**El ocaso ha comenzado la resureccion del rey de los muertos es inevitable, trans las ordenes de su diosa athenea este joven se ha de encontrar en lo mas profundo del inframundo en el infierno de hielo buscando haci los cuerpos de Aioria sin embargo este gallardo puede persivir un cosmos maligno el cual le parecia muy familiar mientras que sus hermosos y largos cabellos azules se mueven de un lado a otro sin rumbo alguno mientras sus pasos metalicos se escuchaban por todo el infierno congelado dando asi a conocer su presencia mientras "De quien es este cosmos tan familiar acaso podra tratarse de.. No eso es absordo el esta muerto" Aquella frase pasa una y otra vez por la mente de aquel joven mientras en su rostro se dibuja lentamente una cara de preocupacion devido aquel cosmos mientras va en contra a la poderosa tormenta de nieve sin embargo este gallardo puede sentir aquel cosmos acercandose a gran velocidad sin embargo este gallardo lentamente se detiene para haci poder tomar una postura tanto defensiva como ofensiva**
**de entre la nieve la aparencia de un santo caído se hace ver frente a saga con seriedad camina sobre el piso que se encuentra cubierto de nieve sus pisadas se marcan sobre ella – este lugar es el ultimo que veras lord hades me ha mandado a aniquilarte – su carater orgulloso y seguro se ve en su cara y acciones postrándose a distancia minima de el lo mira a los ojos y le expresa – para mis enimos solo dejo dos opciones rendirse o morir pero para ti solo queda la muerte- culmina con rudeza comenzando a elevar su cosmos**
**Un cosmos aliado llase en los frios valles congalos del inframundo aquel gallardo voltea su mirada son gran asombro -Milo eres Tu acaso no estabas muerto -- exclama con una voz aguda y asu vez fria mostrando haci la arogancia de este gallardo sin embargo decide empezar a encender su cosmos lentamente tomando haci una postura defensiva como ofensiva -- Milo quitate de mi camino -- Exclama este gallardo con una voz aguda sin dejar haci su rostro de asombro mientras los congelados suelos retumban y aquel joven se ve rodeado por una poderosa y resplandeciente luz dorada mientras que sus hermosas y largas cabelleras se mueven de un lado a otro devido al inponente cosmos de este gallardo tomando lentamente una postura tanto defensiva como ofensiva esperando respuesta de su adversario **