agridulce ficción de lo que quiero,
imán que atrae las ansias de tus besos
para poblar el desierto virgen de mi amor...
Pérfido compañero de mis momentos de ocio,
eres ese orgulloso que sufre la agonía
de añorarme en el lecho distante de tu vida.
Vagas en la procesión cotidiana de mis sueños
y despiertas creyéndote mi dueño,
con hambre de pasión comes mis letras
que jamás interpretas con el corazón.
El resplandor del diamante de tu alma,
es ese espejismo que me hace brindarte
el exclusivo néctar de mis poemas;
la caza de mi amor es tu diaria faena
sin embargo al leerme eres tu la presa
de la magia efervescente de mis letras.
Valeria Valoska