Existen negatividades que son invento del mal, para disminuir la fuerza del Hijo de DIOS, para detener sus decretos, para ponernos contra DIOS. Pues muchas ocasiones se cuestiona el por qué DIOS permite que existan diferentes enfermedades. Por ejemplo, si alguien es un fumador crónico y fuma en su casa, sus hijos y su pareja están constantemente expuestos a esos humos tóxicos y luego, cuando un hijo sale que tiene leucemia o algún otro tipo de cáncer y se rebelan y le dicen a DIOS “¿por qué?”, no recuerdan todos los años que con humo envolvían a sus hijos y a su pareja y después se atormentan pensando “¿y por qué?” Los Hijos y las Hijas de DIOS tenemos por obligación cuidar de nuestros allegados y de nosotros mismos, para que estemos en libertad de decretar. Para ello necesitamos un cuerpo sano y enterarnos de todo lo que ocasiona el mal.
DIOS pone a nuestra disposición a los médicos, a las enfermeras y a todo profesional de la Medicina - que son Hijos e Hijas de DIOS -. Son canales de Energía Divina para curarnos. Debemos confiar en los médicos y reconocer su labor al servicio de los Hijos de DIOS. Muchos de esos médicos y de esas enfermeras son Ángeles del Rayo Verde, enviados para darnos la curación. Y los medicamentos que nos prescriben debemos tomarlos con la confianza de que es DIOS quien desea que los tomemos para curarnos. Pidamos siempre antes de tomar el medicamento que DIOS sea quien nos lo otorgue y que sea la forma de salir de esa enfermedad.
Decretar 15 minutos de Rayo Verde estando sanos nos evita que tengamos enfermedad. Pero si ya hemos contraído alguna enfermedad, entonces debemos hacer decretos de Llama Verde diariamente, durante 15 minutos dos veces al día, para fortalecer nuestro cuerpo y a sí poder luchar contra la enfermedad con la seguridad de que es DIOS y los Amados Maestros, quienes desean para nosotros todo genero de felicidad, incluyendo la salud.
El miércoles es el día de predominio de este Rayo. Nuestro Amado Maestro Hilarión es el director del Rayo Verde. Cuando demos estos decretos es muy importante visualizar para que se cumplan nuestros propósitos. Sintamos cómo nos llega el flujo de Energía Divina del Rayo Verde y penetra en nosotros, viajando a todas las células de nuestros organismos y sistemas. Visualicemos cómo esa Energía Divina nos envuelve totalmente, incluyendo nuestro hogar y nuestra familia, quedando totalmente libres de cualquier enfermedad. Veamos cómo las células enfermas son liberadas y a las otras se les expulsa la enfermedad y son sustituidas por nuevos grupos de células sanas, limpias y llenas de vida.
(Extracto del libro Maestría Divina en Metafísica, Roberto Vázquez Palacios;