Territorio precedente a las 12 casas, Santuario de Athena...
Refulgente y majestuoso el astro rey aparece en el horizonte iluminando con su luz todo el territorio sagrado del Santuario, lugar que en este momento está atravesando un momento crítico, con la invasión de los Espectros los cuales han recorrido con suma facilidad el famoso juego conocido como las doce casas. Sin embargo, muchos de ellos han comenzado a ser detenidos por los Santos de mayor jerarquía, aquellos cuyas armaduras pertenecen a la elíptica solar, como si existiese un lazo entre una nueva mañana y las primeras victorias de los gloriosos Santos de Oro.
Sin embargo, una sombra en el cielo anuncia la llegada de una escencia extremadamente agresiva y hostil, la cual aterriza de una manera muy violenta en lo alto de una colina...
- Malditos Santos de Athena, qué diablos han hecho con el Emperador... Cómo se atreven... Pagarán por eso...-
Menciona casi como un murmullo, apretando sus puños y tensando todas las facciones de su cara, en el momento que en su mirada fulminante el reflejo de una construcción y un símbolo en particular se divisa...
- Aries...Seguro ahí encontraré respuestas...-
Se asegura quien no parece responder a ningún patrón ni a ninguna orden en comparación a los otros de su casta, cual si fuera un lobo solitario, rabioso, desesperado porque se atrevieron a tocar a la única persona con la que tiene un vínculo desconocido completamente...
Y así, extendiendo unas imponentes alas, desciende de la colina con dirección hacia el Templo, sin tener ningún tipo de respeto por las leyes de ese lugar...
- Yo, Kagaho de Bennu, la Estrella Divina de la Violencia, voy a pisotear el orgullo de todos ustedes...-
Un nuevo Espectro aparece...
Solitario y rabioso, dispuesto a todo...
Aries, la futura víctima de su furia...
...CONTINUARÁ...