Ayer mencioné que hablando kabbalísticamente, esta época del año puede ser muy dura, y puede parecer que el mundo entero está contra ti.

No se trata de que el mundo esté en contra tuya; TÚ estás en contra de ti mismo.

Tu mayor obstáculo en este período eres tú. Las dudas, los miedos, la ira, la culpa...todo aumentando a cada momento.

Si solo los kabbalistas nos aconsejaran quedarnos en la cama por estas tres semanas, hasta que la andanada cese... pero no. El mejor remedio para una conciencia enferma es primero reconocer que el reto está adentro, no afuera. Vuelve a leer la afinación de ayer y asegúrate de hacer lo necesario para conectarte a la Luz.

Entonces, mirando hacia adelante, haz lo que puedas para impedir que la negatividad penetre. Los kabbalistas llaman a esto "Cerrando las pequeñas aperturas." No hagas ninguna promesa que no puedas cumplir, no te preocupes por pequeñeces, no procrastines. Recuerda, son las pequeñas cosas las que hacen la diferencia.