Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Dios, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien nos atrevemos a llamar Padre, confirma en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos para que merezcamos alcanzar la herencia prometida.
Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien, de la memoria:
Padre, que iluminaste a santa Juana Francisca para que peregrinara en este mundo por caminos de luz y santidad; concédenos, por su intercesión, que viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos constantemente a las obras de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Deut 34, 1-12
Lectura del libro del Deuteronomio.
Moisés subió de las estepas de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó, y el Señor le mostró todo el país: Galaad hasta Dan, todo Neftalí, el territorio de Efraím y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Occidental, el Négueb, el Distrito y el valle de Jericó — la Ciudad de las Palmeras— hasta Soar.
Y el Señor le dijo: “Ésta es la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les dije: “Yo se la daré a tus descendientes”. Te he dejado verla con tus propios ojos, pero tú no entrarás en ella”. Allí murió Moisés, el servidor del Señor, en territorio de Moab, como el Señor lo había dispuesto. Él mismo lo enterró en el Valle, en el país de Moab, frente a Bet Peor, y nadie, hasta el día de hoy, conoce el lugar donde está su tumba. Cuando murió, Moisés tenía ciento veinte años, pero sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor. Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en las estepas de Moab. Así se cumplió el período de llanto y de duelo por la muerte de Moisés.
Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había impuesto sus manos sobre él; y los israelitas le obedecieron, obrando de acuerdo con la orden que el Señor había dado a Moisés. Nunca más surgió en Israel un profeta igual a Moisés —con quien el Señor departía cara a cara— ya sea por todas las señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto contra el Faraón, contra todos sus servidores y contra todo su país, ya sea por la gran fuerza y el terrible poder que él manifestó en presencia de todo Israel.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Como último consuelo, Moisés, sube al monte Nebo para ver desde allí la tierra prometida antes de morir. Moisés pudo contemplarla, pero no entrará en ella. Subió al Sinaí para hablar con Yahvé y sube ahora al Nebo para cerrar los ojos y morir. Desde el Nebo contempla al otro lado del Jordán la aurora de una nueva historia gloriosa que él ha comenzado. Jesús murió en el Calvario con la empresa humanamente frustrada. Moisés nombró sucesor a Josué y el Maestro dejó a sus discípulos que continuaran su misión.
SALMO Sal 65, 1-3. 5. 8. 16-17
R. ¡Bendito sea Dios, que nos concedió la vida!
¡Aclame al Señor toda la tierra! ¡Canten la gloria de su Nombre! Tribútenle una alabanza gloriosa, digan al Señor: “¡Qué admirables son tus obras!” R.
Vengan a ver las obras del Señor, las cosas admirables que hizo por los hombres. Bendigan, pueblos, a nuestro Dios, hagan oír bien alto su alabanza. R.
Los que temen al Señor, vengan a escuchar, yo les contaré lo que hizo por mí: apenas mi boca clamó hacia él, mi lengua comenzó a alabarlo. R.
ALELUYA 2Cor 5, 19
Aleluya. Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo, confiándonos la palabra de la reconciliación. Aleluya.
EVANGELIO Mt 18, 15-20
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Cada vez más va tomando cuerpo un sentimiento creciente de solidaridad para el bien. De ello dan testimonio instituciones civiles o religiosas, actuando en forma separada o integrándose entre ellas. También hablan de ello los voluntariados tanto de jóvenes como de adultos, que interactúan en todos los ámbitos y necesidades humanas.
Ningún problema humano se plantea ya en términos individuales. Ante el mal ajeno de nada vale la irresponsable respuesta de Caín: “¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?” (Gén 4, 9). Un miembro de la Iglesia debe tomar conciencia de las necesidades de los otros miembros. Un caso concreto es la corrección fraterna para el bien, propuesta hoy por el Maestro: “Si tu hermano peca repréndelo a solas...”. Se exige el diálogo y el perdón al pecador, sin juzgarlo ni condenarlo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, acepta benigno los dones de tu Iglesia que en tu misericordia le concediste ofrecer, y que con tu poder conviertes en el misterio de nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 6, 52
Dice el Señor: “El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación de este sacramento nos dé tu salvación y nos confirme en la luz de tu verdad.
Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Dios, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien nos atrevemos a llamar Padre, confirma en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos para que merezcamos alcanzar la herencia prometida.
Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien, de la memoria: Señor, que la admirable constancia de los mártires san Ponciano y san Hipólito aumente en nosotros el deseo de amarte y confirme siempre más la fe en nuestros corazones.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Jos 3, 7-10a. 11. 13-17
Lectura del libro de Josué.
El Señor dijo a Josué: “Hoy empezaré a engrandecerte a los ojos de todo Israel, para que sepan que yo estoy contigo como estuve con Moisés. Ahora ordena a los sacerdotes que llevan el arca de la alianza: ‘Cuando lleguen al borde del Jordán, deténganse junto al río”. Josué dijo a los israelitas: “Acérquense y escuchen las palabras del Señor, su Dios”. Y añadió: “El arca de la alianza del Señor de toda la tierra va a cruzar el Jordán delante de ustedes. Y apenas los sacerdotes que llevan el arca del Señor de toda la tierra apoyen sus pies sobre las aguas del Jordán, estas se abrirán, y las aguas que vienen de arriba se detendrán como contenidas por un dique”. Cuando el pueblo levantó sus carpas para cruzar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza iban al frente de él.
Apenas llegaron al Jordán y sus pies tocaron el borde de las aguas –el Jordán se desborda por sus dos orillas durante todo el tiempo de la cosecha– las aguas detuvieron su curso: las que venían de arriba se amontonaron a una gran distancia, cerca de Adam, la ciudad que está junto a Sartán; y las que bajaban hacia el mar de la Arabá —el mar de la Sal— quedaron completamente cortadas.
Así el pueblo cruzó a la altura de Jericó. Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor permanecían inmóviles en medio del Jordán, sobre el suelo seco, mientras todo Israel iba pasando por el cauce seco, hasta que todo el pueblo terminó de cruzar el Jordán.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Josué sucede a Moisés, pero no es fácil tomar el relevo y llenar el vacío que deja una personalidad a su muerte. Yahvé promete su ayuda y para confirmar dicha promesa, las aguas del Jordán se separan, al igual como sucedió con las aguas del mar Rojo. Jericó está a la vista. Se abre una nueva página en la historia del pueblo en camino hacia la meta. Con Moisés avanza el pueblo peregrino; con Josué se hace sedentario. El pueblo (o el individuo) que sigue fiel los caminos de la Providencia llega siempre a buen final. Quizás no se pueda hacer cada día una obra extraordinaria, pero sí es posible hacer algo mejor, pues, a cada día le basta su afán.
SALMO Sal 113, 1-6
R. ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya!
Cuando Israel salió de Egipto, la familia de Jacob, de un pueblo extranjero, Judá se convirtió en su santuario, la tierra de Israel fue su dominio. R.
El mar, al verlos, huyó, el Jordán se volvió atrás; los montes saltaron como carneros y las colinas, como corderos. R.
¿Qué tienes, mar? ¿Por qué huyes? Y tú, Jordán, ¿por qué te vuelves atrás? Montes, ¿por qué saltan como carneros, y ustedes, colinas, como corderos? R.
ALELUYA Sal 118, 135
Aleluya. Que brille sobre mí la luz de tu rostro, Señor, y enséñame tus preceptos. Aleluya.
EVANGELIO Mt 18, 21—19, 1
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercó Pedro y le preguntó a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores.
Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.
Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda.
El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: ‘Dame un plazo y te pagaré todo’. El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me debes’. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré la deuda’. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: ‘¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?’. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos”. Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Galilea y fue al territorio de Judea, más allá del Jordán.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Las relaciones interhumanas dependen en gran medida de las relaciones de cada hombre con el “Padrenuestro”, como le llamamos los cristianos a Dios. La infidelidad con el Señor rompe los vínculos de solidaridad humana o los dificulta. Un filósofo afirmó que el hombre es para sus semejantes como un lobo agresivo; Jesús pide que sea como un hermano solidario.
