Clandestinos tus ojos roban mis otoños nocturnos y yo, con esta rebelde desnudez…
De mar, amor, eres de amar.
Salgo a buscar el recinto de tu boca, descifro un paraje silencioso, retrato íntimo de un licor que envejece cobrizo, (gran reserva, aromado y complejo) enamorado, y al vuelo atrapo el último incendio del olfato.
Mis labios prisioneros de tus huestes, mueren dulcemente en la tangible sabiduría de tu copa.
Sí ,eres de a-mar, amor, sin condiciones, como se ama al aire, uva que inunda las vertientes, sin límites, los besos suben por los tobillos aguzando el punzante deseo de agotar la noche en el único aroma de tu piel.
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