Piensa en alguna ocasión en la que tu reacción ante
una mala noticia terminó resultando peor
aún que la mala noticia en sí misma.
Ahora piensa que si tienes la capacidad de empeorar
algo según cómo reaccionas, también deberías tener
la capacidad de mejorarlo. Mira atrás en dirección a
los sucesos de tu vida, y verás qué importante ha
sido el rol que han jugado las respuestas
que has dado. Ciertamente cualquier
cosa que te suceda tiene una influencia,
pero lo que tú hagas al respecto generalmente
tiene una influencia aún mayor.
Han sido tus respuestas, no los hechos que les
han precedido, las que te han llevado
hasta donde te encuentras ahora.
Y no importa lo que pueda aparecer en tu
camino, tienes la capacidad de responder
de cualquier manera que decidas.
Así que podrás culpar a la debilidad de la
economía por tu mala fortuna, o podrás
encontrar en ella una oportunidad para
crear nuevo valor. Puedes maldecir el mal
tiempo, o puedes aprovecharlo.
Puedes quejarte porque quienes te rodean no
te comprenden, o puedes intentar fortalecer
tu propia comprensión. Puedes dejarte tironear por
los hechos aleatorios que te suceden,
o puedes enfocarlos, todos ellos, en pos de tus más
preciados sueños. ¿Cómo responderás a los hechos
con los que te enfrente la vida durante este día?
Sea lo que fuere que decidas, ten presente que podría
estar marcando toda la diferencia del mundo.