Haggen de Merak Beta - Saint Seiya - The Original Pride

*- Haggen, estoy orgullosa de tu arduo entrenamiento, así como Odín - menciona observandole con atención - Odín y yo queremos agraderte por tu constante desempeño, por velar por Asgard y sus intereses- ...

...-es un deber que ejerzo con orgullo y valor, como cualquiera de mis hermanos de Asgard pudiera hacer, solo cumplo mi deber como hijo de Odín mi señora-...

...- Un deber que es reconocido por Odín, Haggen - expresa en tono de agradecimiento - ¿Sabes cual es el reconocimiento más grande para un guerrero de asgard?- cuestiona de manera serena esperando la respuesta esperada por Haggen*

*-Ser un Dios Guerrero al servicio de Odín...- responde con suma seguridad mientras en su interior el ardor de su sangre comienza a acelerar su congelado corazón, quien ha esperado recitar esas palabras en espera de su reconocimiento*

* Al escuchar las palabras del caballo indomito una estrella fugaz simbolizando el despertar de un nuevo guerrero de Odín surca los cielos de Asgard, brillando con más intensidad la estrella de Beta - Así es Haggen, Odín te ha elegido por tu indomable corazón, el honor de tu sangre para defender a Asgard - exorta con aquel tono de voz grave en la que ahora envuelve su voz - Por el poder que hoy me ha concedido Odín, dios de Asgard, te honro a ti Haggen, como el nuevo dios guerrero al servicio de nuestro padre Dios Guerrero de Merak Beta - exclama con voz fuerte y decidida al instante en que su cuerpo es rodeado por un estela de energía calida y cautivante *

*energia que acobija al rubio quien ahora lleno de orgullo perfila enfoca su mirada hacia el espectaculo creado por la doncella -Un honor que llevare como estandarte ante los ojos del gran Odín, ante usted, ante Asgard!- culmina en palabras más en su interior otra persona se llevaba aquel orgulloso reconocimiento, siendo dibujada con sutileza de anera ilusoria frente a él "Señorita Flare... la protegeré aunque me cueste la vida" afanadas palabras que a pesar de su sentimental proposito no desvian su postura firme*

* - Haggen, hoy Odín te da el poder de cambiar a Asgard de velar por su pueblo, esa es la tarea que nos encomienda, así como conservar la Paz del mundo, defendiendolo con el honor y la justicia que tienen nuestros corazones - declara de tal manera que su cosmos comienza a apagarse, más sin embargo aquel calido cosmos deja a su paso la sensación que este provoca siendo el de una tranquilidad exquisita, así como la paz en los corazones de quienes acompañan el nuevo nombramiento del joven Haggen de Merak Beta*

*Quíen ante el nombramiento recupera la verticalidad, que altiva refleja la orgullosa postura que ahora llevara por toda su vida -Tanto Odín, como usted y toda Asgard se veran resguardados por mi puño en donde se resguarda el arma que mantendra la paz de esta tierra... yo Haggen, hijo de Odín, lo prometo...- sentencia con impetu dejando con total claridad que su devoción incuestionable será la que mueva toda voluntad durante su vida*

La Estrella Beta es aquella que roba todas las atenciones ahora, pues el fulgor del Caballo Indómito se eleva en los aires, entre el hielo y el fuego.

Haggen, valiente y honorable guerrero al servicio de Odín, es este el momento de tu máxima gloria. Has podido cumplir con aquella promesa de antaño y ahora, tus responsabilidades se agrandan. El Camino de un Dios Guerrero no es para nada fácil, muchos obstáculos habrá en él, y solo en tu valor y tu fuerza, encontrarás la forma de superarlos.

Este que das hoy, es el primer paso. Pero no es más que un premio al compromiso, la entereza y la dedicación que realizas día a día, mostrando tu disposición al Norte.

Solo falta que vistas tu armadura y te conviertas en la amenaza más grande para los enemigos.

¡Felicidades, Haggen de Merak Beta!

Comandante de Asgard

La gélida noche abraza con dulzura la bóveda celeste de Asgard, mostrando como pocas veces el despliegue de una pintoresca y peculiar lluvia de estrellas que adornando el horizonte dan paso a una que dirige con brillantez la marcha, la estrella beta de la Osa Mayor.

La característica tormenta de cristal se ve pausada de manera inverosímil y así al norte de Asgard la aurora boreal precede la elevación de un gran cilindro de luz que elevándose a las estrellas tiene su origen en un lugar donde se dice reposan los restos del gran señor de los caballos, Sleipir.

-Odín padre de Asgard, señor del Valhala, no defraudare la confianza que has puesto en mí-

Son las palabras del indómito Haggen quien al llegar al epicentro de la emanación de energía, quien lo llamaba de una manera misteriosa, se percata que el lugar no es ni más ni meno el lugar en donde prácticamente entrenó gran parte de su vida, las Cavernas Ardientes, el lugar más sofocante en medio del desierto de cristal.

Así el paso vigoroso de su destino lo lleva al interior en donde a su llegada, del pozo de magma una columna de lava se levanta y de manera ilusoria un relinche aborda ensordecedoramente el lugar, permitiendo divisar luego del espectáculo como el metal brillaba con fulgor. La portentosa y reluciente armadura de Merak cobra toda la atención, para así al acercarse unos pasos más el vikingo, ésta arremetiera contra él en un espectáculo en donde la estela de fuego y cristal dejaba su marca, siendo en el camino ésta se dividiera de manera rítmica en diversas piezas que con igual sincronía se ensamblaban de manera perfecta al cuerpo del Caballo Indómito siendo la ultima pieza en tomar su lugar la tiara que de forma imponente despliega el antifaz que esconde. Este es el final del cuento del soñador, y el inicio de la leyenda del Dios Guerrero.