Yoruba es un término que identifica en conjunto a las tribus africanas que hablaban la misma lengua, compartían una cultura y que convertidos en esclavos ingresaron en el continente americano de forma violenta e involuntaria. La captura y transporte de los esclavos se llevó a cabo indiscriminadamente, de modo que al llegar al continente americano estaban mezclados miembros de diferentes versiones de las creencias Yoruba y de las patakíes (leyendas) de sus orishas (dioses).
Entre las numerosas etnias que fueron introducidas en América estaban los llamados carabalíes (porque provenían del área del Calabar), del sudeste de Nigeria. También llegaron esclavos procedentes de regiones comprendidas entre la Costa de Marfil, la Costa de Oro y la llamada Costa de los esclavos. Muchos esclavos procedieron de la enorme Cuenca del Congo, y aunque eran mondongo, gangüela, mukalla, bisongo, agunga, cabinda, motembo y mayombe, a todos se les llamaba simplemente “congos”. Del sur de esa área venían los angola. Desde la costa de Senegal hasta Liberia, vinieron los mani, kono, bámbara y mandinga. De la Guinea francesa, los yola, fulani, kissi, berberí y hausa. Los esclavos africanos lograron conservar su tradición espiritual religiosa por medio de un mecanismo ingenioso y creativo que ameritaba además un gran despliegue de estudio y capacidad analítica: el sincretismo.
La santería, término derivado de la palabra “santo”, nace del sincretismo natural de la práctica con que los negros, como expresión de sobrevivencia, aceptaron a los dioses de los blancos; respetándolos con el pensamiento lógico de “muy poderosos han de ser cuando los tienen a ellos de amos y a nosotros de esclavos”. Asimilando nuevas divinidades, tenían mayor protección espiritual; el orisha era el santo católico, y el santo católico era el orisha. Pensando en las similitudes que había entre ellos, los adoraban al modo africano aunque con nombres cristianos, conservando así la esencia de las divinidades originales.
San Lázaro es Babalú Ayé en la santería, un santo mayor muy adorado (su nombre significa “padre del mundo”); protege de algunas enfermedades, como las venéreas. San Francisco de Asís es Orula, también santo mayor, que personifica la sabiduría y la posibilidad de influir sobre el destino. La patrona de Cuba, La Virgen de la Caridad del Cobre “La Mambisa”, sincretiza con Oshun u Ochún “Cachita”, la dueña del amor, de la feminidad y del río, el símbolo de la sexualidad femenina.
Ochún orisha del amor, cuida y protege los órganos reproductores de la mujer y tiene una presencia fundamental al momento de la fecundación. Es una mulata hermosa y simpática, coqueta, bella, cariñosa, dócil y hacendosa; es además una deidad muy sensual, muy musical y muy buena bailadora. Es la diosa del amor sexual. Es capaz tanto de resolver como de provocar riñas entre orishas y entre hombres. Puede aparecer cosiendo o en otra gestión doméstica, o como prostituta consumada, cuya misión es arrancarle los hombres a todas las mujeres, entonces no escatima en recursos como bailes eróticos y cadencias pélvicas.
Cuenta la leyenda que alrededor de 1620, dos indios Juan de Hoyos y Juan Moreno y un negrito criollo llamado Rodrigo, fueron a buscar sal a la bahía de Nipe. Estando ya en el mar en una canoa, vieron aparecer una imagen tallada en madera de la Virgen María que flotaba sobre una tabla. Llevaba en el brazo izquierdo al niño Jesús y en el derecho una cruz de oro, en la tabla había una inscripción que decía: “Yo soy la Virgen de la Caridad”. La recogieron y la llevaron al hato de Varajagua, donde el administrador de una de las minas de cobre ordenó construirle una ermita. El 10 de mayo de 1916 Benedicto XV la declaró Patrona de Cuba.