En el viejo árbol vivía un duende quien le pidió que no lo cortara a cambio de tres deseos de el quisiere, el leñador aceptó y fue corriendo a avisarle su esposa.
Su mujer se puso tan contenta que olvidó hacer la comida, después dijo el leñador: “Me gustaría comer una gran salchicha” entonces apareció una gran salchicha sobre la mesa.
La mujer enojada por el tonto deseo que pidió dijo: “Ojalá que la salchicha se te pegara en la nariz” y la salchicha se le pegó en la nariz.
El leñador dijo: “¡Que la salchicha se me despegue de la nariz!” y la salchicha se cayó a la mesa y los dos se quedaron asombrados por que sus tres deseos se perdieron en nada provechoso, tristes y callados se comieron la gran salchicha, su único deseo.