Oíd, pueblos, la palabra del Señor y anunciadla en todos los rincones de la tierra: “He aquí que vendrá nuestro salvador, ya no, tengáis miedo”.
ORACIÓN COLECTA
Oremos: Señor, que hiciste del obispo san Ambrosio un maestro de la fe católica y un ejemplo de valor apostólico; suscita en tu Iglesia hombres según tu corazón que la guíen con firmeza y sabiduría.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías (35, 1-10)
Esto dice el Señor: “Regocíjate, yermo sediento. Que se alegre el desierto y se cubra de flores, que florezca como un campo de lirios, que se alegre y dé gritos de júbilo, porque le será dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios. Fortalezcan las manos cansadas, afiancen las rodillas vacilantes. Digan a los de corazón apocado:
‘¡Animo! No teman. He aquí que su Dios, vengador y justiciero, viene ya para salvarlos’.
Se iluminarán entonces los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos se abrirán. Saltará como un venado el cojo y la lengua del mudo cantará.
Brotarán aguas en el desierto y correrán torrentes en la estepa. El páramo se convertirá en estanque y la tierra sedienta, en manantial. En la guarida donde moran los chacales, verdearán la caña y el papiro.
Habrá allí una calzada ancha, que se llamará ‘Camino Santo’; los impuros no la transitarán, ni los necios vagarán por ella.
No habrá por ahí leones ni se acercarán las fieras. Por ella caminarán los redimidos. Volverán a casa los rescatados por el Señor, vendrán a Sión con cánticos de júbilo, coronados de perpetua alegría; serán su escolta el gozo y la dicha, porque la pena y la aflicción habrán terminado”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL SALMO 84
Nuestro Dios viene a salvarnos.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra.
Nuestro Dios viene a salvarnos.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo.
Nuestro Dios viene a salvarnos.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas.
Nuestro Dios viene a salvarnos.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Aleluya, aleluya. Ya viene el rey, el Señor de la tierra; él nos librará de nuestra esclavitud. Aleluya.
EVANGELIO
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (5, 17-26)
Gloria a ti, Señor.
Un día Jesús estaba enseñando y estaban también sentados ahí algunos fariseos y doctores de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, de Judea y de Jerusalén. El poder del Señor estaba con él para que hiciera curaciones.
Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de entrar, para colocarlo delante de él; pero como no encontraban por dónde meterlo a causa de la muchedumbre, subieron al techo y por entre las tejas lo descolgaron en la camilla y se lo pusieron delante a Jesús. Cuando él vio la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: “Hombre, tus pecados te son perdonados”.
Entonces los escribas y fariseos comenzaron a pensar: “¿Quién es este individuo que así blasfema? ¿Quién, sino sólo Dios, puede perdonar los pecados?” Jesús, conociendo sus pensamientos, les replicó: “¿Qué están pensando?
¿Qué es más fácil decir: ‘Se te perdonan tus pecados’ o ‘Levántate y anda’? Pues para que vean que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados -dijo entonces al paralítico-: Yo te lo mando: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.
El paralítico se levantó inmediatamente, en presencia de todos, tomó la camilla donde había estado tendido y se fue a su casa glorificando a Dios. Todos quedaron atónitos y daban gloria a Dios, y llenos de temor, decían: “Hoy hemos visto maravillas”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar estos divinos misterios, te pedimos que el Espíritu Santo nos ilumine con aquella luz de la fe con que ilustró siempre a san Ambrosio para propagar tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Ven Señor, a visitarnos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, fortalecidos por la eficacia de este sacramento, te pedimos que, siguiendo las enseñanzas de san Ambrosio, corramos resueltamente por tus sendas y nos preparemos para gozar de la dulzura del banquete eterno.
Desbordo de alegría en el Señor y mi alma se regocija en mi Dios, porque él me revistió con las vestiduras de la salvación y me envolvió con un manto de justicia, como a una esposa que se adorna con sus joyas.
Se dice Gloria a Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios, que por la concepción inmaculada de la Virgen María, preparaste una digna morada para tu Hijo, te rogamos que, habiéndola preservado de toda mancha por los méritos de la muerte prevista de tu mismo Hijo, por su intercesión nos concedas llegar a ti purificados de todo pecado.
Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA Gn 3, 9-15. 20
Lectura del libro del Génesis.
