Una hilera de pasos constantes se termina justo al nacimiento de una terrible y elegante puerta.
- "Son muchas dudas las que aún me conciernen..." -
Mientras que una de sus manos se apoya allí, en aquella estructura decorosa, la cual empuja con suficiente determinación.
- "Y en particular... este llamado tan inesperado" -
Avanzando sucesivamente sobre una alfombra de rojos matices, la cual a medida que va transitando, deja iluminarse por los focos que predominan en la famosísima alcoba del Maestro.
- Gran Maestro -
Pronuncia, sin obtener una respuesta próxima; Entonces, algo intrigado, continúa sin perder el tiempo hasta acercarse a lo que parece ser un trono aparecienco frente a él, una caja de pandora.
- Pero... ¿qué es esto? -
Fascinado por la excelencia de aquel baúl bañado en oro y con forma cuadrangular, el cual expone desde sus detalles y delineaciones una perfecta cabra estampada sobre uno de sus bordes, y lo que es aún más extraño para este extranjero español, proveniente de Pirineos, es el inexplicable sentimiento que se forja en él a partir de ese encuentro tan especial.
- La... -
Cuando un intenso sonido lo interrumpe. Una especie de chillido agudo, el cual pareciera tan intenso como incluso la enorme cantidad de partículas que, en el mismo tono, recorren la humanidad de Shura y por si fuera poco, o simplemente una conexión entre ambos, lo mismo ocurre en ese armamento cuando de repente, en el cielo la estrella de Capricornio, la décima en la elíptica, despide un brillo nuevo... Como si simplemente pronosticara algo que está por ocurrir en segundos; reconociendo a su auténtico y legítimo representante.
- ¡Armadura de Capricornio! -
Completando su frase cuando cada parte lateral de esa caja se expide hacia sus costados, dejando a la vista los artefactos de aquella armadura que componen en primera vista, lo que es un íbex; Uno de esos animales con los que este sujeto tanto tiempo convivió, absolutamente rebosado en el material más preciado por el Mundo. Tan dorada como una joya
- ¡Ahora lo entiendo! -
Abriendo sus brazos y piernas con energía, cuando una explosión se sucede desde el núcleo de la forma de esa Cabra, la cual sale automáticamente disparada hacia cada parte del físico del español acobijándolo bajo un manto nunca antes visto en esta generación: el auténtico Guardián de Capricornio, el próximo que resguarde la Décima Casa del Santuario y además, uno de los Doce Caballeros Sagrados que resguardarán la vida de Athena desde una perspectiva distinta, propia de los más fuertes.
- Por fin he alcanzado mi sueño... El sueño de servirte para siempre, Athena -
Shura de Capricornio, quien hace su aparición por primera vez sujetando sobre el arco de su brazo derecho, un yelmo preponderante con dos astas de gran dimensión. Proyectándose además algo propio y profundo lo cual nace desde lo más profundo de su corazón; unas inexplicables sensaciones que lo recorren, haciendo que su piel se herize ante el deber que ahora le reconoce y por si fuera poco, el mando al cual corresponde.