*En las entradas del quinto recinto zodiacal la silueta de un joven imponente el cual viste una armadura amarillenta en su espalda una larga capa blanca cae mientras se mese por el soplar de los vientos, los rayos ultravioleta chocan en su túnica dando un hermoso brillo, " Espero que todos los días sean tan tranquilos como este" menta para sí mismo el joven observando detalladamente todo lo que su vista alcanza, -mm  que es lo que estará pasando para qué es que he sido llamado por el patriarca, bueno debo de acudir a ese llamado de inmediato- al terminar dichas frases el caballero de leo comienza a correr dirigiéndose a las salidas de su hogar, la bella capa que cae de su espalda se mese de un lado al otro al ritmo de los pasos del guerrero, " creo que este no será un día común y corriente" medita entretanto la figura de aquel hombre se admira saliendo de leo, moviéndose a una gran velocidad hacia su destino, - será que todos los santos de oro estaremos reunidos en el salón del patriarca- musita continuando su rumbo, después de un largo rato y de recorrer las demás casas, por fin llega a su destino calmando su trotar, caminando cuidadosamente al interior de aquel sitio enfrente del un hombre está sentado del cual se trata el patriarca, repentinamente detiene su andar para después inclinar su cuerpo dejando que su rodilla derecha toque el concreto mientras que la otra permanece flexionada, agachando su cabeza en forma de reverencia,- acudo a su llamado señor que es lo que se le ofrece- exclama mientras espera respuesta alguna*

*" una misión, de que se trata que estará pasando" medita a un con su cabeza agachada,  -Que- exclama con una expresión de preocupación en su rostro mientras sigue escuchando las palabras del patriarca, - ahora veo el por que nos ha llamado, por mi parte señor hare lo que sea posible para cumplir con esta misión esperemos no encontrarnos con ningún inconveniente- responde a las frases dichas de su superior, para así después comenzarse a ponerse de pie mientras que mueve su cabeza hacia donde se encuentra el joven de plata, " pero será buena idea que el patriarca mande a un santo de plata a tal misión" estos son los pensamientos que surcan su mente, al quedar completamente de pie gira nuevamente su cabeza para mirar al  sabio que se encuentra frente del, - todo sea por la paz de la tierra, y la humanidad,- termina para así después elegantemente mover su brazo derecho levantando al igual que lo estira hacia donde están las manos del obispo y así tomar sus manos - vámonos-*