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* - Idiota - habla de forma despectiva la voz terrible de la máxima autoridad de Grecia, quien sentado sobre su trono imperial analiza la situación de Asgard, con su máximo Líder inconciente y con su súbdito encerrado en una extraña coraza... - Aspros, el antiguo Géminis ya ha hecho el trabajo que quería, ahora debo concretar el trabajo - añade el Gran Maestro, cuyo maligno plan comienza a culminar... - CAMUS Y ALDEBARÁN... PRESÉNTENSE AHORA MISMO - exclama fuertemente la diabólica voz que moviliza una nación entera, llamando a dos de sus Aspirantes a Caballeros dorados para una maquiavélica misión que determinará irremediablemente... el destino del pueblo de Asgard * |
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Me presento ante usted, Gran Patriarca.
A sus órdenes.
Camus. |
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* - Muy bien, ya saben lo que deben hacer ahora... NO PIERDAN TIEMPO Y TRÁIGANME A ESOS DOS - se alza la voz de Grecia, cuando de pronto a sus espaldas los telones empiezan a flamear de forma majestuosa, dilatándose y contrayéndose de forma intermitente, mutando su imagen poco a poco, mezclándose en una serie de procesos hasta transformarse en una materia oscura, un vacío que comienza a expandirse por todo el largo y ancho del recinto, siendo ambos personajes tragados por aquel espectacular cosmos que logra transformar el espacio físico en un universo que al instante acelera, como si a ambos los transportara por un muy breve viaje por el espacio... - Ja, ja, ja - ríe de forma maquiavélica el Gran Patriarca, quien aún sentado en el trono real observa todo aquel proceso que sin duda, lo llevará a la gloria, a un paso más de conquistar todo el espacio y a los Dioses *
Atte. Sagrado Patriarca del Santuario de Grecia |
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Hice lo que se me ordenó Gran Patriarca.
Camus. |
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