Después que el hombre y la mujer comieron del árbol que Dios les había prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?”. “Oí tus pasos por el jardín”, respondió él, “y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí”. Él replicó: “¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?”. El hombre respondió: “La mujer que pusiste a mi lado, me dio el fruto y yo comí de él”. El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Cómo hiciste semejante cosa?”. La mujer respondió: “La serpiente me sedujo y comí”. Y el Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón”. El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La lucha entre la mujer y la serpiente ha sido entendida a lo largo del tiempo de la Iglesia, como un anticipo de la lucha entre María y el demonio. La madre de Jesús representa a la humanidad redimida, que lucha valiente y constantemente contra los poderes del mal que intentan destruir el proyecto de Dios.
SALMO Sal 97, 1-4
R. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas.
Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria.R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
SEGUNDA LECTURA Ef 1, 3-6. 11-12
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido. En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano –según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad– a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Dios nos ha elegido para estar unidos a su Hijo y, de esa manera, gozar de su Reino. Así, de entre todas las criaturas, María fue elegida especialmente para engendrar al Salvador.
ALELUYA Cfr. Lc 1, 28
Aleluya. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. Aleluya.
EVANGELIO Lc 1, 26-38
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?”. El Ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra”. Y el Ángel se alejó.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
“La Virgen engendró la salvación del mundo, la Virgen dio a luz la vida de todos… La Virgen llevó a aquél a quien este mundo no puede contener ni sostener. En la Virgen, Cristo encontró la carne que quería fuera suya, la que el Señor de todas las cosas asumiría como suya. Por el hombre y la mujer, la carne había sido expulsada del paraíso; por la Virgen, fue unida a Dios” (san Ambrosio, s. IV).
Se dice el Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, dígnate recibir el sacrificio de salvación que te ofrecemos en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María; y concédenos que, así como la proclamamos libre de todo pecado en virtud de tu gracia anticipada, por su intercesión nos veamos libres de todas nuestras culpas. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
EL MISTERIO DE MARÍA Y DE LA IGLESIA
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Tú preservaste a la Virgen María de toda mancha del pecado original y la enriqueciste con la plenitud de tu gracia, preparándola para que fuera la Madre digna de tu Hijo, símbolo y principio de la Iglesia, su hermosa Esposa sin mancha ni arruga. Porque ella, como Virgen purísima, debía engendrar al Hijo que como Cordero inocente quitaría el pecado del mundo, y debía ser para tu pueblo, entre todos los santos, la intercesora y el modelo de santidad. Por eso, con los coros de los ángeles, te alabamos, cantando alegremente: Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN
Se han dicho de ti cosas gloriosas, María, porque de ti nació el sol de justicia, Cristo nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que el sacramento recibido cure las heridas causadas en nosotros por aquella culpa de la que preservaste de modo singular a la lnmaculada Concepción de la Virgen María.
El justo crecerá como la palmera, se alzará como los cedros del Líbano: trasplantado en la casa del Señor, florecerá en los atrios de nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio de san Juan Diego quisiste mostrar a tu pueblo el amor de Santa María de Guadalupe, concédenos, por su intercesión, que, dóciles al consejo de nuestra Madre, nos esforcemos en cumplir siempre tu voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Is 40, 25-31
Lectura del libro de Isaías.
Dice el Santo: «¿A quién me van a asemejar, para que yo me iguale a Él?». Levanten los ojos a lo alto y miren: ¿quién creó todos estos astros? El que hace salir a su ejército uno por uno y los llama a todos por su nombre: ¡su vigor es tan grande, tan firme su fuerza, que no falta ni uno solo! ¿Por qué dices, Jacob, y lo repites tú, Israel: «Al Señor se le oculta mi camino y mi derecho pasa desapercibido a mi Dios»? ¿No lo sabes acaso? ¿Nunca lo has escuchado? El Señor es un Dios eterno, él crea los confines de la tierra; no se fatiga ni se agota, su inteligencia es inescrutable. Él fortalece al que está fatigado y acrecienta la fuerza del que no tiene vigor. Los jóvenes se fatigan y se agotan, los muchachos tropiezan y caen. Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El Dios del Antiguo y Nuevo Testamento, es superior a todos los dioses, ya que los demás son ídolos y hechura de manos humanas o son creación de la mente y sentimientos de los hombres. Yavé en cambio, se manifiesta y actúa, está cerca de su pueblo: salva, cuida y fortalece
SALMO Sal 102, 1-4. 8. 10
R. ¡Bendice, alma mía, al Señor!
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. R.
