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La Atlántida: :: Pilar del Pacífico Sur ::
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De: Seth-Sphinx (Mensaje original) |
Enviado: 07/04/2012 16:52 |
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Taurasu no Arudebaran
**-¿De verdad esperas que un insecto sea suficiente para derrotar a un bufalo?- pregunta de manera confiada al romper por primera vez su postura de brazos cruzados frente al cuerpo para extender sus dos palmas hacia el frente y permitir que desde cada uno de sus dedos emerga un filamento de luz dorada que al entrecruzarse entre sí consiguen generar una enorme pared luminiscente cuyo color dorado semeja al de su armadura sagrada y finalmente retoma su posición en una milesima de segundo, dando así la impresión de que en ningun momento sus brazos se separaron de su cuerpo y aquella terrible andanada de energía supo provenir desde el centro de su fornido pecho en el intento de neutralizar el ataque de su oponente e independientemente de conseguirlo o no, continuar avanzando hacia el marino e intentar golpearlo en cada parte de su cuerpo con aquel ataque cuya potencia se iguala a la embestida del legendario búfalo de cuernos de oro** |
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De: Hiei |
Enviado: 10/05/2012 18:02 |
**Un gesto de sorpresa es el que muestra Io al ver como su técnica es anulada, pese a eso cierta sensación cubre su vista y un análisis inmediato de relación ejecuta para descubrir algo muy interesante. El embiste continua y el primer impacto del marina es inevitable es asi como el general del mar es golpeado e impulsado metros atras para rebentarse con el sólido pavimento del escenario. Alli tendido y con ligeras muestras de dolor en su rostro, con su armadura arañada pero sin daños a considerar el general marina nuevamente se repondrá conforme sus pensamientos analizan la situación "Como lo pensaba...su postura oculta algo y la oportunidad de verla dos veces, me es suficiente." pese a ser golpeado por el ataque opositor una sonrisa da reflejo en su semblante al terminar de reponerse.**
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Taurasu no Arudebaran
**Los ojos del santo dorado se abrren de par en par al notificar la desaparición de algunos cosmos alrededor suyo "Hmm... esto no se vé bien... algunos de los muchachos parecen estar ya fuera de combate... no debo subestimar a estos guerreros" mentaliza para luego explicar -Te preguntarás porqué pude deshacerme tan facil de tu ataque.. ¿Verdad? fácil, es parecido al de uno de mis compañeros... Milo el Escorpión... digo parecido, por no decir igual... ya que el tuyo es evidentemente más debil, tanto que pude neutralizarlo casi por completo con sólo una fracción de mi poder... levántate, ese golpe no ha sido nada- cuando su grave voz acaba de decir eso, simplemente observa al Marino mientras alrededor de su cuerpo continúa fluyendo aquel aura cósmica que le llena de fuerza y vigor, preparandolo de igual modo para contnuar el combate y seguir camino hacia los demás pilares, dispuesto a acabar el trabajo que sus compañeros hubiesen dejado inconcluso** |
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De: Hiei |
Enviado: 15/05/2012 03:23 |
**Una sonrisa inmediata cubierta de orgullo y arrogancia se muestra en aquel jovial semblante del marina. Io de Scylla quien habiendo mostrado una de sus bestias complementa su accionar con una equitativa elevación de cosmos, el resplandor propio del nacer de aquella energía se hace presente tanto en la atmósfera rodeante creando un ambiente pesado y cargado por aquel poder. De manera ilusoria y sorprendente una fémina aparece justo al lateral derecho de Io, una representación blanquecina de una mujer con el velo tapandole el rostro y bajo una firme levitación. Aquella representación avanza sobreponiendose varios metros por delante del guardián albergando ese profundo misterio de su aparición --Interesante deducción pero me sorprende que hallas sobrevivido. No creas que la Abeja reina fue mi única bestia-- la mirada de Scylla da vista al futuro espectáculo como a la situación por si se muestre adversa, saber como reaccionar.**
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Taurasu no Arudebaran
