Nuestro planeta, como ser viviente, tiene
igual que nosotros, 4 planos inferiores, el plano
físico, el plano emocional (o plano astral),
el plano mental y el plano etérico. Una
frecuencia mas elevada que el plano físico y
una frecuencia menor que el plano mental,
se encuentra el plano emocional, o plano astral,
y contiene los pensamientos y sentimientos
impuros del Ser humano y el colectivo no
conciente de todas las razas y por tanto ha sido
el cesto de basura de toda la humanidad,
ocupado por todo lo negativo que
desechamos, ahí se almacena.
El propósito inicial del plano emocional era
dar cabida a los sentimientos y pensamientos
puros del Hijo de Dios, pero finalmente se fue
ocupando por todo lo negativo y es el plano
mental el que tiene actualmente esos
sentimientos y pensamientos puros y es el
plano del psiquismo, de la telepatía, de la mente
y de lo intelectual del hombre y aunque es una
octava mas elevada que el plano astral, no tiene
la elevación y vibración del plano etérico.
En este plano se mueven los espíritus desencarnados
que tienen una vibración elevada y están por
entrar al plano etérico cuando hagan plena
conciencia de su estado actual, y es lo que en
algunas filosofías se conoce como el Limbo.
En el plano astral, están todos los espíritus
desencarnados con vibración baja, y es el sitio
donde los caídos se mueven. Es el plano donde
se encuentran las entidades acechando al
Hijo de Dios para atacarlo y desafortunadamente,
los Hijos de Dios, cuando aún no estamos en
una vibración adecuada, al dormir, nuestra alma
entra al plano astral cuando se desprende del
cuerpo físico, y es presa de entidades del sueño
y entidades de pesadillas, ahí también somos
atacados y es por eso que tenemos sueños
angustiantes y sentimos que nos persiguen
o que caemos de alturas a profundidades
abismales y al despertar sentimos que no
hemos descansado del todo.
Y podemos empezar a padecer de insomnio y
tenemos que recurrir a medicamentos para
conciliar el sueño, y entramos a un sueño no
reparador y podemos estar en peligro de hacer
adicción a esos medicamentos, como
barbitúricos, tranquilizantes e hipnóticos.
En esas condiciones, de sueños inducidos por
químicos, el alma está aún mas desprotegida en
su paso por el astral, y las entidades nos
atacan, acosándonos, persiguiéndonos, burlándose
y se tratan de apoderar de nuestra voluntad
induciéndonos a vicios, enfermedades mentales
y emocionales.
Los espíritus desencarnados que están en el
astral, son seres que están aferrados al plano
físico y también atacan a las almas desprovistas
de protección y tratan de adherirse a las almas
que transitan para tratar de sentirse aún en planos
de la materia y lastiman y lesionan a los
Hijos de Dios al tratar desesperadamente de
hacer comunicación y contacto.
Es por estos motivos que siempre antes de dormir
debemos hacer decretos de protección de Rayo
Azul, y tubo de Luz, y pedirles a los ángeles
que nos guíen a planos Etéricos, sin pasar
por el astral para ir a los Templos de los
Maestros Ascendidos mientras dormimos y así
recibir instrucción y evitar el trastorno que nos
produce cruzar el astral, incluso cuando
nuestra evolución es mas adelantada, podemos
pedirle a los Maestros que nos concedan el Don
de recordar nuestra estadía en los Templos y
recordar toda la instrucción que hemos recibido.
Cuando los psíquicos hacen desprendimientos de
su espíritu, también caen en el plano astral;
los discípulos, estudiosos de las Enseñanzas
Metafísicas, cuando tengan el Don del
desprendimiento, los ángeles los llevarán al
plano etérico, sin pasar el astral.
Roberto Vázquez Palacios