Él perdona todas tus culpas y sana todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura. R.
El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas. R.
ALELUYA
Aleluya. El Señor viene a salvar a su pueblo. Felices los preparados para salir a su encuentro. Aleluya.
EVANGELIO Mt 11, 28-30
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús tomó la palabra y dijo: - Vengan a mi todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana -.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El Señor, modelo absoluto de humildad y sencillez, es camino de seguimiento, para vivir la verdad sobre nosotros mismos. Vivamos de acuerdo a la verdad como creaturas de Dios, totalmente dependientes de él y pongamos nuestras vidas confiadamente en sus manos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al ofrecer en tu altar estos dones, te pedimos que nos concedas aquel amor que infundiste en san Juan Diego para que con un corazón puro y ferviente nos acerquemos a tus misterios, y celebremos un sacrificio agradable a ti y de provecho para nosotros.
Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 11, 28
Dice el Señor: -Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré-.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, te rogamos que estos misterios celebrados en la conmemoración de san Juan Diego, nos obtengan la paz y la salvación eterna.
Tú estás cerca, Señor, y todos tus mandamientos son verdaderos; yo comprendí desde hace tiempo tus preceptos, porque tú existes desde siempre.
ORACIÓN COLECTA
Señor, mueve nuestros corazones para que preparemos los caminos de tu Hijo, y así, gracias a su venida, podamos servirte con pureza de espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Is 41,13-20
Lectura del libro de Isaías.
Yo, el Señor, soy tu Dios, el que te sostengo de la mano derecha y te digo: «No temas, Yo vengo en tu ayuda. Tú eres un gusano, Jacob, eres una lombriz, Israel, pero no temas, yo vengo en tu ayuda —oráculo del Señor— y tu redentor es el Santo de Israel. Yo te convertiré en una trilladora, afilada, nueva, de doble filo: trillarás las montañas y las pulverizarás, y dejarás las colinas como rastrojo. Las aventarás y el viento se las llevará, y las dispersará la tormenta; y tú te alegrarás en el Señor, te gloriarás en el Santo de Israel. Los pobres y los indigentes buscan agua en vano; su lengua está reseca por la sed. Pero yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Haré brotar ríos en las cumbres desiertas y manantiales en medio de los valles; convertiré el desierto en estanques, la tierra árida en vertientes de agua. Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivos silvestres; plantaré en la estepa cipreses, junto con olmos y pinos, para que ellos vean y reconozcan, para que reflexionen y comprendan de una vez que la mano del Señor ha hecho esto, que el Santo de Israel lo ha creado.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La creatura al lado del Creador es como un insecto despreciable. Sin embargo, Dios quiere valorarla y eleva su condición humana, a una potencia insospechada. La asistencia recibida sobrepasa todo nivel: Con su poder, Dios cambia el desierto en un fértil vergel, para que el hombre fiel recupere el paraíso perdido y allí se prepare para la felicidad sin fin.
SALMO Sal 144, 1.9-13
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey, y bendeciré tu nombre eternamente; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas. R.
Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. R.
Así manifestarán a los hombres tu fuerza y el glorioso esplendor de tu reino: tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre. R.
ALELUYA Cfr. Is 45, 8
Aleluya. ¡ Destilen, cielos, desde lo alto, y que las nubes derramen al Justo! ¡Que se abra la tierra y produzca al Salvador! Aleluya.
EVANGELIO Mt 11,11-15
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud: Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo. Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan. Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver. ¡El que tenga oídos, que oiga!.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús alaba a Juan Bautista (su precursor), porque empeñó todo su ser para prepararle el camino a su misión redentora. Después nos dice que hay que hacerse violencia para conquistar el Reino.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, te pedimos que aceptes estos dones recibidos de tu generosidad, y lo que nos permites realizar mediante nuestra piedad en la tierra, se convierta para nosotros en premio de redención en el cielo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Tit 2, 12-13
Vivamos en la vida presente con justicia y piedad, aguardando la feliz esperanza y la manifestación de la gloria de nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, te pedimos que fructifique en nosotros la celebración de estos misterios con los que, mientras peregrinamos entre lo transitorio, nos enseñes a amar y adherirnos a los bienes eternos.
Viene el Señor con gloria a visitar a su pueblo con la paz y a darle la vida eterna
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concede a tu pueblo esperar atentamente la venida de tu Hijo único, nuestro Salvador, para que, como él mismo nos enseñó, salgamos presurosos a su encuentro.
Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien: de san Dámaso
Señor, te pedimos la gracia de celebrar siempre los méritos de tus mártires, a ejemplo del papa san Dámaso, que tanto los amó y veneró.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Is 48, 17-19
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor, tu Dios, el que te instruye para tu provecho, el que te guía por el camino que debes seguir. ¡Si tú hubieras atendido a mis mandamientos, tu prosperidad sería como un río, y tu justicia, como las olas del mar! Como la arena sería tu descendencia; como los granos de arena, el fruto de tus entrañas; tu nombre no habría sido extirpado ni borrado de mi presencia.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El profeta concibe la paz como el resultado del cumplimiento de los mandatos del Señor. No se trata de un premio de Dios por haber cumplido, sino de una consecuencia. Aquello que Dios nos pide es en beneficio de todos. Seguir al Señor es cuidar, también, del bien del pueblo.
SALMO Sal 1,1-4.6
R. ¡El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la Vida!
¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, sino que se complace en la ley del Señor y la medita de día y de noche! R.
Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien. R.
No sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento. Porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal. R.
ALELUYA
Aleluya. El Señor vendrá, salgan a su encuentro; El es el príncipe de la paz. Aleluya.
EVANGELIO Mt 11, 16-19
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud: ¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: «Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!». Porque llegó Juan el Bautista, que no come ni bebe, y ustedes dicen: « ¡Está endemoniado!». Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores». Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús reconoce que a los hombres «nada les viene bien». Es que siempre esperamos de Dios aquello que «nos conviene» o que «nos gusta». Jesús no entra en ninguna de las expectativas de los hombres. Es un hombre religioso, pero libre; denuncia los pecados de los poderosos, pero no propone ningún sistema político; está con los pobres y no organizó una revuelta social. Es necesario encontrarse con Jesús para que él se nos revele en lugar de encasillarlo en nuestras pretensiones.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que te sean agradables nuestras humildes oraciones y ofrendas, y ya que carecemos de méritos propios, socórrenos con tu misericordia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Flp 3, 20-21
Esperamos ardientemente que venga como Salvador el Señor Jesucristo, quien transformará el cuerpo de nuestra humilde condición y lo hará semejante a su cuerpo glorioso.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, saciados con el alimento espiritual, te rogamos que, por la participación de este misterio, nos enseñes a valorar sabiamente las cosas terrenas y a adherirnos a las celestiales.
Juan Diego va donde el arzobispo de México, Juan de Zumárraga, notificándole el deseo de la Virgen María de que se le construya un templo en el Tépeyac. Pero el prelado le pide una señal de la Virgen. Juan Diego, apenado, vuelve al Tépeyac, donde oye de labios de la María:
«Escucha y ponlo en tu corazón, hijo mío el más pequeño..., no temas... ¿ No estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿No estás tú bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría?» Luego le manda que suba al cerro diciéndole: «Allí verás que hay variadas flores:
córtalas, reúnelas, ponlas todas juntas; luego baja y tráelas aquí a mi presencia». No era estación de flores ni el lugar rocoso podía producirlas. Pero obedeció, encontró las flores, las cortó y las envolvió en su tilma, (poncho, manta). Llevó las flores a la Señora y luego al arzobispo, que lo hizo esperar largo rato; y al desplegar la tilma ante el prelado, no sólo se vieron las flores, sino tambien una admirable imagen de la Virgen, milagrosamente grabada en la tilma. El arzobispo se rindió ante la «prueba», pidió perdón a Juan Diego y se hizo su gran amigo y colaborador decidido en la construcción de la primera ermita a la Virgen de Guadalupe, iniciada en 1533, en el cerro de Tépeyac, donde le construyó también una casita a Juan Diego, al que nombró cuidador de la ermita, donde se colocó su tilma con la imagen milagrosa de la Virgen de Guadalupe. Diversos estudios científicos demuestran que se trata de una pintura humanamente inexplicable, con elementos y técnicas desconocidos en la tierra.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sedulio
Salve, santa Madre, Virgen Madre del Rey, que gobierna para siempre el cielo y la tierra.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que has concedido a tu pueblo la protección maternal de la siempre Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos por su intercesión, permanecer siempre firmes en la fe y servir con sincero amor a nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Is 7,10-14; 8, 10
Lectura del libro de Isaías.
