No me avergüenzo al decir que mis ojos se empaparon por un momento...
Honesto, excelso, digno, extraordinario... ¿Qué más puedo decir? Solo son algunos pocos de tus adjetivos. Pero nunca imaginé, nunca pensé ni tampoco jamás supuse, que una persona pudiera, no solo describir, si no también hacer sentir sensaciones en cortas líneas.
Que aquel tonto que diga, que el rol es solo un juego, se vaya y no regrese nunca más. Tú eres uno de los pocos que puede demostrar que esto no es solo un entretenimiento, que esto no es solo diversión y que esto también es aprendizaje.
Y a pesar de mis años, a pesar de mi rango, a pesar de mi jerarquía (si se quiere) en el rol, yo quiero aprender de ti, Camilo. Yo quiero aprender de ese espíritu que te define y a la vez te diferencia, que te hace rico, que te hace distinto, que te hace inmensamente humano, pero a la vez inalcanzable.
No me quedan más palabras, solo sentimientos que recorrieron mi alma alguna vez y que hoy, gracias a ti, se volvieron a encender. Quizas, será grato para un aspirante ascender, para un guerrero medio alcanzar el último título dentro de su propio reino, pero soy yo el que esta vez agradece... Gracias, gracias y eternas gracias.
Que lean todos y disfruten, no se arrepentirán... la última misión de este, un auténtico Tigre. Y ahora, dejando atrás estas palabras que sinceramente, eran necesarias de recitar, paso a lo concreto...
Zyd de Mizhar Zeta, a partir de este momento, serás nombrado bajo el último Rango correspondiente al Camino de un Dios Guerrero: Escolta del Valhalla.
Nuevamente repito y reitero, es un honor inmenso compartir filas contigo, luchar hombro a hombro y por un mismo fin, aquel fin que es más que lo que cualquiera puede imaginar... nuestro propio legado, nuestro destino bajo el sello de nuestros antepasados.
¡Que los Escoltas Imperiales del Valhalla vivan por siempre!
Siegfried de Doble Alfa // Comandante Nórdico
En nuestra escencia está todo lo que aquellos sembraron... ¡por mi honor juro, levantar este puño en ese mismo propósito!