**se detiene de manera brusca al observar aquellos pétalos caer  al suelo, voltea completamente su fisionomía  y al ver que se trata de unos de sus colegas dorados ,suspira profundamente al divisar al santo de piscis enfrente de  el  observándolo algo serio le responde ante la pregunta dirigida hacia el.-  Albafika que haces aquí -. interrogaba en cierta manera el carnero a su colega que se encontrar interrumpiendo su búsqueda de santo de bronce , ya que quería detenerlo ese era el objetivo primordial de santo pero se veía interrumpido  solo le venia una cosa en la cabeza era que el patriarca lo podía a ver mandado a detenerlo mas aun así no iba a dejar que lo detuviera por nada de mundo así se viera forzado a pelear para poder escapar en busca de Pegaso Tenma pues temía que fuera pasar algo que después se arrepentiría tal vez esta vez aquella esperanza se esfumara en manos de rey de inframundo que recién encarno en el mejor amigo de Pegaso.**

** Ante la interrogante del carnero el dorado de piscis, este camina hacia su compañero pasando a su lado.- yo podría preguntarte lo mismo Shion.- respondió tranquilo mientras detiene su andar dándole la espalda a su colega manteniendo siempre un distancia prudente con el. – he oído que el Caballero de Pegaso ha huido del santuario, desobedeciendo toda orden de Athena.- menciono. – El patriarca nos encargo a Maningolo de Cáncer y a mi que le detuviésemos y lo encerremos  si lo encontráramos, claro que todo por su propia seguridad.- agrego con serenidad en sus palabras. – tu bien lo sabes, dejar el refugio sin la orden de Atenas es una ofensa hacia ella y hacia nosotros tus camaradas… pretendías ir tu solo a por el caballero de Pegaso?, porque tomarse tantas molestias por un simple santo de bronce.-  finalizo sus palabras volteando para ver a los ojos a su compañero de armas, esperando una respuesta lógica sin mostrar intenciones hostiles.**

 

**lo mira serio ante la  pregunta de su camarada , dejando escapar un suspiro  para después pasarse un trago de saliva , para después contestar con una tonada tranquila.- lo hice sin pensar se que mi desobediencia puede ser castigada mas no obstante .. debo detener al Pegaso de cometer un error tan gran ya que la señorita athena y el Tenma son amigos de la infancia aun así albafika  sea una tontería ir por el es importante es un elemento importante para esta guerra .- finalizo el carnero  levantado su rostro y mirando el cielo lleno de bellas estrellas y  el santuario esta en calma por el momento ya que rey de inframundo no planeaba atacar , aun así los 88 caballeros y la diosa de la sabiduría no bajarían la guardia ante tanta calma bajo su rostro y voltea a ver a su camarada pronunciando tranquilo así santo de Piscis.- albafika espero que entiendas que debo marcharme lo mas pronto posible no puedo dejar pasar un minuto mas así que déjame pasar no deseo tener que apartarte de mi camino a la fuerza- dice decidido a marcharse a cualquier costo aun así le lleve pelearse contra su camarada para poder pasar a su destino.**

[Una disculpa asia ati albafica por contestar hasta aora tuve un pequeño problema familiar y no contaba con demaciado tiempo para poder contestarte espero aceptes mis disculpas]

** - este comportamiento no es propio de ti Shion, que tienes que ver tu con el caballero de Pegaso?..., aunque se que es discípulo de Dokko, quien es tu gran amigo.- menciono el dorado. – el patriarca me ordeno no dejar salir a nadie del santuario sin las ordene de Athena.- agrego firmemente a la vez que el suelo donde ambos santos se encontraban lentamente comenzó a llenarse de rosas rojas, hasta formar un gran campo de estas bellas pero mortales flores, mientras que su letal y dulce aroma empezó a  mezclarse con el aire de la noche que poco a poco se apoderaba de aquel cielo, pintado por el propio dios de la muerte. El santo guardián del doceavo templo mantiene un porte sereno y calmo pero haciendo notar sus intenciones observa  a su camarada a distancia segura ya que en su interior se encuentra un veneno mortal y el contacto con otros podría ser fatal**

**.sin percatarse de que estaba rodeado de aquellas rosas rojas letales para el quien sea, un ligero mareo comenzaba a molestar al carnero levantando su mano talla sus ojos un poco, para después contestar  a la pregunta de su colega.- que es para mi el santo de Pegaso preguntas.. nada en lo absoluto aunque creo que si muere podríamos estar en desventaja albafika.-corto el dialogo manteniéndose sereno ya que no deseaba por alguna razón pelear con su compañero, dio un profundo suspiro y paso un trago de saliva sin mas no tuvo opción después de pensar un dio un paso hacia atrás y levantando su mano a la altura de su pecho y la otra a un costado de su cuerpo dice de manera serio hacia el santo de la doceava casa.- albafika apártate no te lo diré mas .- le había afectado un poco el aroma de las rosas mas no dejaba que se le notara mucho en su rostro.**

** La noche ya es la protagonista de la escena entre los dos dorados, las estrellas birllan a lo alto adornando el mágico firmamento. Escuchando las palabras de Shion, al dorado de los peses no hace otra cosa mas que permanecer de pie observando como poco a poco el dulce aroma de las rosas comienza a afectar a su camarada. – Shion deberías ser tu quien se marche, si no quieres que esto llegue a mas, mis ordenes fueron claras´.-. Menciona calmado – Shion que haces.. desiste o morirás- pensó Alfabica mientras el tiempo corre, -ya han pasado varios minutos desde que tomaste contacto con las rosas el veneno debe de estar en todo tu cuerpo, ya no podrás seguir nadie podrá entrar o salir del santuario.- agrego mientras comenzó a caminar alejándose.. –Mi trabajo esta echo.- finalizo.**

