¡Salve, santa Madre!, virgen Madre del rey que gobierna para siempre el cielo y la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Protege, Señor, a tus hijos y manifiesta tu bondad a aquellos que te imploran; tú que eres nuestro Creador y Padre renueva con tu poder la obra de tu creación y cuida con amor lo que has renovado.
Por nuestro Señor Jesucristo
LECTURANúm 13,1-2.25—14,1.26-33
Lectura del libro de los Números.
El Señor dijo a Moisés en el desierto de Farán: “Envía unos hombres a explorar el país de Canaán, que yo doy a los israelitas; enviarás a un hombre por cada una de sus tribus paternas, todos ellos jefes de tribu”. Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país. Entonces fueron a ver a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los israelitas en Cades, en el desierto de Farán, y les presentaron su informe, al mismo tiempo que les mostraban los frutos del país. Les contaron lo siguiente: “Fuimos al país donde ustedes nos enviaron; es realmente un país que mana leche y miel, y estos son sus frutos. Pero, ¡qué poderosa es la gente que ocupa el país! Sus ciudades están fortificadas y son muy grandes. Además, vimos allí a los anaquitas. Los amalecitas habitan en la región del Négueb; los hititas, los jebuseos y los amorreos ocupan la región montañosa; y los cananeos viven junto al maryalo largo del Jordán”. Caleb trató de animar al pueblo que estaba junto a Moisés, diciéndole: “Subamos en seguida y conquistemos el país, porque ciertamente podremos contra él”. Pero los hombres que habían subido con él replicaron: “No podemos atacar a esa gente, porque es más fuerte que nosotros”. Y divulgaron entre los israelitas falsos rumores acerca del país que habían explorado, diciendo: “La tierra que recorrimos y exploramos devora a sus propios habitantes. Toda la gente que vimos allí es muy alta. Vimos a los gigantes -los anaquitas son raza de gigantes-. Nosotros nos sentíamos como langostas delante de ellos, y esa es la impresión que debimos darles”. Entonces la comunidad en pleno prorrumpió en fuertes gritos, y el pueblo lloró toda aquella noche. Luego el Señor dijo a Moisés y a Aarón: “,Hasta cuándo esta comunidad perversa va a seguir protestando contra mí? Ya escuché las incesantes protestas de los israelitas. Por eso, diles: ‘Juro por mi vida, palabra del Señor, que los voy a tratar conforme a las palabras que ustedes han pronunciado. Por haber protestado contra mí, sus cadáveres quedarán tendidos en el desierto: los cadáveres de todos los registrados en el censo, de todos los que tienen más de veinte años. Ni uno solo entrará en la tierra donde juré establecerlos, salvo Caleb hijo de lefuné y Josué hijo de Nun. A sus hijos, en cambio, a los que ustedes decían que iban a ser llevados como botín, sí los haré entrar; ellos conocerán la tierra que ustedes han despreciado. Pero los cadáveres de ustedes quedarán tendidos en este desierto. Mientras tanto, sus hijos andarán vagando por el desierto”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El informe dado por los exploradores enviados a la tierra de Canaán no es muy alentador para un pueblo lleno de miedo y desgano. El llanto de toda la noche, y las continuas protestas, son el reflejo de un pueblo que aún carece de conciencia y ganas por alcanzar su libertad.
SALMO 1O5, 6-7.13-14.21-23
R. ¡Acuérdate de nosotros, Señor!
Hemos pecado, igual que nuestros padres; somos culpables, hicimos el mal: nuestros padres, cuando estaban en Egipto, no comprendieron tus maravillas. R.
Muy pronto se olvidaron de las obras del Señor, no tuvieron en cuenta su designio; ardían de avidez en el desierto y tentaron a Dios en la soledad. R.
Olvidaron a Dios, que los había salvado y había hecho prodigios en Egipto, maravillas en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo. R.
El Señor amenazó con destruirlos, pero Moisés, su elegido, se mantuvo firme en la brecha para aplacar su enojo destructor. R.
ALELUYA Lc 7,16
Aleluya. Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su pueblo. Aleluya.
