Tras unos días luego del combate contra el general marino, Koga el cual parece haberse recuperado de las heridas sufridas en aquella batalla, -vaya aquel hombre dijo que algo extraño sucedía en el santuario y algo acerca de la utopía del emperador Poseidón- Menciona el joven santo de Pegaso, mientras pensamientos de confusión pasan por su mente, “es extraño lo que está pasando aquí, Athena no se encuentra en el santuario y ni se sabe acerca del patriarca, que será de Seiya y Shiryu los santos legendarios” mientras pasea por un jardín en las cercanías del santuario, de pronto sus pasos se detienen y una gota de sudor escurre por su rostro -¿Qué son estas presencias que siento moverse en distintas direcciones? son cosmos muy agresivos, se parecen al de aquel general de marina… pero además hay otro cosmos muy fuerte que se dirige a interceptar a uno de estos individuos, este cosmos…- mantiene un corto silencio para que se dibuje una sonrisa en su rostro -¡Es Seiya!, no puedo equivocarme, le seguiré y observaré que pasa actualmente en el mundo- exclama movilizando su humanidad en esa dirección