Has pasado por unn muy duro y largo camino, Daana, bien vale la pena recalcar ello. Problemas de toda índole, conflictos, trabas que yo mismo te he impuesto por muchos motivos. Sin embargo, como todo proceso, hay un final, que en tu caso, es un final alegre. De una vez, por fin, has logrado obtener tu armadura de plata, el Grulla, el cual te pertenece lo que te hace merecedora de obtener el rango Caballero del Santuario.
Te quiero felicitar por ello, y al mismo tiempo decirte que, el camino, aún no ha terminado, nosotros dos, por un motivo especial, sabemos que: Esto ni siquiera ha comenzado...
Felicitaciones, una vez más, Daana de Grulla.
Gran Patriarca del Santuario. |