EVANGELIO Mt 15, 21-28
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús partió de allí yse retiró al país de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar: “Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio”. Pero él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron: “Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos”. Jesús respondió: “Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”. Pero la mujer fue a postrarse ante él y le dijo: “¡Señor, socórreme!”. Jesús le dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros”. Ella respondió: “¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!”. Entonces Jesús le dijo: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!”. Y en ese momento su hija quedó sana.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
A lo largo del relato se han producido varías transformaciones. ¿Qué es lo que se transforma? Con relación a la situación inicial la niña ha quedado curada, su cuerpo ha quedado libre del demonio (...).Jesús, el rabí de Israel, se ha transformado en rabí para todos, su cuerpo ha quedado implicado en nuevos vínculos que enriquecen su misión. La mujer se transforma en exorcista y en madre de otros hijos e hijas que desde entonces pueden saciarse también.
Se han producido movimientos de vida. De la amenaza de enfermedad y muerte a la vida como proyecto. Del exclusivismo de Israel a la inclusión de los pueblos. (Graciela Dibo, La sabiduría de una mujer extranjera, Ed. Verbo Divino)
ANTÍFONA DE COMUNIÓNCfr.Lc 11,27
Feliz la Virgen María que llevó en su seno al Hijo del Padre eterno.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Cuida, Padre, con tu constante protección a quienes has renovado con el Pan de la Eucaristía; y reconfortados siempre por tu gracia haz que seamos dignos de la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Padre, estos dones que te presentamos, acepta el sacrificio espiritual de esta Eucaristía y haz de nosotros una eterna ofrenda para tu gloria.
Desde la nube luminosa se oyó la voz del Padre: este es mi Hijo, el amado en quien tengo puesta mi predilección. Escúchenlo.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que en la gloriosa transfiguración de tu Hijo único confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de Moisés y Elías, y prefiguraste admirablemente la perfecta adopción de tus hijos; concédenos que escuchando la voz de tu Hijo amado, merezcamos ser coherederos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA Dn 7, 9-10. 13-14
Lectura de la profecía de Daniel.
Daniel continuó el relato de sus visiones, diciendo: «Yo estuve mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente. Un río de fuego brotaba y corría delante de él. Miles de millares lo servían, y centenares de miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y fueron abiertos unos libros. Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido».
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Usando el lenguaje apocalíptico, el profeta describe la gloria de Dios. Esa gloria estará presente en un hijo de hombre, un ser humano, que participa del poder y majestad de Dios. Este hijo de hombre reinará para siempre.
SALMO Sal 96, 1-2. 5-6. 9
R. El Señor reina, altísimo por encima de toda la tierra.
¡El Señor reina! Alégrese la tierra, regocíjense las islas incontables. Nubes y tinieblas lo rodean, la justicia y el derecho son la base de su trono. R.
Las montañas se derriten como cera delante del Señor, que es el dueño de toda la tierra. Los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria. R.
Porque tú, Señor, eres el Altísimo: estás por encima de toda la tierra, mucho más alto que todos los dioses. ¡El Señor reina! ¡Alégrese la tierra! R.
SEGUNDA LECTURA 2Ped 1, 16-19
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro.
Queridos hermanos: No les hicimos conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo basados en fábulas ingeniosamente inventadas, sino como testigos oculares de su grandeza. En efecto, él recibió de Dios Padre el honor y la gloria, cuando la gloria llena de majestad le dirigió esta palabra: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección”. Nosotros oímos esta voz que venía del cielo, mientras estábamos con él en la montaña santa. Así hemos visto confirmada la palabra de los profetas, y ustedes hacen bien en prestar atención a ella, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Quienes han experimentado la gloria de Dios no pueden más que anunciarla. Así este testimonio, junto con el de los profetas y todas las Escrituras, se convierte en un fundamento sólido para la fe de los creyentes. Compartir unos con otros la propia experiencia de Dios fortalece a toda la comunidad.
ALELUYA Mt 17, 5c
Aleluya. Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo. Aleluya.
