Desde el frío mismo del eterno hielo, se destinan sobre el firmamento millones de rumores. Como bien muchos saben, nuestra historia recide en la veracidad de los dichos que, generación tras generación, han marcado los propios indicios de nuestra historia a través del diálogo.
En esta oportunidad, un nuevo Palacio, una nueva Orden pretende levantarse de entre los escombros de una ciudad abandonada, justo al Norte de la Nación Vikinga.
Es hora de afirmar hechos sobre palabras, y aquel que fuera la mismísima encarnación del Todopoderoso, deberá mantener ese velo de creencia entre sus seguidores.
Participante: Dolbar.
Lapso: 3 días.
Encomienda: Erigir un nuevo Castillo. Conquistar a la fuerza una de las ciudades más hostiles, porque en ella, guerreros ermitaños que sobreviven a través de su condición y de su convicción, se revelarán a tu argumento. Quizás son pocos, quizás no son más de dos o tres por las características del entorno y la enorme despoblación que ha existido en estos últimos años dado el descongelamiento de los polos que convierten a esta zona en un lugar peligroso.
Condición I: Convencer a aquellos de que deben seguirte y adorarte como la verdadera identidad del Dios Padre.
Condición II: Derrotar a todo aquel que se interponga hasta las últimas consecuencias.
Recompensa: Consagración como Monje (*). Conocimiento del Cosmos nivel básico.
Castigo: El exilio. Abandonarás a tu personaje si fallas, teniendo la posibilidad de integrarte nuevamente como uno de menor jerarquía o probar suerte en otro Reino, donde se valore a los mediocres.
(*) Monje: Tendrás la facultad de dar órdenes a tus súbitos y contarás con una pequeña escuadra de tres soldados razos. Podrás utilizarlos a la hora de rolear como guardias personales, y estos solo contarán con armas de asedio. Tu próximo rango a alcanzar, será el de Sacerdote en la cronología del Aspirante. El último paso a alcanzar, será convertirte en Papa.
Comandante del Valhalla
Siegfried de Doble Alfa