**" ¿O sea que no es ese su unico ataque? Debo reconocer que esa cosmoenergía es poderosa, no debo subestimar a este muchacho" piensa para sí mismo el gigante dorado mientras observa a su oponente y su sentido de la percepción cósmica se ve inevitablemente rebalsado por la sensación propia del cosmos de su rival a quien le dice -Eres la priemra persona que considera una bestia a una simple abeja.. ¡Jajaja!- su carcajada retumba de forma grave y profunda a su alrededor al igual que el evidente aumento en la concentración cósmica expuesta por parte del titán Atheniense, siendo posible el ver ambas auras rivalizar entre sí, creandose en el ambiente tenues relampagueos blanquicelestes que resultan inofensivos para ambos al ser simplemente el resultado de la fricción entre las partículas cósmicas expuestas por los combatientes -Intuyo que entonces no es ese tu único ataque, pero sí será el ultimo... debo seguir adelante y terminar el trabajo que mis compañeros han dejado inconcluso... ¡Este ataque terminará definitivamente contigo!- exclama cuando detrás de su espalda aparece la imágen holográfica de un enorme búfalo con cuernos dorados con un salvaje color rojizo en sus ojos** |
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De: Hiei |
Enviado: 17/05/2012 17:33 |
**De manera inmediata y de respuesta a las afirmaciones del dorado guerrero, una mueca de orgullo y desprecio, arrogancia y confianza de sí mismo expresa aquel centinela del Pacífico Sur. Paralelo a esas ligeras acciones la ilusoria representación generada por el cosmos de Io invocando al ánima por asi decirlo de Scylla se adelanta mucho mas y genera cierto misticismo como tambien un propio ambiente pesado --Subestimas a unas de las bestias de Scylla, tu confianza es admirar pero que tanto podras hacer-- el cuerpo de Io se perfila y estabiliza incrementando y manifestando equidad en su cosmoenergía --Cuando llegaron, fueron doce los caballeros de oro. Ahora sintiendo sus presencias en todo el santuario de Poseidón. Solo quedan nueve que pronto llegara a ocho con tu muerte-- sin decir palabra alguna aquella representación de la propia Scylla se abalanza sobre el santo de oro, su apariencia cambia y una horrenda mujer con vestidos blancos destrozados y una maquiavélica mirada posa su destino de impacto sobre aquel varón, las seis bestias invocadas generan un ataque en conjunto sobre el dorado guerrero buscando capturarlo no solo en un eje frontal sino en todo su radio delantero. La fuerza de las seis bestias se ponen a prueba, un rápido accionar y concentrado con aquella manifestación del cosmos de Io dan cabida para la ejecución del ataque.**
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Taurasu no Arudebaran
**Sin embargo todo ya está dicho, y el enorme caballero de Tauro no tiene más que hacer sino romper su postura una vez más y extender los dos brazos hacia el frente para conjurar su ataque al exclamar -¡¡Gran cuerno!!- y en su voz va expresada toda la cólera que las palabras del marino despiertan en el interior de su noble corazón guerrero cuyos sentimientos se unifican con la potencia física de su enorme cuerpo para de ese modo llevar al infinito la energía que brota desde el universo en el interior de su cuerpo y asimismo el ardor de su cosmoenergía que alcanza niveles impensados al emerger desde ambas palmas varios haces de luz dorada que al entrecruzarse entre sí se multiplican y magnifican hasta dar orígen a una onda literal de devastación que avanza a velocidad terrible hacia el frente, dejando a su paso varias baldosas quebradas y el estrepitoso sonido de una manada de toros en estampida -Grrhh.. es muy fuerte...- murmura al ver que algunas piezas de su armadura se fisuran debido a la magnitud del choque de ambos ataques -no puedo morir aquí... Athena... muchachos... ¡Aaahh!- acaba por exclamar cuando la imagen de sus compañeros caídos aparece en su mente y le dá fuerzas para sobreexigirse y elevar su cosmos hasta el infinito, con lo que también consigue enviar aún más energía a su ataque en el intento de superar al de Eo y arrasar con él, pudiendose ver en el firmamento la imagen de un enorme búfalo de cuernos dorados que corre directamente en contra de una dama de blancas vestiduras mientras debajo de aquella escena, ambos ataques colisionan en un extraordinario espectáculo de luces y relampagueos de diversos colores** |
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(Lo siento, Eo, no suelo hacer esta clase de cosas, me parece bajo manipular, pero esto es guerra, y tengo que derribar los demas pilares! no describiré daños, solo diré que estas ahi tirado en el suelo, tu describe tus daños...)