EVANGELIO Mc 9, 2-10
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron res-plandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor. Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo". De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos. Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos cumplieron la orden, pero se preguntaban qué significaría "resucitar de entre los muertos".
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La teofanía relatada por Marcos tiene un final extraño. Si bien los discípulos testigos gozan con la visión de la gloria, son advertidos de guardar el secreto de no hablar acerca de eso hasta que no suceda la resurrección. Porque la glorificación del Maestro no está en este momento, sino en su proceso pascual, es decir, su pasión, muerte y resurrección. En ese misterio radica el amor salvador del Padre, que envió a su Hijo al mundo. Por tanto, no podemos quedarnos con la imagen de una glorificación en el mundo, cuando el proceso culmina con la glorificación del Maestro junto al Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, santifica las ofrendas que te presentamos en la gloriosa transfiguración de tu Hijo, y purifícanos de nuestros pecados por el resplandor de su luz.
Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
EL MISTERIO DE LATRANSFIGURACIÓN
V/. El Señor esté con ustedes.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
Es justo y necesario. Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo Señor nuestro.
Él reveló su gloria ante testigos elegidos y revistió su cuerpo, semejante al de todos los hombres, de un esplendor extraordinario, para librar el corazón de los discípulos del escándalo de la cruz y manifestar que se cumpliría en el cuerpo de toda la Iglesia lo que admirablemente resplandecía en su cabeza.
Por eso, con los coros celestiales, te alabamos constantemente en la tierra, aclamando sin cesar tu grandeza: Santo, santo, santo...
ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1Jn 3, 2
Cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que los alimentos celestiales recibidos, nos transformen a imagen de aquél cuyo resplandor quisiste manifestar en su gloriosa transfiguración.
Líbrame, Dios mío. Señor, ven pronto a socorrerme. Tú eres mi ayuda y mi libertador, no tardes, Señor.
ORACIÓN COLECTA
Señor, escucha las súplicas de tus servidores y derrama sobre ellos tu bondad inagotable, y ya que nos gloriamos porque eres nuestro creador y nuestro guía, renueva y conserva en nosotros tus dones. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA: DEUTERONOMIO 4, 32-40
"El Señor amó a tus padres y después eligió a sus descendientes"
En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo:
Pregunta a los tiempos pasados, investiga desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra. ¿Hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, una cosa tan grande como ésta? ¿Se oyó algo semejante? ¿Qué pueblo ha oído, sin perecer, que Dios le hable desde el fuego, como tú lo has oído? ¿Hubo algún dios que haya ido a buscarse un pueblo en medio de otro pueblo, a fuerza de pruebas, de milagros y de guerras, con mano fuerte y brazo poderoso? ¿Hubo acaso hechos tan grandes como los que, ante sus propios ojos, hizo por ustedes en Egipto el Señor su Dios?
A ti te ha concedido ver todo esto, para que reconozcas que el Señor es Dios y que no hay otro fuera de él. Desde el cielo hizo resonar su voz para enseñarte; en la tierra te mostró aquel gran fuego y oíste sus palabras que salían del fuego. Él amó a tus padres y después eligió a sus descendientes. Con su gran poder, en persona, te sacó de Egipto. Desposeyó ante ti a pueblos más grandes y fuertes que tú. Te hizo entrar en su tierra y te la dio en herencia, como puedes comprobarlo.
Reconoce, pues, y graba hoy en tu corazón que el Señor es el Dios del cielo y de la tierra y que no hay otro. Cumple sus leyes y mandamientos, que yo te prescribo hoy, para que seas feliz tú y tu descendencia, y para que vivas muchos años en la tierra, que el Señor, tu Dios, te da para siempre».