 

 

** - no te me acerques!!!!- grita fuertemente advirtiendo al dorado de Aries. -Jamás te rendirás.. Después de todo eres un orgulloso santo dorado como yo.- agrego ahora con voz serena. – muy bien, si quieres continuar te reconoceré como un traidor al igual que el caballero de Pegaso y te llevare hacia el patriarca personalmente para que recibas tu castigo..- menciono mientras observaba el lento y dificultoso caminar de su compañero. – que tanto podrás aguantar el veneno de mis rosas, aunque seas un caballero dorado tu cuerpo es el de un humano corriente, las rosas terminaran matándote.- piensa mientras un pequeño hilo de cosmos emana de su elegante anatomía. – shion, dejare que mis rosas hablen por mi.. ya el veneno debería de recorrer todo tu sistema sanguíneo, pronto perderás los sentidos poco a poco…- hablo con palabras fuertes mientras que en su mano derecha una rosa carmesí se muestra elegante y mortal. –Royal Demon Rose- agrego a sus palabra para luego lanzar la rosa roja hacia Shion, la cual en su trayecto se multiplica volviéndose una ráfaga carmesí con la intención de herir de gravedad al dorado**

 

 

 

**.se detiene con brutalidad  su andar y mirándolo a los ojos, traga un poco de saliva ya que no podía respirar de todo bien mirándolo serio pronuncia.- entiendo albafika se que esto puede matarme pero no dejare que me venzas tan fácilmente.- finaliza el santo de oro  mirando con seriedad a su compañero sabia que lo castigarían por desobedecer mas no le importaba de todo que lo hiciera tenia que detener a Pegaso a toda costa, al observar que su colega lo a atacado solo dejo escapar un suspiro y levantando sus manos rápidamente uniéndolas, liberando aquel bellos cosmos pero a la vez tan fuerte entre los 88 caballeros separándola rápidamente dice en un grito .-Cristal Wall !! -. un enorme escudo aparece frente a santo de carnero usando el poder de su mente se protege y todo ataque  a el es regresado 2 veces mas fuerte hacia su enemigo** 

 

** Con rostro calmo y sereno el dorado de piscis observa como sorpresivamente su ataque es bloqueado. Levando rápidamente su pierna derecha hacia atrás para mayor firmeza y colocando ambos brazos en forma de cruz delante de su cuerpo, recibe el impacto de su propio ataque. Las rosas pasaban a gran fuerza lastimando su rostro y rajando la bella capa de ceda que adornaba su espalda, pero lejos de titubear Alfabica se mantiene firme y de pie.– aun estando casi sin sentidos debido a mi veneno has podido defenderte, realmente eres digno del rango que portas.- menciona el dorado mientras que un hilo de sangre corre por su cara para luego morir en el suelo carmesí. – entiende mis rosas siguen aquí, mientras mas te agites sobre ellas, mas rápido el veneno actuara en tu cuerpo, ya deberías de empezar a perder los sentidos si continuas asi moriras .- agrego firme sin mostrar rastros de fatiga o dolor intentando persuadir a su camarada. **

no me daré por vencido.. aunque**respiraba con mucha pesadez bajando cerrando su ojos aquel imponente muro de cristal se rompe cayendo millones de pedazos en el suelo, cae al suelo respirando muy pesadamente y temblando a causa de veneno que recorría  su sangre ya casi no podía respirar y ya había perdido la vista solo la fuerza de voluntad, lo mantenía de pie, sin poder mas  solo esperaba el próximo ataque para poder defenderse de los ataque a futuro no podía darse por vencido tan fácilmente, su orgullo no lo dejaba decaer y su determinación para detener al santo de bronce**

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** viendo como la técnica defensiva de Shion desaparece rompiéndose cual cristal, el elegante caballero de la constelación de piscis se voltea dándole la espalda a su camarada mientras observa el santuario a lo lejos – ya has pasado mucho tiempo entre mis rosas, su veneno debería de matarte en poco tiempo,  marcharte ahora que te estoy dando la espalda.- menciono el dorado intentando entender los motivos de su compañero. – la guerra apenas a comenzado no puedes morir de esta manera- agrego mientras comenzó a caminar lentamente . – El Pegaso se dirige hacia su pueblo natal.- finalizo mientras se desvanece entre el perfume de las rosas..**

**Sorprendido ante lo que sus ojos observaba, su compañero lo había dejado pasar, sonriendo a medio labio murmura.- muchas gracias albafika.- finalizo el santo de carnero, levantándose con mucha debilidad comienza a caminar hacia la dirección donde el caballero del Pegaso, fue caminado lentamente y respirando con pesadez pues el veneno lo debilito demasiado, aun así eso no lo detentaría en nada, se va alejando y saliendo aquel enorme campo de rosas diabólicas, dos veces caía por el cansancio por culpa del veneno, mas no se daba por vencido se levantaba, las veces necesarias alejándose y desapareciendo de lugar, yéndose a Italia donde aquel caballero de bronce nació.**

 

 

 

 

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