Los apóstoles eran testigos del perdón predicado y otorgado por el Maestro. Setenta veces siete es la medida para perdonar, es decir, ¡siempre! Pero el Maestro enseña que el perdón no es cuestión de números, sino de amor. Si uno cree que setenta veces siete es mucho, significa que su amor es demasiado lánguido. Y frente a la deuda personal de cada hombre frente a Dios poco significa lo que otro hombre pueda deberle a él. Es en este ámbito donde se inscribe la reflexión y la práxis cristianas sobre la declaración universal de los derechos humanos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, acepta benigno los dones de tu Iglesia que en tu misericordia le concediste ofrecer, y que con tu poder conviertes en el misterio de nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 147, 12. 14
Glorifica al Señor, Jerusalén; él te sacia con lo mejor del trigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación de este sacramento nos dé tu salvación y nos confirme en la luz de tu verdad.
Dice el Señor: Vengan benditos de mi Padre. Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que al mártir san Maximiliano Maria Kolbe, apóstol de la Inmaculada, lo llenaste de celo por las almas y de amor al prójimo, concédenos, por su intercesión, trabajar generosamente por tu gloria en el servicio de los hombres y tener el valor de asemejarnos a tu Hijo, incluso hasta en la muerte. Por Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Jos 24, 1-13
Lectura del libro de Josué.
Josué reunió en Siquém a todas las tribus de Israel, y convocó a los ancianos de Israel, a sus jefes, a sus jueces y a sus escribas, y ellos se presentaron delante del Señor. Entonces Josué dijo a todo el pueblo: «Así habla el Señor, el Dios de Israel: Sus antepasados, Téraj, el padre de Abraham y Najor, vivían desde tiempos antiguos al otro lado del río, y servían a otros dioses. Pero yo tomé a Abraham, el padre de ustedes, del otro lado del río, y le hice recorrer todo el país de Canaán.
Multipliqué su descendencia, y le di como hijo a Isaac. A Isaac lo hice padre de Jacob y de Esaú. A Esaú le di en posesión la montaña de Seír, mientras que Jacob y sus hijos bajaron a Egipto. Luego envié a Moisés y a Aarón, y castigué a Egipto con los prodigios que realicé en medio de ellos. Después los hice salir de Egipto, a ustedes y a sus padres, y ustedes llegaron al mar. Los egipcios persiguieron a sus padres, con carros y guerreros, hasta el Mar Rojo. Pero ellos pidieron auxilio al Señor: él interpuso una densa oscuridad entre ustedes y los egipcios, y envió contra ellos el mar, que los cubrió.
Ustedes vieron con sus propios ojos lo que hice en Egipto. Luego permanecieron en el desierto durante largo tiempo, y después los introduje en el país de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán. Cuando ellos les hicieron la guerra, yo los entregué en sus manos, y así pudieron tomar posesión de su país, porque los exterminé delante de ustedes.
Entonces Balac –hijo de Sipor, rey de Moab– se levantó para combatir contra Israel, y mandó llamar a Balaam, hijo de Beor, para que los maldijera. Pero yo no quise escuchar a Balaam, y él tuvo que bendecirlos. Así los libré de su mano.
Después ustedes cruzaron el Jordán y llegaron a Jericó. La gente de Jericó les hizo la guerra, y lo mismo hicieron los amorreos, los perizitas, los cananeos, los hititas, los guirgasitas, los jivitas y los jebuseos; pero yo los entregué en sus manos. Hice cundir delante de ustedes el pánico, que puso en fuga a toda esa gente y a los dos reyes amorreos. Esto no se lo debes ni a tu espada ni a tu arco.
Así les di una tierra que no cultivaron, y ciudades que no edificaron, donde ahora habitan; y ustedes comen los frutos de viñas y olivares que no plantaron.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La gran jornada de Siquén, señala el nacimiento de Israel como pueblo. De esta forma, la alianza actúa en sentido vertical, en cuanto todos los clanes y tribus se comprometen a servir exclusivamente a Yahvé; y en sentido horizontal en cuanto la fe común crea entre las tribus conciencia de solidaridad y de pueblo.