Palabra de Dios
COMENTARIO
Las palabras del Maestro sobre la elección de sus discípulos (Cfr. Jn 15, 16), tienen un antecedente casi literal en el Éxodo. Moisés no podrá acompañara su pueblo en su entrada a la tierra prometida. No siente nostalgia del pasado, pero si piensa que debe ser refrescada la memoria del pueblo en apoyo de la confianza. Meditando sobre la historia de su pueblo, el autor descubre un único e idéntico Dios detrás de los principales acontecimientos del pasado. Conducida así por una sola voluntad la historia no puede ser sino su reflejo y, en esta perspectiva, el pasado es necesariamente la garantía del futuro: un Dios único asegura la continuidad de la historia hacia su “cumplimiento”. Es Dios quien se ha elegido un pueblo y a éste corresponde fidelidad a esa predilección.
SALMO RESPONSORIAL: 76
"Recordaré los prodigios del Señor."
Recuerdo los prodigios del Señor, recuerdo tus antiguos portentos, medito todas tus obras y considero tus maravillas.
R. Recordaré los prodigios del Señor.
Dios mío, tus designios son santos. ¿Qué dios es tan grande como nuestro Dios? Tú, Dios nuestro, hiciste maravillas y les mostraste tu poder a los pueblos.
R. Recordaré los prodigios del Señor.
Con tu brazo rescataste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. Condujiste a tu pueblo como a un rebaño por medio de Moisés y de Aarón.
R. Recordaré los prodigios del Señor.
ALELUYA Mt 5, 10
Aleluya. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el reino de los cielos. Aleluya.
EVANGELIO: MATEO 16, 24-28
"¿Qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?"
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces dará a cada uno lo que merecen sus obras.
Yo les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán, sin haber visto primero llegar al Hijo del hombre como rey.
Palabra del Señor
COMENTARIO
Después de la profesión de fe de Pedro se da un episodio desconcertante. El Maestro anuncia la subida a Jerusalén y su muerte en la cruz. No hay ambigüedades. El Mesías de Dios viene a salvar y el instrumento elegido es la cruz. Este signo será en adelante el distintivo y contraseña de los suyos, locura para unos, escándalo para otros y sabiduría de Dios para los elegidos (Cfr. 1 Cor 1, 23-24). En este año vocacional merece la pena meditar, orar y asumir este pasaje evangélico.
Es clave en la vida de los cristianos y, particularmente, de quienes eligen estado de vida. A los llamados a la vida secular consagrada, en algún Instituto Secular, al presbiterado, o a la vida religiosa, el Maestro nos da las pistas para seguirlo hoy al igual que ayer.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, en tu bondad santifica estos dones, acepta nuestro sacrificio espiritual y haz que seamos una ofrenda eterna en tu honor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sab 16, 20
Nos diste, Señor, el pan del cielo, que tiene un sabor incomparable y satisface todos los gustos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, protege con tu constante ayuda a los que has restaurado con este don celestial, y ya que no dejas de reconfortarlos, concédeles que se hagan dignos de la redención eterna.
Estos son los santos que recibieron la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador, porque ellos son los que buscan al Señor.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que santo Domingo ayude a tu Iglesia con su santidad y sus enseñanzas, y el que fue eximio predicador de tu verdad interceda bondadosamente por nosotros.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Deut 6, 4-13
Lectura del libro del Deuteronomio.
Moisés habló al pueblo diciendo: Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy.
Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte.
Átalas a tu mano como un signo, y que estén como una marca sobre tu frente. Escríbelas en las puertas de tu casa y en sus postes. Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra que él te dará, porque así lo juró a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob –en ciudades grandes y prósperas que tú no levantaste; en casas colmadas de toda clase de bienes, que tú no acumulaste; en pozos que tú no cavaste; en viñedos y olivares que tú no plantaste– y cuando comas hasta saciarte, ten cuidado de no olvidar al Señor que te hizo salir de Egipto, de un lugar de esclavitud. Teme al Señor, tu Dios, sírvelo y jura por su Nombre.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Meditamos el extracto de la oración que los judíos recitan aún cada día y que contiene las actitudes esenciales de su fe: la profesión de fe en un Dios único, heredada también por los cristianos, el resumen de toda la ley en el amor, por último, el recuerdo de la Alianza. La oración es necesaria y la confesión de un Dios único es necesaria en la oración, porque sólo el que sabe con quién habla puede elegir la manera más apta de dirigirse a él. Por eso que los cristianos nos dirigimos a él llamándolo «Padre nuestro», como nos lo enseñó Jesús. Toda oración se inspira en una fe. Del conocimiento de la propia fe se deriva el comportamiento ante las demás creencias. En el Evangelio se acusa frecuentemente a los discípulos de falta de fe.
