Una sonrisa amable y sincera es el pasaporte universal que
facilita la entrada a muchísimos corazones.
Una sonrisa amorosa es una caricia que enciende y mantiene
viva la llama de la felicidad que produce el compartir, pues
nadie logra ser suficientemente feliz aislado de los demás
y encerrado en sí mismo. La sonrisa nacida en el corazón
derriba barreras y construye puentes para comunicarnos
con quienes necesitamos y con quienes nos necesitan.
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