El Señor habló a Ajaz en estos términos: «Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas». Pero Ajaz respondió:
«No lo pediré ni tentaré al Señor». Isaías dijo: «Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también ami Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel, que significa “Dios con nosotros”».
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Afaz tiene miedo y necesita un signo de Dios para salvar al pueblo de una invasión. Mediante el profeta Isaías, Dios le ofrece un signo diferente al que él espera. Una Virgen concebirá al gran rey Emmanuel, que gobernará a Israel con santidad y justicia.
SALMO Sal 66,2-3.5.7-8
R. ¡Que todos los pueblos te den gracias, Señor!
El Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones. R.
Que todos los pueblos te den gracias. Que canten de alegría las naciones, porque gobiernas a los pueblos con justicia y guías a las naciones de la tierra. R.
La tierra ha dado su fruto: el Señor, nuestro Dios, nos bendice. Que Dios nos bendiga, ylo teman todos los confines de la tierra. R.
ALELUYA Lc l 46-47
Aleluya. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. Aleluya.
EVANGELIO Lc 1, 39-48
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor». María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán Feliz».
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La profecía cumplida trae el mayor beneficio con este rey singular, que cambia el rumbo de la humanidad. El ser concebido por una virgen, rompe todas las tradiciones y con ello indica que empieza un mundo nuevo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, te pedimos por tu bondad y por la intercesión de la santísima Virgen María, que este sacrificio nos dé la prosperidad y la paz en esta vida yen la eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN SaI 147, 20
A ningún otro pueblo trató así el Señor, ni le dio a conocer sus mandamientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, alimentados con este sacramento de nuestra salvación, te pedimos que experimentemos en todo lugar la protección de la santísima Virgen María, en cuyo honor te hemos ofrecido este sacrificio.
La liturgia de este domingo quiere infundirnos una alegría desbordante: “Regocíjate... Grita de júbilo... Alégrate y gózate de todo corazón...” ¿La razón? La Iglesia presiente la inminencia de Cristo –“el Señor será el rey de Israel en medio de ti”– y no puede contener su gozo; la esperanza,, el deseo de Cristo, se transforma en júbilo porque ya viene, está a la puerta. He ahí la gran certeza de la esperanza cristiana.
Y con la presencia de Cristo, la salvación que trae: “El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos”. No sólo es la alegría por la presencia del Amado, sino también el entusiasmo por la victoria: “El Señor tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva”. Los males que nos rodean tienen, por fin, remedio, porque llega Cristo, Salvador del mundo.
Se nos regala un nuevo Adviento para que aprendamos a vivir esta realidad: “¡Gritad jubilosos...! ¡Qué grande es en medio de ti el santo de Israel!” Y eso que la salvación que experimentamos ya es sólo el comienzo, pues es Jesús viene a bautizarnos con Espíritu Santo y fuego. Este es su don, el don mesiánico por excelencia. Jesús anhela sumergirnos en su Espíritu. El Adviento nos abre no sólo a Navidad, sino también a Pentecostés. (FGD)
De pie.
I.RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Fil 4, 4. 5
Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir: alégrense. El Señor está cerca.
ACTO PENITENCIAL
(Después de la invitación del celebrante y de un momento silencio).
- Tú vienes a enseñarnos que somos la más grande alegría de Dios. Señor, ten piedad.
- Tú vienes para que estemos siempre alegres. Cristo, ten piedad.
- Tú vienes para que, por caridad, alegremos a los demás. Señor, ten piedad.
No se dice Gloria
II. LITURGIA DE LA PALABRA
Sentados
ORACIÓN COLECTA
Señor, que ves cómo tu pueblo anhela con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo, concédenos alcanzar los gozos de tan grande salvación y celebrarla con toda solemnidad y desbordante alegría. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA Sof 3, 14-18
El profeta Sofonías prevé los efectos de la Alianza entre Cristo y su pueblo, la Iglesia, que en la próxima Navidad celebraremos la inauguración de esta Alianza con los efectos de gracia previstos por el profeta; liberación de los males que nos esclavizan; liberación del temor. Alegre esperanza porque está casi entre nosotros.
Lectura de la profecía de Sofonías.
¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén! El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal. Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos! ¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! El exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría, como en los días de fiesta.
Palabra de Dios.