SALMO Sal 17, 2-4. 47. 51
R. ¡Yo te amo, Señor, mi fuerza!
Yo te amo, Señor, mi fuerza, Señor, mi Roca, mi fortaleza y mi libertador. R.
Eres mi Dios, el peñasco en que me refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoqué al Señor, que es digno de alabanza y quedé a salvo de mis enemigos. R.
¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca! ¡Glorificado sea el Dios de mi salvación! Él concede grandes victorias a su rey y trata con fidelidad a su Ungido. R.
ALELUYA Cfr. 2Tim 1, 10
Aleluya. Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte e hizo brillar la vida, mediante la Buena Noticia. Aleluya.
EVANGELIO Mt 17, 14-20
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Un hombre se acercó a Jesús y, cayendo de rodillas, le dijo: “Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y está muy mal: frecuentemente cae en el fuego y también en el agua. Yo lo llevé a tus discípulos, pero no lo pudieron sanar». Jesús respondió: “¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo aquí”. Jesús increpó al demonio, y éste salió del niño, que desde aquel momento, quedó sano.
Los discípulos se acercaron entonces a Jesús y le preguntaron en privado: “¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?”.
“Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: ‘Trasládate de aquí a allá’, y la montaña se trasladaría; y nada sería imposible para ustedes”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El mal, la enfermedad, la muerte y el demonio se relacionan mucho en el evangelio. El Maestro triunfa sobre el demonio al curar a un niño epiléptico. Mateo se vale del episodio para resaltar la importancia de la fe. De su primera experiencia apostólica los discípulos hablan con entusiasmo de sus éxitos: «hasta los espíritus se nos sometían». Pero aquí se encuentran con un espíritu que no se somete. ¿Por qué no pudieron someterlo? Su fe es insuficiente. La fe plena invade toda la vida y es tan fuerte que tiene poder como para mover montañas. ¡Cuántas veces duda el cristiano del poder del Evangelio! Lo que importa no es el traslado espectacular de una montaña, sino el cambio de los corazones. El poder de la fe hace del corazón desconfiado y rebelde un corazón abierto y moldeable en manos del Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, escucha con bondad nuestras súplicas por la intercesión de santo Domingo y, por la poderosa eficacia de este sacrificio, fortalece con la protección de tu gracia a los defensores de la fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 33, 9
¡Busquen y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en él se refugian!
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, te pedimos que tu Iglesia experimente en plenitud los efectos de este sacramento celestial recibido en la conmemoración de santo Domingo; y que después de haber sido enriquecida con su predicación, se vea ayudada por su intercesión.
Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Dios, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
ACTO PENITENCIAL
·Tú eres el Pan de Vida, y nosotros permanecemos hambrientos. Señor, ten piedad.
·Tú eres el Pan de Vida, y nosotros recorremos solitarios el camino. Cristo, ten piedad.
·Tú eres el Pan de Vida, y nosotros buscamos alimento en cualquier parte. Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno a quien podemos llamar confiadamente nuestro Padre, aumenta en nosotros nuestro amor de hijos para que podamos entrar un día en la herencia eterna que nos has prometido.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El profeta Elías representa la fatiga y el desaliento que, más de una vez, ataca a todo hombre.
1 Rey 19, 1-8
Lectura del primer libro de los Reyes.
