Dios se viste de muchas
maneras, para hacerse presente en nuestra vida, solo que
no lo reconocemos y
por lo general pensamos que las cosas buenas que nos pasan,
esas de las que
nos damos cuenta y tantas que desapercibidas se escapan, suceden
por nuestra
buena suerte, porque las merecemos por lo que creemos que somos,
decimos y
hacemos
Dios se viste de muchas maneras, nos señala la ruta, , nos abre
una puerta
cuando otras se cierran, nos llena los vacios y cura las heridas,
nos levanta
cuando tropezamos y nos caemos en el camino… nos previene de
algún peligro, nos
ofrece una Palabra, nos regala esa sonrisa y abrazo que
tal vez necesitábamos y
a nadie se lo habíamos pedido…
Dios se viste
de muchas maneras, por lo general de desconocidos, de personas que
se nos
atraviesan en la mitad del camino, pero que muchas veces por la rutina y
los
aceleres que vivimos, no nos damos cuenta de tanto que nos ofrecen y
los
pasamos de largo desapercibidos…
Dios se viste de muchas maneras,
toma el vestido de amigo, de familiar o
compañero, de maestro y hasta de
mendigo… pero nos cuesta tanto reconocerlo, es
tan difícil ver con los ojos
humanos todo lo que aún siendo tan pequeño y
sencillo es realmente grande y
divino…
Autor: Desconocido