Dormir no podía. Cuatro noches hacía que su caballero no la visitaba a los pies de su ventana , triste estaba la Dama Luna Dulcinea, le faltaban sus versos, sus poemas que con tanto cariño le recitaba, casi nunca se veían salvo en contadas ocasiones y por muy poco rato, de todas formas se sentía plena de amor por el solo hecho de escucharle aun sin verle.
Se sentía impotente por no saber nada de Quijote , no podía preguntar a nadie ya que era su amor prohibido, nadie veía con buenos ojos aquella relación . Aquella noche lucía una mágica Luna en el cielo , no se lo pensó , enseguida la llamó y así le dijo:
Luna Blanca lleva estos besos a mi amado, tu puedes viajar al lugar donde se encuentra .
Y partió la Luna con los besos de Dulcinea, mas no pudo encontrar al Caballero por ningún rincón del mundo. Dama Luna no encuentro a tu amado , la entrega no la pude llevar a cabo, Dulcinea mira al cielo desconsolada y llorando musita unas palabras