El rey Ajab contó a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo había pasado a todos los profetas al filo de la espada. Jezabel envió entonces un mensajero a Elías para decirle: "Que los dioses me castiguen si mañana, a la misma hora, yo no hago con tu vida lo que tú hiciste con la de ellos". Él tuvo miedo, y partió en seguida para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su sirviente. Luego Elías caminó un día entero por el desierto, y al final se sentó bajo una retama. Entonces se deseó la muerte y exclamó: "¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo más que mis padres!". Se acostó y se quedó dormido bajo la retama. Pero un ángel lo tocó y le dijo: "¡Levántate, come!". Él miró y vio que había a su cabecera una galleta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió, bebió y se acostó de nuevo. Pero el Ángel del Señor volvió otra vez, lo tocó y le dijo: "¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!". Elías se levantó, comió y bebió, y fortalecido por ese alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb. Palabra de Dios.
COMENTARIO
Huyendo de su compromiso con el Señor, Elías decide abandonarse en el desierto. Espera la muerte, prefiere morir como víctima de su vida de predicador. Pero el compromiso por la Palabra ha ser más fuerte que el miedo de anunciarla. El Señor se compromete a alimentar, a sostener y a acompañar a quien ha llamado a ser su voz y testigo. Nada podrá tener más valor que responder al llamado del Señor.
SALMO
Reconociendo la ayuda del Señor, el salmo alaba y glorifica a Dios. Participamos de esta oración, aclamando: ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
Sal 33, 2-9
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se alegren.
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
Glorifiquen conmigo al Señor, alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: Él me respondió y me libró de todos mis temores.
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
Miren hacia él y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán. Este pobre hombre invocó al Señor: Él lo escuchó y lo salvó de sus angustias.
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
El Ángel del Señor acampa en torno de sus fieles, y los libra. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en él se refugian!
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
SEGUNDA LECTURA
San Pablo nos exhorta a no entristecer al Espíritu Santo indicándonos cuál debe ser nuestra conducta.
Ef 4, 30-5, 2
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.
Hermanos: No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, que los ha marcado con un sello para el día de la redención. Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo. Traten de imitar a Dios, como hijos suyos muy queridos. Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio agradable a Dios. Palabra de Dios.
COMENTARIO
A pesar que el cristiano vive ya la vida en y según el Espíritu, necesita constantemente revisar su vida, para evaluar si está viviendo de acuerdo al don recibido en el bautismo. Pero el criterio para examinar la vida no está en hacer una larga lista de vicios y virtudes, de pecados y milagros realizados. Según lo que nos dice Pablo, el criterio está en si vivimos o no como el Padre, Cristo y el Espíritu Santo quieren que vivamos. La imitación de Dios que Pablo nos plantea aquí no supone una vida de esfuerzos para divinizarse, sino vivir con el mismo amor de Cristo Jesús.
ALELUYA Jn 6, 51
Aleluya. "Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente", dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Jesucristo se presenta nuevamente como el verdadero Pan de Vida insistiendo en que creamos y nos alimentemos de él.
Jn 6, 41-51
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Los judíos murmuraban de Jesús, porque había dicho: "Yo soy el pan bajado del cielo". Y decían: "¿Acaso éste no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: 'Yo he bajado del cielo?'". Jesús tomó la palabra y les dijo: "No murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: 'Todos serán instruidos por Dios'. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero éste es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo".
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La vida cristiana es gracia, de manera total y plena. La vocación a la vida proviene del Padre, es el Hijo quien nos da el alimento para la vida eterna. El Padre nos enseña a vivir de acuerdo con su voluntad. Al igual que el Hijo, nuestro alimento es hacer la voluntad del Padre. Esto significa que el Padre está dedicado exclusivamente a que nosotros podamos vivir su amor y su vida. No es un Dios que se cruza de brazos esperando un resultado a nuestros esfuerzos por alcanzarlo. Dios viene hacia nosotros, está con nosotros, camina con nosotros, nos alimenta y nos educa.
SE DICE EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Danos siempre de tu pan.
·Para que la Iglesia siga acompañando las fatigas de los hombres con la palabra de Dios y la eucaristía. Oremos.
·Para que los países desarrollados acompañen con generosidad el crecimiento de los pueblos pobres. Oremos.
·Para que a los enfermos, desalentados y sufrientes no les falte el consuelo de la eucaristía. Oremos.
