. Abriendo la palma derecha, que aún está cerca del abdomen del cuarto santo de oro, una ráfaga de cosmos dorado sale disparado en busca del estómago del cobarde. Aioria está dispuesto a derrotar al cangrejo por sus crímenes. Mascara de la Muerte está muy equivocado si piensa que puede domar al fiero león de Nemea.**
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**El santo dorado no se espera aquel ataque de su
enemigo y es alcanzado en su estomago por aquella energía lo cual lo avienta
hacia atrás pegando en un pilastra, pero no sufriendo gran daño, ni cayendo al
suelo --Mocoso insolente te enseñare a
respetarme…-- y con ello el santo concentra su cosmos, mientras sus músculos
se tensan y comienza a destilar un brillo del tono del sol denotando el
contorno del cuerpo de aquel corrupto humano y con ello hace fluctuar su
energía hacia su piernas, y moviéndose a la velocidad digna de los guerreros de
su casta se lanza en una carrera hacia Aioria, pero estando a unos metros de
el, este comienza a correr alrededor del mismo a una celeridad impresionante. Y
con aquel movimiento en círculos rodeando a su enemigo, Deathmask comienza a
dejar salir de sus manos varios discos dorados, lo cuales viajan a la rapidez
de la luz, con el único fin de intentar impactarse con su oponente, pero no
solo eso, si no que de lograrlo estos lo harían una y otra vez hasta que Leo
pudiera escapar, morir o que Mascara decidiera lo contrario, --Muere maldito…-- dice DM dejando salir
aquel poderío y esperando a que este mismo cumpliera con el objetivo**
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**El quinto santo se ve envuelto por la velocidad de Máscara de la Muerte. Un ken de oro, en forma de disco, sale disparado en su contra. Aioria solo puede cruzar sus brazos frente a su pecho en forma de X, antes de recibir el impacto. Algunos rasguños sobre su armadura de Leo es todo lo que queda de aquel ken. Afortunadamente, aquellas esferas de energía no contenían el poder suficiente para hacer daño real a un santo de oro. Tal vez Máscara de la Muerte no estaba acostumbrado a luchar contra oponentes de su mismo poder. Cuando el segundo ken sale disparado, toma por sorpresa a Aioria, e impacta su espalda con una ligera explosión. En el rostro del valiente león una mueca de ligero dolor se dibuja un instante, pero pronto regresa a la forma de valor. Con una serie de ágiles y veloces movimientos, dignos de su estirpe de oro, Aioria logra esquivar o anular la mayoría de aquellos discos de oro mientras comenta en un tono lleno de valor -¿No se te olvida algo, Máscara de Muerte?- mientras atrapa en su diestra uno de aquellos discos de energía, y lo apretuja entre sus dedos hasta desintegrarlo en miles de diminutas esferas de luz que se pierden al instante -¡Yo también soy un santo de oro!- En ese instante, el león lanza su puño una y quinientas veces en todas direcciones a su alrededor; a la velocidad de la luz. Al hacer esto descuida su defensa un instante, y algunos de aquellos discos de oro lo impacta en el abdomen y las piernas, causando pocos estragos. Sin embargo, aquellos golpes a aquella tremenda velocidad seguramente forzarían a Máscara Mortal a romper su técnica, o a verse envuelto en la lluvia de golpes. ¿Dará frutos la estrategia del león?**
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**Al
observar esto Deathmask, da un gran salto hacia atrás dentro de la casa, y con
ello esquivando la defensa de su enemigo,
y con ello cayendo en la penumbra del aposento zodiacal, aprovechando la misma
para desaparecer del lugar pero no sin antes lanza hacia Aioria dos discos
dorados a una gran velocidad, la digna de un santo dorado. –Vamos gatito…adéntrate a mis dominios…forma parte de mis trofeos…-- se
escucha aquella voz tétrica ya arropada por la obscuridad de aquel maldito
santuario, y con ello esperando a que su táctica de resultado**
Espero no te moleste seguir nuestro duelo mi buen amigo tu sabes q onda por que he andado un poco ausente
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