La Ostra
Había una vez una ostra cuya historia
cuento, que halló que algo de arena se
había metido en su concha. Era tan solo
un grano, pero le produjo gran dolor
ya que las ostras tienen sentimientos
aunque sean tan simples.
Ahora, ¿minimizó ella las ásperas labores
del destino que la llevó a tan deplorable estado?
¿Maldijo al gobierno, reclamó elecciones,
y demandó que el mar debió haberle
brindado protección?
No, se dijo a sí misma mientras yacía en una
concha, ya que no puedo removerla, intentaré
mejorarla. Ahora los años han pasado,
como los años siempre lo hacen. Y llegó
a este su destino final: un guisado.
Y el diminuto grano de arena que tanto la
había molestado era un hermosa perla
preciosamente radiante. Ahora el cuento
tiene una moraleja, ya que ¿no es maravilloso
lo que una ostra puede hacer con
un bocado de arena?
¿Qué no podríamos hacer si tan solo
comenzásemos con algunas de las
cosas que nos molestan?
Autor Desconocido
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