·Para que nuestra comunidad avive su fervor eucarístico participando más de la misa y practicando mejor la caridad. Oremos.
III. LITURGIA EUCARISTICA
Después de alimentarnos con la palabra de Dios prepararnos la mesa de la eucaristía. Por eso, con el pan y el vino presentemos al Señor nuestra vida diaria que quiere transformarse en el cuerpo vivo de Cristo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre, los dones que tú mismo nos diste para que pudiéramos ofrecértelos, y que por tu poder transformas en alimento de nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO DOMINICAL
Jesús insiste que aquel que lo coma vivirá eternamente. Por eso, junto al celebrante, elevemos nuestra alabanza y demos gracias al Señor, nuestro Dios porque Jesús, en la eucaristía, se hace comida y bebida espiritual para nosotros.
ANTÍFONA Jn 6, 52
Dice el Señor: El pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo.
Jesús dejó en la eucaristía su Cuerpo y su Sangre para alimentarnos en el camino hacia la Pascua eterna. Con alegría, vayamos a recibirlo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la comunión de este sacramento concédenos, Padre, liberarnos de toda esclavitud y mantenernos siempre fieles a tu Verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.
IV.-RITOS DE CONCLUSIÓN
BENDICION
Canto final: Con alegría, porque Jesús mismo es nuestro alimento en las fatigas de la vida, nos retiramos cantando
San Lorenzo se entregó por entero al servicio de la Iglesia: por eso mereció sufrir el martirio y subir alegre al encuentro del Señor Jesús.
Se dice Gloria a Dios.
ORACIÓN COLECTA
Padre, san Lorenzo, encendido por el fuego de tu amor, resplandeció fiel en tu servicio y glorioso en el martirio; concédenos la gracia de amar lo que él amó y de practicar lo que enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LECTURA 2 Cor 9, 6-10
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Sepan que el que siembra mezquinamente tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad cosechará abundantemente. Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. Como dice la Escritura: "El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente". El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La clave para dar con generosidad es confiar en la providencia. Si Dios nos provee lo que necesitamos, ¿por qué temer? El ha puesto en el mundo lo suficiente para que todos, hombres, mujeres y niños, podamos colmar nuestras necesidades. Como san Lorenzo y aquellos diáconos de las primeras comunidades, trabajemos para que los innumerables bienes de Dios sean distribuidos equitativamente.
SALMO Sal 111, 1-2. 5-9
R. Dichoso el que se compadece y da prestado.
Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos: su descendencia será fuerte en la tierra, la posteridad de los justos es bendecida.
R. Dichoso el que se compadece y da prestado.
Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud. El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre.
R. Dichoso el que se compadece y da prestado.
No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor. Su ánimo está seguro, no temerá, hasta que vea derrotados a sus enemigos.
R. Dichoso el que se compadece y da prestado.
Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad.
R. Dichoso el que se compadece y da prestado.
ALELUYA Jn 8, 12
Aleluya. Dice el Señor: El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Aleluya.
EVANGELIO Jn 12, 24-26
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Todos los mártires, como granos caídos en tierra, han dado vida abundante con su muerte, unida a la muerte de Cristo. Así Dios obra en su Iglesia, y en la entrega de cada uno de sus miembros hace renacer brotes nuevos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre, acepta con bondad las ofrendas que gozosamente te presentamos en la fiesta de san Lorenzo, y haz que sean prenda de nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO DE LOS SANTOS MÁRTIRES, pág. 10
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 12, 26
Dice el Señor: El que quiera servirme, que me siga; donde estoy yo, allí también estará mi servidor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el Pan de vida eterna, te pedimos, Padre, que esta Eucaristía nos comunique más abundantemente la gracia de tu salvación al celebrar la fiesta del mártir san Lorenzo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Alegrémonos con gran regocijo porque el Señor del universo amó a esta virgen santa y gloriosa.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que en tu misericordia inspiraste a santa Clara el amor a la pobreza; concédenos por su intercesión que siguiendo a Cristo con pobreza de espíritu, podamos llegar a contemplarte en el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Deut 31, 1-8
Lectura del libro del Deuteronomio.
