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| De: Corona-Solar (Mensaje original) |
Enviado: 19/04/2013 05:42 |
Las aguas del mar Egeo son conocidas en la Península Balcánica por su vasta violencia que se expresa con sus constantes agitaciones que atemorizan a las personas de aquella región al inundar a cada una de las embarcaciones que pasa por su superficie. Sin embargo, este panorama se intensifica abruptamente por una esencia que va más allá de la misma naturaleza como si un ser divino fuera el responsable de tales acontecimientos, al instante que una inexpugnable ola hace acto de presencia arrasando todo a su paso mientras se dirige hacia una región conocida comoMacedonia, destacando en su cúspide un hermoso carruaje de oro que es conducido por un misterioso hombre que es cubierto de pie a cabeza por unas escamas azuladas a medida que sujeta de las riendas a cuatro hipocampos destacando uno de ellos que se encuentra por delante de los demás, quien manifiesta místicos matices dorados... - Emperatriz, pronto podrá visitar a aquél hombre - se escucha desde el interior de la carroza, en el preciso momento, que se visualiza un magnánimo castillo. En tanto, los caballos marinos dan un salto a lo unísono hacia la misteriosa fortaleza para así aterrizar de manera elegante a la entrada del mismo... - Sin duda, nadie será capaz de impedirlo - pronuncia con firmeza una voz femenina al observarse sólo dos misteriosas siluetas al interior del carruaje...
Remitentes: Serafina -Sorrento
Destinatario: Macedonia.
Plazo de la visita: Cinco Días.
Motivo: Tener una reunión con el encargado del castillo de Macedonia.
Mensaje: "Nuestra llegada corresponde a la voluntad divina de nuestra Emperatriz".
Cantidad de visitantes: Dos.
Sorrento, Comandante Marino
"La tierra debe pertenecer sólo a las personas de corazón puro"
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De manera que definitivamente el Dios de los mares ha tenido la decisión de visitarme...
Participante: Seiya de Sagitario.
Misión: Impedir el paso del General marino hacia los interiores del castillo de Macedonia.
Plazo entrega batalla: Hasta que finalice el evento.
 Ionia. |
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Bienvenido es el Dios de los mares en este castillo de Macedonia, adelante.
Ionia.
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¡El General Marino no avanzara un centimetro más!
Seiya de Sagitario.- |
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La llegada a aquel lugar corrupto es inminente, como también lo es la resistencia atheniense que ahora se encuentra ante ellos. La mirada de Serafina se posa sobre aquella protección dorada: la de Sagitario. Poseidón, en el interior de la muchacha, reconoce a aquel que es conocido como el "asesino de dioses", y el oleaje se vuelve más violento y amenazante.
Y aún así, no hay tiempo que perder.
- Sorrento... Te lo encargo. - Son las únicas y aterciopeladas palabras que pronuncia la reencarnación del Agitador de la Tierra, al mismo tiempo que el carruaje desciende a través de la inmensa ola hasta posarse en la orilla.
Los ojos serenos de la muchacha ni siquiera se entrecruzan con el de dorada armadura, mientras desciende de su transporte con delicados pero seguros pasos. Cuando pasa por un costado de Seiya, con el porte y la seguridad que caracteriza al Señor de los Mares, el atheniense puede notar el violento y poderoso cosmos latente que yace en el interior de aquella mujer.
Así pues, con el Tridente de Poseidón en mano y la sensación de dominio en toda su aura, Serafina se interna en el castillo de Macedonia.
Serafina
"La nueva Utopía se extenderá, por todo el mundo, a través de la voluntad de los Mares."
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Extenderé, por motivos contextuales, indefinidamente esta invasión, ya que el plazo impuesto ha caducado.
Ionia. |
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En visperas de los futuros cambios que ocurrirán en la comunidad y para no detener la actividad desarrollada por los distintos reinos. He decidido, participar en el evento interno desarrollado por la Atlántida y de manera paralela estaré a la expectativa para terminar ésta misión que es central para la trama de la comunidad. Todo lo mencionado fue aprobado por uno de los miembros del Consejo (Sorrento).
Serafina
"La nueva Utopía se extenderá, por todo el mundo, a través de la voluntad de los Mares."
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