SALMO Sal 135, 1-3. 16-18. 21-22. 24
R. ¡Den gracias al Señor, porque es eterno su amor!
¡Den gracias al Señor, porque es bueno! ¡Den gracias al Dios de los dioses! ¡Den gracias al Señor de los señores! R.
Al que guió a su pueblo por el desierto, al que derrotó a reyes poderosos y dio muerte a reyes temibles. R.
Al que dio sus territorios en herencia, en herencia a Israel, su servidor, y nos libró de nuestros opresores. R.
ALELUYA Cfr. 1Tes 2, 13
Aleluya. Reciban la Palabra de Dios, no como palabra humana, sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios. Aleluya.
EVANGELIO Mt 19, 3-12
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercaron a Jesús algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron: “¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?”. Él respondió: “¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, ‘los hizo varón y mujer’; y que dijo: ‘Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne’? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. “Que el hombre no separe lo que Dios ha unido”. Le replicaron: “Entonces, ¿por qué Moisés prescribió entregar una declaración de divorcio cuando uno se separa?”. Él les dijo: “Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era así. Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio”.
Sus discípulos le dijeron: “Si esta es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse”. Y él les respondió: “No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido. En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del reino de los cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Al cristiano la fidelidad total no le parece una esclavitud, ya que precisamente Jesús nos da el Espíritu que permite cumplir la ley. Jesús manifestó durante toda su vida lo que debe ser la ley de los casados: fidelidad, compromiso, cariño, sacrificio por el otro. Sin este Espíritu, la misma ley de Dios, vendrá a ser para los esposos una cadena.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, te presentamos estos dones, pidiéndote humildemente, que, a ejemplo de san Maximiliano María Kolbe, sepamos ofrecerte nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 15, 13
Dice el Señor: No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Señor, que nos encendamos con aquel fuego de amor que san Maximiliano María Kolbe recibió de este banquete. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Apareció en el cielo un gran signo: una mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies, y en su cabeza, una corona de doce estrellas.
O bien:
Alegrémonos todos en el Señor, al celebrar esta solemnidad en honor de la Santísima Virgen María. Los ángeles se regocijan por su Asunción y alaban al Hijo de Dios.
Se dice Gloria a Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que elevaste a la gloria celestial en cuerpo y alma a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos que anhelando siempre los bienes celestiales, merezcamos ser asociados a su gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA Apoc 11, 19; 12, 1-6. 10
Lectura del libro del Apocalipsis.
Se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de la Alianza. Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz. Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un refugio. Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: “Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Todos esperamos el día en que junto con María, los ángeles y los santos, cantemos gozosos que por fin el mal ha sido totalmente vencido. Esta victoria es la que celebramos, anticipadamente, en la asunción de María.
SALMO Sal 44, 10-12. 15-16
R. ¡De pie a tu derecha está la Reina, Señor!
Una hija de reyes está de pie a tu derecha: es la reina, adornada con tus joyas y con oro de Ofir. R.
¡Escucha, hija mía, mira y presta atención! Olvida tu pueblo y tu casa paterna, y el rey se prendará de tu hermosura. Él es tu señor: inclínate ante él. R.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían, con gozo y alegría entran al palacio real. R.
SEGUNDA LECTURA 1Cor 15, 20-27
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos; luego, aquéllos que estén unidos a él en el momento de su Venida. En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la muerte, ya que Dios “todo lo sometió bajo sus pies.”
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La redención alcanzada por Jesús llega a todo el género humano. Su victoria sobre el pecado y la muerte es la garantía de vida para todo hombre y toda mujer. Su victoria sobre la muerte se nos muestra de modo anticipado en María. Ella es, por tanto, motivo y garantía que participaremos plenamente de la vida de Dios y no habrá ya lugar para el mal ni el pecado.
