Amar a alguien es experimentar todas las
emociones ajenas al amor y aún así volver al
amor.
Amar a alguien es
sentir el dolor y aún
así poder dejarlo
atrás, en el olvido.
Amar a alguien es
comprender que esa persona no es perfecta;
es tener a la vista sus
defectos, pero poner el acento en lo que amas
de él o de ella y
aceptarlo(a) con alegría como persona individual que es.
Amar a alguien es dar
una base firme a tus sentimientos,
pero dejando espacio
para las fluctuaciones:
si sintieras siempre lo
mismo no habría lugar para crecer,
para el aprendizaje y
la experiencia.
Amar a alguien es ser
fuerte para aceptar hechos e ideas nuevas;
es saber que nadie será
siempre igual,
por que los cambios
suceden gradualmente.
Amar a alguien es dar
hasta que duela el corazón.
Los mejores
regalos compartidos son la confianza y la
comprensión que surgen
del amor. Amar es dar el ciento diez por
ciento de ti mismo a
cambio de algo tan sencillo como una sonrisa.
Amar a alguien es ver
no sólo con los ojos, sino con el corazón;
es ver con claridad tus
sentimientos,
y los de
quien amas y
saber apreciar la relación.
Amar a alguien es
entregarte por completo, como si dijeras:
"Heme aquí...", "Cuanto
soy...", "Te amo...".
No hacer transformismos
ni para obtener su aprobación,
sino mejorar en lo
posible para que tus virtudes,
al llamar la atención,
eclipsen tus faltas.
D/A