Justo en el momento que la cúspide de una esencia misteriosa recae sobre el Santuario, rápidamente un intranquilo cambio de cosmos resalta la perturbante energía que se manifiesta lentamente en un campo desolado.
En ese instante, desde los cielos una especie de remolinos sombríos empiezan a formarse por todos lados, repentinamente como si emergiesen de un rasgo espacio-temporal en el cual sus elípticos y violentos movimientos asemejan la solvencia de un remolino negro del cual, repentinamente la figura de un hombre ataviado en traje de frac aparece de la nada, llevando en sus brazos un cuerpo inherte de un rubio de pelo largo.
¡Es hora de despertar, Shaka! ¡Hemos llegado!
Exclama con un rostro sonriente, dejando en el suelo aquel que osó enfrentarse al Inframundo para así tomar con confianza el sombrero que corona su cabeza, resaltando la barba descuidada de unos cuantos días.
Aún necesito de tu ayuda vivo, no me sirves muerto... después de todo...
Su rostro repentinamente deja toda facción sonriente para tornarse en una más seria. Una que es oculta bajo la sombra de aquél suntuoso sombrero.
Repentinamente, de su espalda aparecen dos enormes alas sombrías, amorfas. Unas que se expanden con majestuosidad para entonces elevar la figura de Youma por los aires.
¿Qué sería de una guerra sin alguien como tú?
Instintivamente sus facciones se tergiversan en una más malévola, una que encaja perfectamente con su usual estado anímico.
¡Adiós, guerrero! ¡El Santuario apenas abre su telón y no hay por qué desperdiciar actores en un momento tan importante y verdaderamente interesante como éste!
Dicho esto, una oscura energía se adjunta de forma tan violenta como magnífica al tiempo que su cuerpo sale disparado por los aires, desapareciendo completamente del escenario.
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Debido a "problemillas" que más que hacer prosperar atascan, ha surgido éste pequeño apartado <3