ALELUYA
Aleluya. María fue llevada al cielo; se alegra el ejército de los ángeles. Aleluya.
EVANGELIO Lc 1, 39-56
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”. María dijo entonces: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquéllos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre”. María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
María se reconoce, en su pequeñez, amada por Dios. Sabe de su predilección por los pobres e indefensos. Si algún “poder” tiene María, es justamente el poder de sostenerse en Dios. En esta convicción ella se goza y, con ella nos animamos todos los creyentes, cantando al Dios que es capaz de elevarnos hasta él por encima de toda opresión, de todo pecado y de todo mal.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, llegue hasta ti el sacrificio de nuestro culto, y por la intercesión de la santísima Virgen María elevada al cielo, nuestros corazones, inflamados en el fuego de tu caridad, tiendan incesantemente hacia ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
La gloria de María elevada al cielo
V/. El Señor esté con ustedes.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo Señor nuestro.
Porque hoy ha sido elevada al cielo la Virgen Madre Dios, anticipo e imagen de la perfección que alcanzará tu Iglesia, garantía de consuelo y de esperanza para tu pueblo que peregrina en la tierra. Tú no quisiste que ella sufriera la corrupción del sepulcro, ya que engendró inefablemente a tu Hijo, autor de toda vida.
Por eso, unidos a los coros de los ángeles, te alabamos, cantando alegremente: Santo, santo, santo...
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 1, 48-49
Todas las generaciones me llamarán feliz porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, hemos recibido el sacramento de la salvación; te pedimos que por la intercesión de la santísima Virgen María elevada al cielo, alcancemos la gloria de la resurrección.
Señor, protector nuestro, mira y considera el rostro de tu Ungido; vale más un día en tus atrios que mil días lejos de ellos.
ACTO PENITENCIAL
·Jesús, Sabiduría de Dios. Cuando no recurrimos a ti. Señor, ten piedad.
·Jesús, Pan vivo bajado del cielo. Cuando nuestra conducta no es sensata. Cristo, ten piedad.
·Jesús, Pan de Vida. Cuando no nos alimentamos de ti. Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde el fervor de tu amor en nuestros corazones, para que amándote en todas y sobre todas las cosas, podamos alcanzar tus promesas que superan todo deseo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La Sabiduría que personifica a Dios nos invita a comer y beber su palabra para tener inteligencia de la vida.
Prov 9, 1-6
Lectura del libro de los Proverbios.
La Sabiduría edificó su casa, talló sus siete columnas, inmoló sus víctimas, mezcló su vino, y también preparó su mesa. Ella envió a sus servidoras a proclamar sobre los sitios más altos de la ciudad: El que sea incauto, que venga aquí. Y al falto de entendimiento, le dice: Vengan, coman de mi pan, y beban del vino que yo mezclé. Abandonen la ingenuidad, y vivirán, y sigan derecho por el camino de la inteligencia.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La sabiduría personificada es como la revelación que se adelanta a guiar hacia la vida. Personificada, la Sabiduría de Yahvé está deseosa de comunicarse a los hombres, de dialogar con ellos. ¿Qué hacer a este fin, sino preparar la mesa y hacer beber el vino? Una comida es lo más indicado cuando se trata de compartir lo más íntimo de sí. Pero ¿quienes serán los invitados? Sin duda: los pobres y todos los que aceptaron convertirse de sus extravíos.
Los demás no apreciarían los manjares que Yahvé les prepara.
SALMO
Frente a este don de Dios, el salmo bendice y alaba al Señor. Participamos de esta oración, aclamando: ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
Sal 33, 2-3. 10-15
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor; que lo oigan los humildes y se alegren. R.
Teman al Señor, todos sus santos, porque nada faltará a los que lo temen. Los ricos se empobrecen y sufren hambre, pero los que buscan al Señor no carecen de nada. R.
Vengan, hijos, escuchen: voy a enseñarles el temor del Señor. ¿Quién es el hombre que ama la vida y desea gozar de días felices? R.
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de palabras mentirosas. Apártate del mal y practica el bien, busca la paz y sigue tras ella. R.
