Más de 700 tiendas y dos millones de visitantes diarios describen cómo es la avenida Nankín de Shanghai, la calle comercial más grande del mundo.
Aquí podrás encontrar firmas conocidas internacionalmente, como Zara, Mango, Loewe, Trucco, Lladró, Tous, Versace, Nike, Marks and Spencer, Rolex, Prada, Louis Vuitton, Adidas, Bulgari o Giorgio Armani.
Pero no sólo las firmas punteras hacen negocio en la calle Nankín, donde según un estudio de la consultora estadounidense Cushman & Wakefield el alquiler de un metro cuadrado de suelo comercial cuesta en torno a 2.000 dólares al año; decenas de vendedores ambulantes chinos abordan a los turistas en su paseo.
Imitaciones de bolsos, zapatos y relojes de alta gama, de los últimos teléfonos móviles, de reproductores de música o de cámaras de fotos tientan a los visitantes de presupuesto más ajustado.
Sin embargo, para la agencia de viajes Absolut China Tours, una compañía que lleva 25 años operando en el gigante asiático, dos millones de peatones atraviesan a diario la arteria comercial, una cifra que sube por encima de los tres millones cuando se celebran en China las vacaciones oficiales.
Nankín es un hervidero de gente a cualquier hora del día: por las noches una multitud deambula en su tramo este, a mediodía los aledaños de la Plaza del Pueblo están atestados de tráfico y peatones, y a primera hora de la mañana muchos madrugadores se ejercitan, bailan, o practican artes marciales antes del trabajo.
Quizá sea al amanecer cuando la calle conserva su espíritu más tradicional, cuando sus vecinos salen a pasear en pijama a sus mascotas entre centenares de personas haciendo Tai Chi y las enormes pantallas de sus rascacielos todavía no están encendidas.
En una ciudad en la que los rascacielos se cuentan por miles, la avenida Nankín también aporta altura con cuatro grandes edificios en la silueta de la ciudad sobre el horizonte: Shimao International Plaza (333 metros), Plaza 66 (288 metros), Tomorrow Square (285 metros) y el hotel Radisson (208 metros).
Absolut China Tours cree que "la calle Nankín se está convirtiendo en una avenida comercial de primera clase, y dentro de poco estará al nivel de los Campos Elíseos de París, Ginza en Tokio, la avenida Michigan en Chicago y la calle Oxford de Londres".
Javier Sauras.