Taurasu no Arudebaran
**Y es entonces que todo aquel despliegue cósmico por parte de ambos combatientes acaba en un tremendo estallido que inevitablemente traza en la atmósfera un profuso halo de luz blanca que por un momento ciega totalmente la vista de los hechos -Ugh...- se deja oir por parte del enorme búfalo de cuernos dorados que cuando se disipa la luz puede verse su fornida silueta totalmente de pie, sin embargo sus botines dorados han dejado un surco en el piso debido a la terrible presión cósmica capaz de arrastrarlo hacia atras un par de metros -Enfrentarse cara a cara a un caballero dorado... que locura...- murmura entre dientes mientras vuelve a cruzar sus brazos en frente del fornido pecho y una pequeña gota de sangre recae sobre uno de sus brazales partiendo desde su frente en la cual puede apreciarse un fino hilllo de sangre nacer en el centro de la misma hasta finalizar en su mentón -Por un momento.. olvidé que lo que había debajo de mi armadura no era más que un simple cuerpo humano...- acaba su parlamento al verse sin el casco, del cual solo quedan pequeños trozos de oro dispersos por doquier en tanto de su rival sólo puede apreciarse su cuerpo tendido en el suelo a varios metros de distancia de la posición original del Taurino** |
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De: Hiei |
Enviado: 22/05/2012 04:17 |
**Serias fisuras se ven mostradas en la armadura de Scylla que impactada en el suelo junto a su protector mantienen cierta incognita de aquel suceso paranormal sucedido momentos atras "Como lo supuse...ahora todo tiene sentido" pese al daño recibido, Io mantiene cierta confianza por lo que ocurrió y asi mismo una sonrisa se ve reflejada "Es fuerte pero no tanto como lo pense, puedo derrotarlo" llenandose de confianza el general marina poco a poco se ve reponerse, a su momento las heridas se ocultan bajo su indumentaria y armadura y ninguna señal de dolor muestra su semblante, resistencia y orgullo que absorven aquella dolencia para no mostrar debilidad, en su reposición su temple se afina y el propio despertar de su cosmos se pronuncia, erguido ya sus vocablos se hacen oír --Eres fuerte caballero de oro pero no creí que ante un ataque de bienvenida tardía ocasionases todo esto. Ahora si te demostrare mi verdadero poder y pondre fin a tu vida-- la presencia cósmica de Io da comienzo apoderarse del lugar, segundos pasan y la rocosidad generada por el impacto se ve elevar y disolverse producto de la presión es allí como Io concentra y equipara su poder, un aura blanca aparece y amolda en su propio ser.**
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Taurasu no Arudebaran
**El pecho del gigante dorado continúa subiendo y bajando de manera repetitiva a causa del desgaste tanto físico como cósmico, sin embargo su voz suena firme y sin titubeos cuando este acaba por decir -No tengo tiempo que perder... los cosmos de varios de mis amigos han desaparecido ya, y debemos destruir todos esos pilares... yo te ofrecí la oportunidad de sobrevivir y dejarlo todo por la paz, sin embargo no accediste... así que deberé convertir este sitio en tu tumba...- una vez habiendo sentenciado al marino a finalizar sus días, el Taurino simplemente pasa a la acción avanzando hacia donde se encuentra éste con pasos seguros y metódicos en los cuales sus botines de oro sólido dejan en el ambiente repetitivos sonidos metálicos que resuenan cual si fuesen los segundos que restan en la vida de aquel cuya imagen se refleja en los ojos pardos del gigante "Parece ser más fuerte de lo que creí... ha recibido muchos golpes y sigue de pie... y su armadura está intacta.. ¿Qué clase de metal forja las escamas marinas?" se pregunta a sí mismo a medida que la distancia entre ambos combatientes se acorta y la concentración cósmica alrededor del gigante dorado se incrementa tanto que la misma presión consigue levantar cierta cantidad de polvo y piedrecillas con cada paso que el inmenso caballero dá** |
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De: Hiei |
Enviado: 25/05/2012 00:58 |
**En respuesta al movimiento efectuado por Tauro, los brazos de Io se elevan inmediatamente y sus puños se cruzan en lo superior, la energía que fluye constante en su ser se apodera y acumula en aquella empuñadura, un remolino holográfico de azulinos matices rebolotea y toma incremento en su espaldar, la concentración es inmediata y la acumulación efectuada puesta a prueba --No existe alguien que halla sobrevivido a este ataque-- argumenta Io al preciso instante que ambos brazos descienden bruscamente hacia su delante expulsando en su descenso un rayo arremolinado color azul cielo --Tornado Violento-- pronuncia con autoridad el general que manteniendo sus brazos perpendicular a su cuerpo hace estallar aquel rayo que sale proyectado de manera frontal y veloz en sentido frontal sobre aquel corpulento varón, un destructor ataque que en su camino destruye aquel pavimento, desgarra el viento y causa cierta distorción atmosferica a su pasar. La furia de Scylla se muestra con aquel ataque.*
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Taurasu no Arudebaran