SEGUNDA LECTURA
San Pablo nos exhorta a vivir con una sabia sensatez, aprovechando el tiempo de esta vida.
Ef 5, 15-20
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.
Hermanos: Cuiden mucho su conducta y no procedan como necios, sino como personas sensatas que saben aprovechar bien el momento presente, porque estos tiempos son malos. No sean irresponsables, sino traten de saber cuál es la voluntad del Señor. No abusen del vino que lleva al libertinaje; más bien, llénense del Espíritu Santo. Cuando se reúnan, reciten salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y celebrando al Señor de todo corazón. Siempre y por cualquier motivo, den gracias a Dios, nuestro Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El problema para el cristiano consiste en vivir y celebrar el tiempo del hombre como tiempo de Dios simultáneamente. Sólo así se saca verdadero provecho del tiempo presente. La tentación permanente reside en elegir de un lado o del otro. O nos evadimos en el tiempo de Dios por una esperanza prematura o desencadenada; o absolutizamos el tiempo del hombre, dramatizando así los simples accidentes del trayecto. Pero el Padre es tan respetuoso de la libertad humana que no se le impone en forma avasalladora, sino que le deja un espacio de libre búsqueda. Por eso el cristiano debe estar atento a la bolsa de los valores del Reino, para saber comprar la ocasión ofrecida.
ALELUYA Jn 6, 56
Aleluya. “El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Jesús explica con insistencia que él es el Pan bajado del cielo y necesitamos comerlo para tener la verdadera vida en nosotros.
Jn 6, 51-59
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”. Los judíos discutían entre sí, diciendo: ¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?. Jesús les respondió: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente”. Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La carne del Hijo del hombre para la vida del mundo, entraña, para Juan, todo el realismo de la Encarnación hasta la muerte en la cruz. Comer la carne y beber la sangre del Hijo del hombre es entrar en el itinerario de obediencia al Padre, hasta la cruz, es aceptar ser alimentado por este pan y saciado por esta bebida. Éstas son las realidades de fe a las que nos remite la celebración de la Eucaristía. Por tanto, nuestra Iglesia nunca debería recurrir a signos deslumbrantes para imponerse a los hombres, sino correr la misma suerte del Maestro, aceptando el escándalo de los no contaminados de este mundo.
SE DICE EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Danos siempre de tu pan.
·Para que en toda comunidad cristiana haya sacerdotes que consagren el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Oremos.
·Para que las organizaciones públicas y privadas que luchan contra el hambre se sientan apoyadas. Oremos.
·Para que los cristianos que no frecuentan la santa misa descubran el valor de la eucaristía. Oremos.
·Para que nuestra comunidad parroquial viva la eucaristía como expresión de unidad y caridad fraternal. Oremos.
III. LITURGIA EUCARISTICA
Presentación de las ofrendas: Cristo estuvo presente en su palabra, pronto lo estará también en su eucaristía. Por eso, junto al pan y el vino, presentemos al Señor el tiempo y los esfuerzos que dedicamos a las obras de caridad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, acepta nuestros dones por los que se realiza un admirable intercambio, para que al ofrecerte lo que nos diste podamos recibirte a ti mismo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio: Jesús es el Pan vivo bajado del cielo. Por eso, junto al celebrante, elevemos nuestro corazón en acción de gracias al Señor, nuestro Dios, porque Jesús en la Eucaristía, testamento de su amor, se hace comida y bebida espiritual.
PREFACIO DOMINICAL DURANTE EL AÑO
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 129, 7
En el Señor, se encuentra la misericordia y la redención en abundancia.
Comunión: El Señor nos dijo: “El que coma de este pan vivirá eternamente”. Vayamos a recibir a Jesús con el gozo de permanecer junto a él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, unidos a Cristo por este sacramento, imploramos humildemente tu misericordia para que, configurados con él en la tierra, merezcamos gozar de su compañía en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV. RITO DE CONCLUSIÓN
Canto final: Con la alegría de saber que en el Señor se encuentra la misericordia en abundancia, nos retiramos cantando.