Nada sucede sin ser visto.
Mi padre y maestro Rav Berg a menudo me recuerda que comparta sin considerar cuándo vendrá la retribución. "No te preocupes, cuando sea tiempo de que venga, vendrá, sin fallar."
Una de las más grandes armas de nuestro Oponente es el tiempo. Hacemos algo bueno pero para que nosotros creamos que no valió la pena, la recompensa de nuestra buena acción es retardada.
Hoy, ten certeza que las semillas de compartir siempre darán fruto. Sin fallar.
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