**Totalmente sorprendido, el guerrero de la segunda casa zodiacal abre sus ojos de par en par al verse presa del inminente atauqe por parte del Marino a quien al estar tan cerca no es capaz de corresponder, por lo cual simplemente extiende sus dos palmas abiertas al frente de su cuerpo, conteniendo en su interior el ataque del Marino -Grrhh.. no puede.. no puede ser.. ¡Aaarggh!- exclama al no poder contener la furia de aquel ataque a pesar de imponer toda su fortaleza física en el intento de subsistir, mas al no conseguirlo es enviado hacia atrás por la fuerza del golpe y acaba por impactar de lleno contra un pilar que se derrumba hacia atras, sin alcanzar a aplastar al enorme caballero dorado que desde el piso murmura -No.. no puede ser... no puedo perder este combate...- mientras apoya sus manos sobre el piso intentando levantarse en una acción que demuestra toda su fortaleza tanto física como espiritual** |
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De: Hiei |
Enviado: 28/05/2012 04:04 |
**Con cierta sorpresa el general del Pacífico Sur contempla lo ocurrido, su mejor técnica no obtuvo el posible resultado que su ser pensaba, pese a eso el orgullo de Io no ha cedido y su confianza lo invita a continuar con aquella característica elevación cósmica la cual se distingue y moldea con aquella figura represetativa de su escama de manera holográfica a su espaldar --Me sorprende que estes vivo. Nadie habia logrado eso, es un honor combatir ante tí, al final no fuiste basura como lo supuse-- palabras firmes que aquel general expresa al momento que continua con aquel equilibrio y ascenso propio de sus acciones. Muy tranquilo, el marina aguarda.**
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Taurasu no Arudebaran
**Ya de pie frente a su rival, el enorme caballeto de Tauro responde -Lo mismo digo... ha sido un honor batallar contra tí, muchacho... has resistido muchos ataques, y nunca me habia divertido tanto en una pelea... hahaha- en ese momento la expresión severa en el rostro del gigante dorado se intercambia por una amplia sonrisa de reconocimiento hacia su oponente a quien finalmente le dice -Sin embargo tengo un deber que cumplir, y tú tienes el tuyo... lo que me impulsa a seguir combatiendo a pesar del cansancio, los daños o lo que fuera, es el amor hacia Athena, mis compañeros, y todas las cosas hermosas que existen en el mundo...- y mientras aquellas palabras emergen de sus labios, la mente del gigante se llena de recuerdos acerca de los días compartidos con los demás guerreros y de los numerosos paisajes en el mundo, sobrecargados de belleza natural y brillantes flores adornándoles -Ésta será mi ultima advertencia, muchacho... debo destruir ese pilar, y salvar a la Diosa Athena y al mundo...- dice mientras comienza a caminar hacia el frente, en dirección al susodicho pilar y a su vez acercándose al rival domador de las 6 míticas bestias** |
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Lugar: Pilar del Océano Pacífico Sur Hora: ----- Características: Propias del lugar Contexto: ---- Juez: Aioria de Leo
...:::ROLL OFF:::...
Ambos crean una batalla digna de ser leída. Al principio un poco lenta, con mucho dialogo y poca acción; sin embargo la batalla se torna cada vez más interesante mientras se sigue leyendo. Felicidades a ambos, esta es una de las mejores batallas de toda la guerra.
Io de Scylla: Adaptas con perfección al General de Scylla, orgulloso y de voluntad. Tu estrategia de utilizar los tritones para entender el ataque de Aldebarán te dio resultado, y obtuviste una ventaja desde antes que la lucha comenzara. Tu manejo de las bestias es impresionante, y las describes con elegancia y fuerza.
Aldebarán de Tauro: Tienes mínimas faltas de ortografía, que deberán corregirse. En algunos momentos pierdes la personalidad bonachona de Aldebarán, que si bien es un santo de oro y conoce su deber, no es del tipo insultador y reconoce a su adversario. Por otro lado, todos conocemos el orgullo de Aldebarán y su forma de sentirse superior a sus rivales, esto lo plasmas con éxito. Cometes un error al afirmar que conoces la aguja escarlata, pues no sabemos a ciencia cierto si los santos dorados (en especial Aldebarán y Milo, que jamás tuvieron una relación estrecha en el manga ni anime) conozcan los ataques unos de otros. Tienes una manipulación a tu favor, lo que te otorga una ventaja sobre el rival.
No sin antes felicitar a ambos contendientes, declaro ganador a:
Io de Scylla
xx
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