SALMO SaI (Is)12 , 2-6
Porque “el Señor está en medio de nosotros”, el salmo nos invita a la confianza y a la alegría. Participamos de esta oración aclamando:
R. ¡Aclamemos al Señor con alegría!
Éste es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; El fue mi salvación. R.
Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación. Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es su Nombre. R.
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra! ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio de ti el Santo de Israel! R.
SEGUNDA LECTURA Ftp 4, 4-7
San Pablo coincide con el mensaje de Sofonías, e invita a estar alegres: regocíjense en el Señor, reciban su paz con un corazón orante. La diferencia de este segundo mensaje: San Pablo está hablando de una alianza de gracia que ya no está más en el futuro, sino que está presente, desde el nacimiento de Jesús.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos.
Hermanos: Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se angustien por nada y, en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
ALELUYA Is 61,1
Aleluya. El Espíritu del Señor está sobre mí; El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres. Aleluya.
EVANGELIO Lc 3, 2-3. 10-18
En este Evangelio, típico de Adviento, nos encontramos con las palabras de Juan Bautista, colocado por el Señor como su heraldo inmediato para preparar sus caminos. El mensaje es sobre la conversión: Nuestro cambio de mente y de corazón para volvernos aptos y poder recibir la gracia de Jesús en Navidad. La conversión implica acto y decisiones concretas como vemos en las respuestas prácticas con que responde a las preguntas de la gente.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Dios dirigió su palabra a Juan Bautista, el hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Este comenzó a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. La gente le preguntaba: “¿Qué debemos hacer entonces?” El les respondía: -El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto-. Algunos publicanos vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron: “Maestro, ¿qué debemos hacer?” El les respondió: -No exijan más de lo estipulado-’. A su vez, unos soldados le preguntaron: “Y nosotros, ¿qué debemos hacer? ” Juan les respondió: -No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo-. Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías, él tomó la palabra y les dijo a todos: -Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible-. Y por medio de muchas otras exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Noticia.
Palabra del Señor.
Homilía, Sentados
Profesión de fe. De pie.
CREDO DE NICEA
"Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención pedimos: Con gozosa conversión preparamos tu venida. ¡Ven, señor, Jesús!
·Por la Iglesia de Jesucristo: que ella sea instrumento de paz y alegría para todos los hombres. Oremos.
·Por los gobernantes: para que busquen el bienestar del pueblo con alegre y generosa dedicación. Oremos.
·Por los que viven tristes, por los que no pueden superar sus sufrimientos: para que experimenten el consuelo de sentirse cerca de Dios. Oremos.
·Por nuestra Iglesia Diocesana, nuestras comunidades religiosas, nuestras instituciones parroquiales: para que sientan la alegría de cumplir la misión que Jesús encomendó. Oremos.
III. LITURGIA EUCARISTICA
Presentación de las ofrendas: Cristo, muerto y resucitado para nuestra salvación, es nuestra gran ofrenda al Padre. Unimos a él los gozos y las fatigas de cada día, y con atento silencio participamos de la presentación de los dones de pan y vino.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, te rogamos que la ofrenda de nuestra entrega se inmole a ti continuamente, para que realice los fines de este misterio y haga eficaz en nosotros la plenitud de tu salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO DE ADVIENTO
Prefacio: La Palabra de Dios nos ha invitado a la alegría ese espíritu cantemos el Santo al final del prefacio para rubricar la alabanza y la acción de gracias que el celebrante, en nombre de todos, eleva a Dios, “dando libre cursonuestra filial alegría”.
Durante la consagración, de rodillas, "a no ser que lo impida la estrechez del lugar, la aglomeración de la concurrencia o cualquier otra causa razonable". Terminada la consagración y la elevación del cáliz, con la genuflexión del sacerdote, hasta el final de la misa: de pie.
RITO DE COMUNION
PADRE NUESTRO De pie.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Is 35, 4
Digan a los desalentados: Sean fuertes, no teman; miren que nuestro Dios vendrá a salvarnos.
Comunión: La cena de Jesús es una fiesta. Vayamos con alegría, a recibir el Cuerpo y la Sangre del Señor. El es nuestra alegría y felicidad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, imploramos tu clemencia, para que, libres de pecado, esta comunión nos disponga a celebrar las próximas fiestas. Por Jesucristo nuestro Señor.
IV. RITOS DE CONCLUSION
Bendición
Canto final: Nuestra fiesta ha terminado. Pero no puede acabar nuestra alegría. Por eso nos retiramos cantando.