Son muchos los factores que nos llevan a perder
nuestros sueños o esa capacidad de soñar, puede ser
la autoestima muy baja donde pensamos que eso no es
para nosotros. Puede ser la falta de confianza en
nosotros mismos producto de nuestras
inseguridades recibidas en el hogar o en la escuela.
Puede ser la desilusión cuando alguien en quien
confiamos nos falló, ya no
quiero soñar. Puede ser la ansiedad, el estrés y hay otro
enemigo conocido como el pesimismo, que a su vez es
conformista y cuya palabra preferida es “imposible, no se
puede lograr”. Estos factores y especialmente el pesimismo
te desaniman y pierdes esa capacidad de soñar, no quieres
soñar porque temes que no se de y te dices a ti mismo
“mejor no soñar que fracasar.” Y los mas “espirituales”
se dicen: “creo que esta es la voluntad de Dios”.
Perdemos el sueño cuando perdemos la esperanza.
¿Puedo volver a soñar?
Claro que puedes volver a soñar.
Los sueños se construyen de la esperanza. Tu puedes
comenzar a soñar con la felicidad en tu matrimonio,
puedes comenzar a soñar con la carrera que querías
graduar, soñar con lograr, con tener, con hacer, son
tantos los sueños que puedes hacer una gran lista de
las cosas que te gustaría ver en ti y en los tuyos antes de
morir. Cada uno de tus sueños aun incluyendo ser el
mejor esposo, el mejor padre, el mejor amigo, son
válidos e importantes.
Me encanta la definición de John C. Maxwell en su
último libro ¡Vive tu Sueño! “Un sueño es un cuadro
inspirador del futuro que infunde energía a tu mente,
voluntad y emociones, facultándote
para hacer todo lo que puedas para lograrlo”.
Nunca pierdas la esperanza, busca las cosas que
quieres y trabaja por ellas. Pregúntate:
¿Qué es lo que realmente quiero en la vida?
¿Cuáles son las cosas que valen la pena luchar en la vida?
“No hay nada como un sueño para crear el futuro”
Una vez que has descubierto lo que quieres, es importante
que te hagas las preguntas correctas para pasar a la acción
y así detener el autosabotaje que muchas veces te haces,
haciendo que tus sueños no se hagan realidad.
“No se amolden al mundo actual, sino sean
transformados mediante la renovación de su mente.
Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena,
agradable y perfecta.”
No te amoldes a las palabras y juicios de la gente que te
dicen que es imposible, que no lo vas a lograr, que
eso no es para ti, cambia de actitud y renueva tu mente
con lo que Dios dice que eres y lo que El tiene para ti.
Motívate para soñar, para soñar en grande, para ser el
mejor, para dejar una huella en las personas que amas.
Recuerda que todos los problemas se hicieron para
ser resueltos, así que no te detengas y dale
vida a tus sueños.
Hoy es el mejor día para volver a soñar.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes