No tenia un grado universitario y lo llamaban maestro.
No tenia medicinas y le llamaban sanador. No tenia un ejercito y le temían. No gano ninguna batalla militar pero conquisto el mundo. Murió y fue enterrado en una tumba prestada y vive hoy en día entre nosotros. No cometió ningún crimen y aun así, lo crucificaron. He aquí el Rey de Reyes.