Bueno, acá dejo las pruebas 1 y 2.
Introducción:
**Una nueva era había llegado, la historia se repite cual estrofas en una canción infantil, una vez más la bendita familia Solo recibiría el alma del sagrado emperador, el rey de los mares, Poseidón. Una divina luz descendió sobre el integrante de menor edad de aquella familia, Julián Solo. Junto a la resurrección de aquella deidad sus protectores, los generales marinos portadores de las escamas marinas, comenzarían a ser convocadas al reino submarino de su dios. Aquel gigantesco templo sostendría con sus indestructibles columnas los océanos del mundo en el momento en el que este dios desease extender sus territorios sobre la tierra. Un hombre joven de cabello corto y de una tonalidad tenuemente rosada y de orbes del color del rubí llega hasta aquel sagrado templo, dirigiéndose directamente al centro del mismo. El hombre llega posando su mirada hacia en pedregoso suelo, evitando mirar al dios que se encontraría frente a él y al llegar al centro del recinto aquel hombre se arrodilla aún con la mirada baja simbolizando un eterno y profundo respeto. Una voz proveniente del hombre que se encuentra trono del oscuro cuarto pregunta con un tono soberbio -¿Quien eres tú, joven humano?- El hombre que se encontraba allí, humillándose ante aquella magnífica forma de vida divina contesta con una voz tranquila y pacífica aunque decidida –Mi nombre es Sorrento, mi señor, Sorrento de Sirena, uno de sus más fieles servidores.- De repente una intensa luz recorrió los lados del trono de aquel monarca rebelando pequeñas columnas que sostenían las mitológicas armaduras submarinas, las escamas marinas. Una de ellas brillaba con una mayor intensidad emitiendo un extraño gas celeste. –Tus palabras son sinceras, mortal. He aquí tu armadura de general marino.- Aquella alada armadura que brillaba con tal extraña intensidad se separó en partes mas pequeñas justo en el momento en el que Sorrento se ponía de pie para recibirla. Luego tales partes fueron fijándose en el cuerpo del marine haciendo un ruido metálico que parecía no molestar a ninguno, posiblemente a causa del gozo que provocaba la vuelta de un general marino. Una máscara dorada en el rostro de Sorrento, unas alas del mismo color en sus espaldas y una flauta traversa que cae sobre su mano izquierda resaltan a la vista. El soberano de los mares observa atentamente al joven para luego expresar con completa tranquilidad –El renacimiento del músico de los mares…- El de ojos fogosos levanta la mirada lentamente, como si ahora que se había convertido verdaderamente en un siervo del dios tuviera tal permiso, para luego expresar con gratitud y valor -Mi señor… lo protegeré con mi vida, hágase su voluntad sobre todos los seres de esta tierra, así esto me conduzca a la muerte.- Aquel hombre da media vuelta rápidamente se retira por aquel gigantesco portal dejando volar tras de sí una larga capa blanca.**
Elevación y Ataque:
**Un nuevo sol se levantó en el horizonte griego donde una guerra estallaba en su más perfecta demostración: ríos de sangre en las ciudades y una iniciativa de ataque al templo ateniense, donde la diosa de la sabiduría, Athena era protegida. Una leve aunque hermosa música se escucha n la entrada al Santuario ateniense donde una batalla de cien a uno se libra entre un invasor y cien defensores. Aquellos guardias vestidos con ligeras armaduras atacaban sin sentida a un hombre que tan solo se encontraba parado tocando la flauta quien tan solo se limitaba a esquivar los golpes que aquellos intentaban proporcionarle. De repente la música finaliza. –Por ordenes del dios de los mares, Poseidón, deben dejarme pasar para así ver a Athena, de lo contrario me forzarán a hacerme paso a través de la fuerza-. Expresa aquel hombre vestido con unas armaduras doradas y anaranjadas y una flauta traversa en su mano derecha. –Soy Sorrento de Sirena, general marino del templo del monarca de los mares. Comprendan que no los mataré si no es necesario, permítanme pasar o mueran…- Insiste aquel. Una respuesta negativo llegó a los oídos del intérprete quien exhala un poco de aire suspirando. –Entonces…No me dejan opciones…- Un aura celeste comenzó a ser emitida por el músico mientras una leve presión comenzó a ejercerse alrededor del mismo mientras aquella aura aumentaba poco a poco al transcurrir el tiempo. Las piedras del suelo comenzaron a romperse, luego los fragmentos formados por tal ruptura comenzaron a flotar para luego perderse en el aire. Sus rosados cabellos revoloteaban levemente en el aire. Su rostro ahora siego expresaba una gran paz sin embargo, el aura que emitía parecía extenderse con fines caóticos. ¿Acaso cumpliría realmente su promesa de muerte? Sorrento abre sus ojos e inmediatamente grandes cantidades e aquel vapor celeste comenzó a invadir el aire, cada vez más y más rápida y concentradamente. El hombre dirige su flauta a su boca lentamente. –Ahora abran sus oídos y escuchen…Dead End Symphony…- Una fuerte música comenzó a invadir el lugar con intenciones asesinas, aquella música pretendería llegar hasta el cerebro de los oyentes para dañarlos lentamente psicológica y físicamente hasta que el cuerpo de aquellos opositores a las ordenes de Poseidón queden sin vida alguna.**
Para la tercera m gustaría saber quien quiere pelear conmigo vía panel preferentemente.
Bueno espero una respuesta ^ ^.
Gracias por la oportunidad y un saludo a todos ^ ^