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El notorio llanto de una chica, cuyo corazón pareciera haber sido destrozado, es oído en una sala iluminada, arrodillada ante su recámara, sin tener más consuelo que las propias frazadas las cuales las toma con fuerza y desesperanza...
- Unity... ¿Por qué? ¿Por qué es que has decidido entrar a la armada de Poseidón? ¿Por qué? Eras un hombre joven, pero sabio, que al igual que yo has amado siempre a este pueblo y ahora.... y ahora... -
No termina de concluir sus palabras, debido a que la realidad pareciera ser muy dura para esta muchacha de largos cabellos lisos y azulados, como el océano atlántico que vaya el pueblo de Bluegard...
- Y ahora te unes a los enemigos que desde la era del mito han intentado controlar este pueblo y el de nuestros hermanos de Asgard... ¡Unity! -
Exclama, intentando desahogarse al conocer la realidad de su propio hermano, tras haber leído una carta que se encuentra sobre su catre, informando a la princesa de Bluegar sobre las más recientes, y penosas, noticias...
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De: Unity |
Enviado: 11/10/2011 03:14 |
Las gélidas rachas de viento que circundan por Bluegaard se ven arropadas por un enorme cosmos que empieza a crecer hasta atravezar las ventanas de esa habitación y con ello aquellos cúmulos de energía cósmica empiezan a mostrar unos toques multicolores, como si se tratase de los mismos corales que envuelven el mundo marino...
- Te equivocas rotundamente...-
Una voz hueca empieza a escucharse en aquel salón donde su hermana llora sin cesar la ausencia del prodigio de Bluegaard...
-La humanidad ha cometido actos atroces, el mundo que nos han regalado los dioses ha sido manchado por corrupción y un sin fin de crímenes, el emperador de mar solo quiere establecer su utopía purificando aquello irreparable...-
Explica el ahora alaid de Poseidon, mostrando el completo dominio de su cosmos y la proyección del mismo que le permite transmitirlo aún desde los confines de la Atlántida...
Unity |
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Una especie de soplido es el que recorre de extremo a extremo la figura de la destrozada muchacha, congelándose hasta la punta de sus dedos tras escuchar aquel nombre que, extrañamente, se le repite en su mente una y otra vez...
- El emperador del mar... -
y tras esto...
- U-U...nity... tú, no.... -
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