Moisés dijo estas palabras a todo Israel: “Ya tengo ciento veinte años. En adelante no podré ejercer ninguna actividad; además, el Señor me dijo: ‘Tú no pasarás el Jordán’. El Señor, tu Dios, es el que cruzará delante de ti; él eliminará de tu presencia a todas esas naciones, y tú las desposeerás de sus dominios. Será Josué el que cruzará al frente de ti, como el Señor lo ha ordenado. El Señor tratará a esas naciones como trató a Sijón y a Og –los reyes amorreos– y a sus países, cuando los destruyó por completo. Él las pondrá en tus manos, y entonces ustedes deberán comportarse con ellas conforme a la orden que les di. ¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni tiemblen ante ellas. Porque el Señor, tu Dios, te acompaña, y él no te abandonará ni te dejará desamparado”.
Después Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: “Sé fuerte y valiente. Tú irás con este pueblo hasta la tierra que el Señor les dará, porque así lo juró a sus padres, y tú los pondrás en posesión de ella. El Señor irá delante de ti; él estará contigo y no te abandonará ni te dejará desamparado. No temas ni te acobardes”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Antes de morir, Moisés se preocupa de preparar un sucesor. Por eso transmite a Josué los mismos consejos que recibió él de parte de Yahvé, recordándole la promesa de no abandonar nunca a su pueblo. Moisés transmite el poder a Josué. Sus tareas serán ante todo civiles: conquistar una tierra y animar a un pueblo. Pero el redactor subraya que Yahvé está presente allí donde hay que afrontar responsabilidades.
La autoridad política, sobre todo, reviste siempre una significación religiosa, ya que la vida en sociedad incide muy principalmente en las relaciones con el Dios verdadero.
SALMO Deut 32, 3-4. 7-9. 12
R. ¡La herencia del Señor es su pueblo!
Yo voy a proclamar el nombre del Señor: ¡den gloria a nuestro Dios! Él es la roca: su obra es perfecta. R.
Acuérdate de los días lejanos, considera las épocas pasadas; pregúntale a tu padre, y él te informará, a los ancianos, y ellos te lo dirán. R.
Cuando el altísimo dio una herencia a cada nación, cuando distribuyó a los hombres, él fijó las fronteras de los pueblos según el número de los hijos de Dios. R.
Pero la parte del Señor es su pueblo, la porción de su herencia es Jacob. El Señor solo lo condujo, no había a su lado ningún dios extranjero. R.
ALELUYA Mt 11, 29
Aleluya. “Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 18, 1-5. 10. 12-14
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: “¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?”. Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: “Les aseguro que si ustedes no cambian y no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el reino de los cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi nombre me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial. ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Asistimos hoy a la invasión de los canales de televisión por concursos programados en la búsqueda del más famoso o de la estrella del momento, en todos los ámbitos.
También los discípulos de Jesús están preocupados por quién será el más famoso en el Reino de los Cielos. Según el criterio que se siga la fama tiene diferentes modelos.
Humanamente el más grande y famoso suele ser el que más manda, grita, domina, figura, miente, engaña o tiene. Pero el Maestro corrige ese criterio con un gesto simbólico. Primero pone en medio a un niño y después enseña: “el más grande en el Reino de los Cielos es el que se asemeja a este niño”. Por tanto, ni el más rico, ni el más famoso, ni el más influyente, ni nadie de los que tienen dedicada una calle, una plaza o una estatua. Ahora bien, según el Maestro, el más sencillo y misericordioso es el más famoso.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al proclamarte admirable en santa Clara te suplicamos humildemente, Señor, que, así como sus méritos fueron de tu agrado, también lo sea el homenaje de nuestro servicio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE LAS SANTAS VÍRGENES
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 25, 6
Ya viene el esposo, salgan al encuentro de Cristo el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por la comunión del don divino, te pedimos, Señor y Dios nuestro, que, a ejemplo de santa Clara, llevemos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Cristo y nos esforcemos por unirnos cada vez más a ti.