QUERIDO BEBE

Siempre te he querido más que a todos porque, a pesar de que los finales suelen ser tristes, en tu caso nos sacaste de un mundo de dolor y silencio, devolviste a mis labios la palabra hijo y permitiste que mis ojos brillaran de nuevo. Nos hemos aferrado a ti con todas nuestras fuerzas. Eres afortunado tienes dos hermanitos mayores, que te enseñaron a hablar, a sonreír, a dar pasos apresurados y a leer de sus cartillas viejas. Fuiste el ingeniero destructor de sus cositas mas cositas, conociste los secretos del agua sobre las alfombras y el misterioso poder de una cinta fuera del cassete, aprendiste a recitar poemas, y a cantar canciones en inglés cuando aún no podías deletrear el padrenuestro en español. Fuiste nuestra conexión con el pasado; una razón para el mañana. También te tocó vivir momentos de soledad por mis estudios, y aprendiste a compartir desde temprano una ronda en el jardín con otros niños pequeños y una clase de anatomia en la facultad de Medicina. Revitalizaste nuestros pasos, nos enseñaste el lenguaje coloquial de adolescentes, y nos preparaste para la edad madura sin el ceño fruncido, nos hiciste tener un sentido del humor que la madurez, la seguridad y el paso de los años no ofrecen por si solos. Cuando tu pelo empiece a encanecer y tengas a tus hijos ya mayores, seguirás siendo nuestro bebé.

Con amor MAMI

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