Esta es una historia real
aunque todo mundo diga eso y sea un cliché. en la ciudad de mexicali, baja
california, en méxico, existe una leyenda muy vieja, toda la ciudad la conoce,
sobre todo, la gente de mayor edad puesto que esta ciudad (aquí nací y vivo)
apenas acaba de cumplir 100 años, entonces no es nada raro que hasta los jóvenes
la conozcamos bien.
Hace muchos años en el centro de la ciudad vivía una
señora que maltrataba mucho a sus hijos, les gritaba todo el tiempo, les pegaba
y los encerraba en la casa. así pasó el tiempo, hasta que sus hijos se hicieron
mayores, se casaron y la abandonaron.
La señora, sintiéndose culpable y
con remordimientos, fue a la iglesia de la ciudad a hablar con el sacerdote, le
contó todas las cosas que les había hecho a sus hijos durante muchos años, el
padre, al escuchar las crueldades que la mujer había cometido, le dijo que sus
pecados eran muchos, que una madre como ella sólo podía viajar a roma para allí
encontrar el perdón de dios. pero la señora era muy pobre y no tenía manera de
costear un viaje, ¡mucho menos hasta roma!, así que el sacerdote le ordenó que
pidiera limosna, pero (para que su penitencia fuera más dura) sólo debía aceptar
monedas de cinco centavos (equivalente a cinco pesos mexicanos de hoy) y si le
daban monedas de otra cantidad, debía devolverlas.
La mujer salió de la
iglesia y ese mismo día empezó con su misión, todos los días se sentaba frente a
la iglesia a dinero, mucha gente se sorprendía al ver que cuando le intentabas
dar monedas de mayor valor las rechazaba, por lo que la comenzaron a llamar la
señora del cinco.
Tristemente, años más tarde y poco antes de poder
conseguir el dinero suficiente para el viaje, enfermó gravemente y
murió.
Días después de su muerte, un señor que caminaba frente a la
iglesia cierta noche vio a una vieja que llevaba un velo en la cabeza con
apariencia muy humilde. la mujer se le acercó y le dijo:
- señor, ¿no me
regala un cinco?.
- no tengo, pero tome esta moneda de veinte.
- entonces
ella se descubrió la cara y era el rostro de una calavera.
- ¡no pedí veinte
centavos, pedí cinco! ¡lo maldigo!
Y así sucedió que muchas personas
relataban lo mismo, y a muchas de ellas les ocurrían desgracias al poco tiempo,
y los papás solían asustarnos con el clásico te va a llevar la señora del
cinco.
La historia se volvió tan popular (fuera verdad o no) que en
mexicali, durante muchos años, se acostumbró llevar siempre una moneda de cinco
si salías a la calle, y las casas de todas las familias tenían siempre un vasito
lleno de monedas de cinco centavos por si la mujer tocaba a la puerta.
Yo
no conocí esta historia hasta la secundaria, en clase de lectura y redacción, un
día que nos pusimos a hablar de historias de terror, una amiga la mencionó y
resulta que casi todo mundo conocía la leyenda menos yo. entonces la profesora
nos contó que cuando ella tenía como 9 años, en su casa también juntaban
moneditas de cinco y que se hablaba de la leyenda de la señora aunque nadie de
la familia la hubiera visto. un día la dejaron sola en la casa y le dijeron que
no abriera la puerta para nada (obviamente no por el fantasma, sino por los
delincuentes), y a ella le recordó la historia, pero no le dio miedo. al poco
rato de que sus papás se fueron, alguien llamó a la puerta y ella, temorosa de
abrir, se asomó por la ventana. dice que se quedó helada al ver a una figura con
una capa negra que parecía flotar del suelo y no tener cabeza. jamás supo si se
trataba de la señora del cinco o no, porque no se atrevió a abrirle la puerta,
sino que se escondió llorando debajo de la cama hasta que llegaron sus papás,
que ni siquiera le creyeron...
Yo sinceramente no sé qué creer, pero en
fin, es una leyenda.